La base del RFID está en los dispositivos que se conocen en jerga técnica como transponedores (conocidos más habitualmente como "TAGs"), los que contienen antenas que permiten el envío y recepción de información en un conjunto denominado emisor-receptor. El principio básico está fundamentado en la generación de una señal de radiofrecuencia, la que es captada por un lector que la transforma a un formato digital.

Existen distintos tipos de TAGs (lectura, lectura-escritura, anticolisión), así como también existen modelos pasivos y activos. Los pasivos sólo necesitan la corriente inducida al momento de ser escaneados para el envío de información, mientras que los dispositivos activos (de mayor costo) precisan de una fuente de energía, siendo por consecuencia menos masivos pero con capacidades de memoria más grandes.

Hoy día el costo del TAG sigue siendo un punto de análisis dependiendo del tipo de material, el flujo y la cantidad que cada compañía maneja. Sin embargo, analistas internacionales indican que el beneficio final, sumado al desarrollo y estandarización de distintos proveedores de estos elementos a nivel mundial, generarán un equilibrio adecuado que prevalecerá al momento de optimizar las cadenas de suministros y manejo de material en distintos escenarios.

Para finalizar esta introducción, debemos mencionar que la contraparte de los TAGs es la antena transceptora (el dispositivo lector) que envía en forma constante señales para ver si existen TAGs en su inmediación, y con el fin de generar el enlace que permite que el sistema funcione.

Ventajas de la tecnología RFID

Sin duda, la principal ventaja radica en la rápida y automática adquisición de datos, reemplazando los sistemas manuales. Esto representa un importante ahorro de tiempo, al poder obtener datos de conjuntos de materiales en movimiento, lo que se suma a la mayor capacidad de información que se puede obtener por cada material registrado.

La consecuencia directa de estas ventajas implica reducción de costos, por ejemplo, en los inventarios, mejoramiento de la calidad logística o trazabilidad del material. Además, en el caso de proveedores industriales, como Siemens, estas plataformas ofrecen la posibilidad de generar interacción con el proceso de producción, en forma sincronizada y en tiempo real.

Ejemplos de aplicaciones con RFID

Por ser un proyecto cuyos derechos de autor aún no están liberados, nos reservaremos el nombre de la compañía y su locación, pero podemos asegurar que es una implementación que ha generado mejoras notables en la cadena de abastecimiento de una planta productora de huevo líquido pasteurizado.

La planta en mención posee una serie de granjas donde se producen huevos, las que están sujetas a las mismas exigencias logísticas y sanitarias.

El uso de RFID comienza en el origen: los huevos son transportados en carros metálicos que, en su parte superior, llevan un TAG que los identifica en forma única y seriada, registrándose así toda la producción diaria.

Por su parte, los camiones de transporte cuentan con computador que incorporan Wi-Fi, posicionamiento con GPS y tres antenas RFID ubicadas al interior del remolque. A este equipamiento, se suma un equipo interno para el registro de la información.

De este modo, el camión ya no sólo es un medio de transporte, sino que además es un canal de comunicación. A medida que los carros metálicos entran al camión, son leídos por las antenas, permitiendo obtener diferentes datos, como la cantidad de carros ingresada y si los carros están de entrada o salida.

Una vez que el camión llega a destino, todos los datos que han sido cargados en el origen son descargados, considerando que el vehículo no sólo maneja la información de la carga, sino que también posee registros de vital importancia, como la temperatura del remolque.

Al aplicar esta tecnología, el beneficio principal fue dar solución a la trazabilidad de los huevos desde las granjas, evitando los errores humanos, actualizando datos automáticamente respecto a las cargas, en estrecha relación con estándares de calidad asociados al transporte de alimentos.

Asimismo, al manejar la información sobre el stock que tiene cada granja en tiempo real, se pueden planificar las nuevas recogidas de huevos en forma óptima. De igual manera, el saber que se cuenta con un registro claro y seguro del tiempo de transporte y de la fecha de origen del huevo, permite mejorar la calidad del producto final, ya que se puede dar fe de que el producto procesado es fresco.

Los conceptos logísticos utilizados en esta aplicación son similares a los encontrados en otros campos, cambiando sólo algunos parámetros centrales como el material, la disposición para el transporte y la cantidad, que son aquellos que definen el comienzo de un proyecto de RFID.