Según Carlos Sagredo, Ingeniero Jefe Zona Centro de Comulsa, los armónicos son, en rigor, una expresión matemática que permite cuantificar la distorsión en la señal de tensión o de corriente de un sistema eléctrico. Y es que como indica el profesional, "generalmente, los equipos electrónicos de conmutación -entre ellos, switching, inversores y fuentes controladas de 6 y 12 pulsos- provocan distorsión en la corriente, las que al circular por un sistema eléctrico, dados los niveles de cortocircuito y las impedancias asociadas, provocan caídas de tensión que hacen que se distorsione también el voltaje; algo muy poco deseable y que provoca grandes problemas y pérdidas a la industria".

En términos prácticos, Sergio Avalos, Ejecutivo de Tecser, señala que por las corrientes armónicas, la capacidad nominal de la instalación eléctrica disminuye entre un 40% a 50%. "Tanto es así, que peligrosamente los armónicos calientan los cables y los transformadores", indica.

El daño de los armónicos

Concretamente, a juicio de Tomás Burón, Gerente General de Burón S.A., lo que el usuario siente por causa de los armónicos es que la cuenta sube porque el medidor marca más, se caen los térmicos, los transformadores de aislamiento se sobre-calientan y se queman los equipos electrónicos. También, en opinión de Marcelo Vergara, Ingeniero del Departamento de Ventas de Intronica, se deterioran los elementos que están en una instalación o en una fábrica y los motores sufren desgaste producto de las altas temperaturas, además de fallas inesperadas como caídas de PC y fuentes switching, entre otras.

Como señala Ignacio Contreras, Product Manager Equipos Electrónica de Potencia de Rolec, los armónicos también generan problemas en los equipos de protección y medición; en definitiva, según Félix Fernández, Product Manager Merlin Gerin de Schneider Electric, "hacen menos eficientes a las empresas, provocan paradas intempestivas por el salto de los interruptores y porque se queman los transformadores, es decir, las empresas pierden dinero a causa del daño provocado por los armónicos en la red eléctrica".

Respecto al negativo impacto de los armónicos, Marcelo Hormazábal, Gerente de Operaciones de Conelse, indica que hay muy poco análisis respecto al envejecimiento prematuro de los equipos y a los efectos que eso tiene sobre el retorno de inversión programado por los clientes al momento de dar el vamos a un proyecto de inversión. Lo mismo, según explica Ignacio Contreras, respecto al costo que significa -después de producidos los problemas de armónicos- hacer estudios e implementar los filtros respectivos. En general, a juicio de Carlos Moreno, Ingeniero de Ventas Instrumentación de Avantec, "los clientes saben de armónicos, pero económicamente no están dispuestos a invertir más".

Para Cristián Zúñiga, Jefe Unidad de Análisis de Calidad de Suministro de Chilectra, para abordar el tema de los armónicos se debe atacar la fuente del problema, esto es, los equipos de clientes que provocan la distorsión armónica. En este sentido, a nivel normativo, fal-tan mecanismos de certificación de los nuevos equipos que ingresan al país, tanto equipos de electrónica menor como equipos para la industria.

Un problema de costo-beneficio

Respecto a si la industria está consciente del problema que representan los armónicos, Marcelo Vergara indica que hay gran desconocimiento de los usuarios finales al respecto, pero al menos una mejor disposición de parte de ellos de corregir este problema latente. Eso sí, se trata -como asegura el ingeniero de Intronica- de un proceso lento y de largo plazo.

En opinión de Sergio Espinoza, Gerente General de Conelse, en general los clientes se preocupan del tema cuando los proyectos ya han sido ejecutados, porque en la etapa de diseño no se contempla una solución para este tipo de fenómenos. Se los evade con soluciones arcaicas, que carecen de una conformación tecnológica adecuada y que los lleva a aumentar su gasto de inversión. "Por eso es que los ingenieros proyectistas tienen la responsabilidad de establecer una nueva calidad de diseño, configurándolo bajo las nuevas condiciones de carga", asegura.

Y es que tomar en cuenta estas consideraciones implica un costo inicial inferior al 5%, pero si se debe mejorar a los tres años después, los costos son varias veces superiores. A juicio de Tomás Burón, el problema de armónicos se da porque el cliente no percibe que utilizar equipos con supresores de armónicos le reporta un bien y un ahorro, y eso es básicamente por falta de educación al respecto.

Generalmente, como señala Humberto Peña, Ingeniero Especialista en Calidad de Energía de Conecta, las empresas reaccionan cuando sus procesos de producción se ven afectados, sin entender que protegerse contra los armónicos no es caro. "Es importante hacer conciencia de la importancia de una correcta inversión inicial, con el objetivo de reducir pérdidas a mediano y largo plazo", indica.