El proyecto del Parque Natural Quebrada de Macul tiene sus orígenes en 1995, año en que "se firma un convenio entre London Ecology Unit e instituciones chilenas para establecer el Proyecto Darwin para Santiago, cuyo objetivo es el de preservar y rehabilitar las áreas naturales de la Región Metropolitana, mejorando de esa forma la biodiversidad de la flora y fauna del país. Los terrenos destinados al nuevo parque se sitúan en la Comuna de La Florida, entre Av. Las Perdices por el Oriente y Av. Tobalaba por el Poniente, el cauce de la Quebrada de Macul por el Sur y una vía propuesta por el SEREMI que corre paralela al eje del cauce histórico de la quebrada por el Norte. En el llamado a propuesta del diseño del parque, se definió como área de proyecto a toda el área de exclusión entre el cauce de la quebrada y la calle proyectada a 150 metros de éste, comprendido entre ambas avenidas" (Rosati, A.,2001, Memoria de Diseño).

El objetivo del sistema de iluminación propuesto para el proyecto es proporcionar la debida seguridad al usuario una vez que oscurece y reforzar lumínicamente en la noche las intenciones de diseño. En términos generales, el énfasis de la iluminación está en el control de luz artificial emitida, tanto en la cantidad de luz como en la calidad lumínica.

Para ser consecuente con el objetivo recién mencionado, la potencia (watts) de las lámparas fue la justa necesaria para cada aplicación, poniendo cuidado en no "sobre iluminar" ningún área o elemento. Se propuso una gradación de la luz que va desde niveles de iluminación adecuados para una calle de barrio en la parte superior de la quebrada, bajando los niveles en los senderos peatonales cercanos al cauce, incluso llegando a no iluminar algunas áreas de mayor fragilidad ambiental por la presencia de comunidades de ave fauna.

En cuanto a la presencia de los equipos durante el día, se privilegió el mínimo grado de protagonismo tanto en su aspecto formal como en cantidad. En la noche, se buscó proteger la contemplación del cielo estrellado, para lo cual se evitó exponer al campo visual del usuario cualquier flujo luminoso proveniente de algún equipo de iluminación.

Otro aspecto considerado fue la respuesta biológica de la fauna del lugar frente a la luz artificial. En este sentido, se eligió luminarias tipo cut-off, es decir, distribuyen todo el flujo luminoso emitido por la lámpara hacia abajo. Esto permite no alterar el vuelo de aves rapaces nocturnas e insectos. La iluminación del sendero próximo al cauce consiste en puntos de luz que sirven de guía en la noche. Fue importante dejar interrupciones de luz y oscuridad en el sendero para así facilitar el desplazamiento de verte-brados e insectos terrestres y no cortar los corredores naturales en la noche.

A medida que avanzara la noche, se tuvo especial rigor en proponer el apagado de los sistemas de iluminación en forma gradual, un equipo por medio en circuitos separados, a través de un reloj-control. La prolongación de las horas de luz podría afectar las condiciones repro-ductivas de algunas aves, debido a que la fase reproductiva está naturalmente programada para una óptima disposición de alimentos en relación a algunas épocas del año. Una precoz reproducción puede significar que las aves nuevas tengan que ser criadas antes de que el nivel de insectos sea óptimo.