Luego de un análisis acerca del tema, dentro del Comité de Automatización de la AIE han surgido ideas o afirmaciones importantes, tales como:

• Las empresas extranjeras que desarrollan Tecnologías de Automatización y Control antes lograban subsistir y desarrollarse basadas exclusivamente en la venta de sus productos (hardware y software). En la actualidad, mantener ese modelo de negocios no es rentable ni asegura la subsistencia futura, por lo que han visto en los servicios e implementaciones un valor agregado, llevándolas a transformarlos en parte de su oferta y de su "core business".

• Se ha producido en los últimos años a nivel mundial una enorme concentración de fuerzas, después de adquisiciones y fusiones, quedando concentrado el desarrollo de las tecnologías de Automatización y Control Industrial en unas pocas grandes marcas de renombre internacional, que buscan ofrecer una solución completa o integral.

• A diferencia de lo que ocurre en el mundo informático, las industrias nacionales que requieren automatizar sus procesos no han optado por separar la "compra de tecnologías" de la "implementación", apresurándose a poner todo bajo una sola responsabilidad y negándose a comprender que con ello se endeudan tecnológicamente.

• Hay registro de malas experiencias en implementaciones hechas por empresas de automatización chilenas, lo cual ha terminado desprestigiando al resto. Tal vez también sea fundamento la falta de definiciones respecto a alcances de la documentación que debe acompañar la entrega y término de una implementación, como ya la hemos descrito. Es un convencimiento de este Comité que justamente la AIE debe cumplir un papel de reservorio de este tipo de situaciones toda vez que las industrias nacionales deben saber que este gremio vela por el prestigio de sus asociados, y como lo establece su misión, sujeto a normas de moralidad que, junto con prestigiar al sector, resguarden los intereses y derechos de la colectividad y formen, a la vez, dentro de la actividad industrial, un clima de honestidad que asegure una armoniosa convivencia entre los diversos factores humanos que la integran.

• Existe dentro de las empresas de automatización nacionales una falta de capacidad de difusión para hacer ver que sí se dispone en Chile de los recursos humanos y la capacidad de gestión que han ya permitido efectuar implementaciones de envergadura y de las más altas tecnologías. Está en los objetivos de este Comité difundir los éxitos de sus asociados y transmitir a las industrias que requieren automatizar sus procesos, que pueden optar por cualquier tecnología y no tener que "endeudarse tecnológicamente".

• Producto del proceso de globalización y apertura país, las industrias transnacionales instaladas en Chile privilegian atenderse con transnacionales en acuerdos globales, donde las nacionalidades y los nacionalismos se diluyen. Esto es atendible y comprensible tratándose sólo de empresas transnacionales.

Este Comité ve con optimismo el fenómeno de las empresas de ingeniería extranjeras cuyas filiales en Chile hacen de cabeza para Latinoamérica y el mundo en lo que dice relación a ingenierías de detalles especialmente en el sector minero-metalúrgico. Con orgullo y respeto por nuestra cultura, desde su sede chilena, se administran y ejecutan proyectos no sólo para países de la Región, sino también para otros tales como Australia, Tailandia, etc. La decisión de algunas empresas, por ejemplo, según comunicados de prensa de hace unos días, de sentar en Chile su base de desarrollo para la Región es loable. Estas empresas no han privilegiado a Chile por sus costos de ingeniería, sino que lo han hecho porque es aquí, en nuestros ingenieros, donde radica el know how que requieren.

La clave de la instalación de empresas extranjeras y su utilización de recursos nacionales parece estar entonces en lo siguiente: ¿Es Chile una filial que lidera la Región o alguna especialización desde donde se define se hará de base para un desarrollo, o es Chile tan sólo una filial que reporta a un país vecino?

Es decir, si alguien privilegia una empresa transnacional sobre una nacional para automatizar, debiera preguntarse si la filial chilena de dicha transnacional reporta a algún país vecino o si hace de cabeza de serie para nuestra Región. Como finalmente pareciera ser que en gran medida las empresas de automatización y control extranjeras instaladas en Chile han optado por lo segundo, entonces se debiera recurrir a una empresa de automatización nacional.

Invitamos como Comité de Automatización y Control Industrial de la Asociación de la Industria Eléctrica-Electrónica, a nuestros clientes, la Industria Nacional, a pensar en los temas aquí planteados cada vez que deban implementar o automatizar algún proceso o maquinaria. Los beneficios de hacerlo con recursos humanos chilenos van más allá de los beneficios directos a saber: menor valor de implementación, menor tributación, menor endeudamiento tecnológico, mejor respuesta ante servicios y garantías, menor rotación de especialistas, etc.

Existen en Chile empresas de Automatización nacionales que pueden también asumir la total responsabilidad de un proyecto de Automatización en una sola mano, su financiamiento y garantías.

También debe ser evaluado el beneficio-país, siendo el principal la re-inversión de parte de las utilidades de las empresas de automatización y control en Investigación y Desarrollo nacionales, para iniciar por fin el proceso de acortamiento de la brecha tecnológica que nos separa de los países industrializados.