Diversos estudios internacionales indican diferentes parámetros que debería tener el espacio de trabajo y que principalmente se pueden agrupar en:

1. Conseguir la luz correcta:

a. 29-31% de las personas cuya oficina cuenta sólo con sistema de iluminación tipo empotrado directo piensan que el sistema no es confortable.

b. 91% de las personas se sentían confortables con un sistema de iluminación directo e indirecto, baño de paredes y un sistema dimme-rizable (atenuable).

c. El control de dimmerización en las estaciones de trabajo mejoraba la motivación y permitía a los usuarios mantener su persistencia y vigilancia durante el tiempo y ser más acuciosos.

d. La gente que está más satisfecha con sus niveles de iluminación, y que define su espacio como más atractivo, es más feliz, está más cómoda y satisfecha con su entorno y trabajo.

2. La Luz de acento presta interés:

Las oficinas que contienen luz de acento en las pinturas o imágenes en la pared y además sobre los escritorios, son preferidas a otro tipo de espacios. Es decir, los mejores resultados se encuentran a partir de la combinación de diferentes tipos de fuentes y luminarias, debiendo siempre incluir luz de acento.

3. La luz dinámica para estimular a las personas:

El sentir de las personas, la motivación, productividad y sentimientos de satisfacción varían durante el día. Se descubrió en particular que la gente prefiere la luz directa cuando el cielo está nu-blado y luz indirecta cuando el cielo está claro. Asimismo, los estudios indican que la luz más fría es más estimulante que la luz cálida. Lo anterior implica que una escena estática e invariable durante el día, no es la mejor manera de mantener la productividad y la motivación. Lo más deseable es un sistema que varíe, no sólo los niveles de Iluminación sino que el color o temperatura de la luz durante el día.

4. Luz fría para nuestro tercer ojo:

La luz no sólo afecta a nuestros ojos, sino que también a lo que se llama el "tercer ojo", una célula fotorreceptora única ubicada en la retina, que está directamente unida con la glándula pineal (glándula que regula los ciclos del cuerpo). Esta célula es particularmente sensible a cierto tipo de luz, principalmente en la luz azul en el espectro de los 410 a 460 nm.

La exposición a la luz azul o fría parece hacer que la glándula pineal suprima la producción de melatonina, que es la que nos hace dormir, y también mejora nuestra sensación de estar alertas. Algo interesante es que la luz no tiene que ser muy brillante para bajar los niveles de melatonina, indicándose que 18 lux de luz azul son más efectivos que 450 lux de luz blanca.

Situaciones a tomar en cuenta en el diseño de
Iluminación

1. Luz en el cielo

Lo ideal es considerar la iluminación de manera que sea directa, indirecta y que pueda ser controlada de acuerdo a los distintos niveles de iluminación a lo largo del día y a las diferentes condiciones climáticas. Como no siempre es posible, debido a lo bajo que puede ser el cielo de ciertas oficinas, se deberían considerar luminarias que parezcan ser brillantes a diferencia de los louvers de baja luminancia utilizados regularmente.

2. Trabajar con la luz del día

La luz natural provee un desafío y una oportunidad. La luz directa del sol puede crear visiones poco confortables, además de una excesiva luminancia, discomfort, brillos molestos y cambios muy rápidos de niveles de iluminación (por ejemplo, un día semisoleado). Por otra parte, una luz indirecta y difusa elimina casi todos los problemas asociados a la luz directa, pero no tiene muchos contrastes.

Cuando se diseña una iluminación convencional, en general se plantea el peor escenario posible: considerar que está todo oscuro afuera. Los nuevos edificios emplean diversas formas de control de iluminación, pero las consideraciones principales son el ahorro de energía, bajando los niveles de iluminación en la medida en que hay más luz natural al exterior y no se toman en cuenta la calidad de la luz y su influencia.

De hecho, es deseable en muchas ocasiones encender más luz artificial en la medida en que la luz del sol crece para atenuar la sensación de poca uniformidad entre el exterior y el interior. La provisión de persianas -preferiblemente automatizadas y controladas- debería ser fundamental en el diseño de iluminación de cualquier edificio de oficinas.

Estas durante el día maximizan las ventajas de la iluminación diurna y evitan brillos molestos, y durante la noche, impiden que las ventanas se conviertan en hoyos negros, disipadores de la luz interior del edificio.

3. Iluminar la zona perimetral:

El espacio entre la zona de las ventanas y la zona de trabajo se llama zona perimetral, una región entre la luz natural y la artificial. Muy importante en la apariencia y equilibrio del espacio completo, lo ideal para el diseño de iluminación de esta zona es combinar con un sistema de luz activa.

4. Luz activa:

Permitir cambiar la intensidad de la luz, la dirección de la luz, el color de luz, los patrones de la luz durante el día, tomando en cuenta los ritmos circadianos que determinan nuestro propio reloj biológico, sincronizado con la luz del día.

5. Luz balanceada:

Esto es posible con la combinación de distintos tipos de luminarias como, por ejemplo, un sistema del tipo downlight y luminarias de pie que iluminan de manera indirecta. Al dimmerizar los dos tipos de luz, se hace un control selectivo del componente directo e indirecto, y puede ser también usado para alterar fundamentalmente la dirección y el carácter de la luz.

Equipar las luminarias con fuentes de distinta temperatura de color, puede hacer cambiar las características de color de la luz en cualquier espacio desde cálido hasta frío durante el día, según la necesidad.