Gestionar proyectos de I+D de mayor envergadura es un tema complejo y en el medio nacional no hay mucha experiencia acumulada. Normalmente, este tipo de proyectos requiere de la participación de muchas especialidades, incluidos científicos, ingenieros, diseñadores, técnicos, etc. Entonces, ¿cómo lo hace una empresa productiva que tiene una estructura orga-nizacional orientada a atender un negocio específico que domina, pero que requiere introducir innovaciones para el desarrollo de las cuales necesita de especialidades y técnicas de gestión que no domina? A continuación, entregamos una serie de factores a considerar, tomados de algunas experiencias exitosas del medio nacional en el desarrollo de proyectos complejos de innovación tecnológica en las áreas de electrónica, telecomunicaciones y automatización: 1. Nombrar (y dotar de tiempo y recursos) a un líder interno del proyecto que tenga los espacios de poder dentro de la organización (acceso al directorio) que le permitan movilizar recursos corporativos acordes con el objetivo del proyecto. Este líder debe saber "lo suficiente" del tema y tener habilidades de relaciones interpersonales que le permitan movilizar a muchas personas en pos de un objetivo común, tanto internas como externas. 2. Apoyar al líder del proyecto con un consultor externo especializado en gestión de proyectos tecnológicos en el área específica de que se trate. 3. Convocar a trabajar juntas a un grupo de empresas especialistas en cada tema requerido en el proyecto, aunque algunas de ellas sean competidoras en el mercado (disminuye el riesgo y se maximiza el aprovechamiento del stock de conocimiento que hay en ciertos temas en el país). Un gran proyecto no sólo requiere de la participación de muchos especialistas, sino que, mejor aún, de muchas organizaciones que sean capaces de tomar partes del problema y hacerse cargo de ellas en sintonía con otras. 4. Dividir el proyecto en etapas claramente distinguibles, cada una con hitos de término objetivos: 4.1. Identificación del problema, especificación de requerimientos y diseño conceptual de la solución (con alta participación de los usuarios finales). Además, esta etapa puede incluir la selección de las tecnologías claves que se podrán usar en la solución (2 a 4 meses). 4.2. Especificaciones técnicas detalladas, diseños y división del trabajo en módulos y componentes (1 a 2 meses). 4.3. Desarrollo (4 a 12 meses). 4.4. Marcha blanca (4 a 12 meses). Todas estas etapas deben desarrollarse manteniendo siempre una alta coordinación entre las empresas participantes y todos deben estar muy bien informados de lo que está pasando, aunque no les afecte directamente. El tema comunicacional juega un rol muy importante para mantener el entusiasmo y grado de compromiso de todos los participantes. En Chile, hay un grupo muy interesante de empresas de base tecnológica y consultores especializados en tecnología (ver ejemplos en www.aie.cl). Cada una domina distintas especialidades y tienen claras competencias verticales que deben ser articuladas con liderazgos fuertes para lograr beneficios sinergéticos. Esta oferta está disponible en el mercado nacional y representa una oportunidad para las grandes empresas que enfrentan el desafío de la innovación. Aquéllas que sepan liderar estos verdaderos "clusters" de Pymes tecnológicas en torno a objetivos ambiciosos y realistas, serán las primeras en lograr las innovaciones que requieren para lograr, reforzar o mantener su liderazgo. La gran empresa tiene la palabra...
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