Si los costos de operación siguen incrementándose, ¿es posible mantenerse competitivo? Al hablar de competitividad, queda en evidencia que la Eficiencia Energética no sólo es una buena acción con el medio ambiente, es ante todo la clave de un negocio rentable. Su relevancia está estrechamente ligada a un tema económico, y ya no se trata de que las compañías "quieran" ser energéticamente eficientes, sino que ahora "están obligadas" a serlo. Si estimamos que casi el 20% de los costos de operación de un centro de datos típico corresponde sólo al consumo de energía eléctrica, queda claro que no estamos frente a un tema menor para las finanzas corporativas. De acuerdo a un estudio de la consultora IDC, a nivel mundial por cada dólar invertido en equipos se gasta US$ 0,50 en energía. ¿Cuál es el destino de esa energía? Estos equipos deben mantenerse bajo cierta temperatura y, por lo tanto, cada vez que incrementamos el inventario IT de la empresa, estamos sumando calor. Ese calor debe ser refrigerado. Y los equipos de refrigeración funcionan, por supuesto, con energía eléctrica. Este ejemplo puede parecer un círculo vicioso: ¿Es posible reducir los costos operacionales a través de un uso más eficiente de la energía? Quienes se lo están preguntando, podrían ponerse como meta número uno incrementar exponencialmente sus conocimientos sobre la industria eléctrica y lo que la rodea. ¿Cuál es el escenario dentro de los data centers? Está demostrado que mucha de la energía eléctrica consumida por los data centers es desperdiciada por su propio sobrecalentamiento. Bajo ese punto de vista, nos encontramos frente a una estructura ineficiente. Las principales fuentes de consumo eléctrico desperdiciada en los centros de datos tradicionales lo constituyen los UPS, aires acondicionados e iluminación. Por lo tanto, no parece tan descabellada la idea de hacer un inventario de cada equipo, vigilar a qué nivel de su capacidad está trabajando, la energía que consume y el calor que emana. Para hacer eficiente el consumo eléctrico de una empresa, es primordial conocerlo a cabalidad. Si no, es como ir a comprar remedios sin saber qué enfermedad quieren combatir
¿Qué pueden hacer las empresas frente a este escenario? Tal como se planteó anteriormente, en un futuro inmediato la competitividad de las empresas se medirá por su capacidad de hacer un uso racional, inteligente y calculado de todos los recursos energéticos, principalmente el eléctrico. Para llegar a eso, se necesita información. Entonces, se debe conocer con precisión y exactitud los consumos energéticos de la compañía, al igual que saber dónde y cómo actuar con respecto a los mismos. Esto puede sonar como una primicia básica y hasta obvia pero, paradójicamente, es llevada a cabo por muy pocos. |