Resulta paradojal que en un mundo que acelera su carrera por una "tecnologización" de la vida cotidiana, aún quede un largo camino por recorrer para considerarnos una nación que asume en forma sustentable la generación, el manejo y la distribución de las distintas formas de energía que mueven al país. Loables iniciativas a ese respecto se han venido implementando, sin embargo, a partir de instituciones como el Gobierno de Chile y el PNUD (Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo), en orden a implementar el uso de energías renovables no convencionales, como por ejemplo la energía solar. En ese contexto, el "Taller de Iluminación y Energía", de la Escuela de Diseño de la Universidad Andrés Bello, se suma a esa iniciativa, desarrollando proyectos de componentes lumínicos auto-energizados para comunidades energéticamente aisladas del país. Se eligió la IV Región de Coquimbo como campo de observación e intervención desde la disciplina del Diseño Industrial. Alumnos y profesores, en franco y sensible contacto con la vida de pobladores de comunidades pre-cordilleranas pertenecientes a la comuna de Paihuano, se encuentran desarrollando proyectos con el propósito de constituir en realidad la transferencia tecnológica, vale decir, convertir proyectos universitarios en un aporte real a mejorar la calidad de vida. Abordando áreas de estudio diversas dentro de las prácticas cotidianas de los habitantes, se trabaja en proposiciones de diseño que apuntan a optimizar la iluminación tanto natural como artificial. Se detectó, por ejemplo, un extendido desaprovechamiento de la luz solar en interiores de la vivienda derrochándose energía eléctrica u otra convencional para iluminar actividades domésticas, en pleno día. Eso se traduce en un incremento de los gastos fijos mensuales por el uso de fuentes de luz ineficientes. Por otro lado, en una de las regiones del mundo más privilegiadas por la calidad y transparencia de su cielo, unido a la energía mística que existe en torno al Valle de Elqui, la Ilustre Municipalidad de Paihuano propuso al Taller diseñar un mirador con innovador equipamiento urbano auto-energizado (energía solar foto-voltaica ) que, en razón de sus virtudes tanto formales como lumínicas, permite la contemplación del valle no sólo de día, sino que también favorece la observación nocturna de la bóveda estrellada. Esto se plantea posible porque se incluye el uso de la tecnología LED, con la que no sólo se consigue iluminar el lugar con emisiones de luz de baja intensidad, respetando la norma 686/98 de contaminación lumínica (CONAMA), que pretende preservar los cielos para la observación astronómica, sino que por la compacidad y miniaturización de sus componentes, permite disminuir al máximo las emisiones de luz al hemisferio superior. Nota: La propiedad intelectual de los proyectos presentados es de los alumnos del Taller de Iluminación y Energía de la Escuela de Diseño de la Universidad Andrés Bello. |