Para estudiar un tema tan amplio como éste dentro de una organización, es conveniente analizarlo por partes. Así, podemos distinguir una primera capa de tecnología en la infraestructura física, donde aparecen las plataformas de servicios generales (electricidad, agua, gas, alcantarillado). Se utiliza aquí una cantidad importante de equipos basados en diversas tecnologías, algunas de ellas bastante avanzadas (pensemos, por ejemplo, en una unidad UPS de respaldo de energía para un pabellón quirúrgico).

Un segundo nivel físico de soporte, también de uso amplio pero de introducción más reciente, dice relación con los equipos, instalaciones y redes de comunicaciones y de informática, donde día a día se están incorporando nuevas tecnologías (WiFi, WiMax, telefonía IP).

Un tercer nivel de soporte tecnológico lo constituyen las plataformas de aplicaciones, que se sustentan en las dos capas físicas anteriores, y que a su vez dan apoyo a los distintos procesos de negocios de la empresa. Puede distinguirse aquí una primera sub-capa asociada a procesos genéricos (correo electrónico, espacios de colaboración participativa).

La segunda sub-capa se relaciona con el apoyo a funciones específicas tales como la contabilidad, el control de costos y de presupuestos y la gestión logística (ERP, Supply Chain Management-SCM), de proveedores (Supplier Relationship Management-SRM) y de clientes (CRM). La figura muestra una cadena de valor típica de una empresa, con sus respectivas plataformas de soporte.

En el proceso productivo también se requieren plataformas tecnológicas para realizar las actividades de diseño, ingeniería, producción, integración, pruebas y empaque. Estas aplicaciones pueden incluir el diseño e ingeniería asistidos por computador (CAD/CAE), la fabricación de prototipos y de productos asistida por computador (CAM), el equipamiento para producción, los controladores y los sistemas de control supervisor de dicha maquinaria. En esta capa se incluyen también los instrumentos y equipos de prueba -tanto en la línea como en el laboratorio- para los productos fabricados y para los servicios postventa.

Finalmente, podríamos distinguir tecnologías a nivel de apoyo a la gestión táctica y estratégica, donde conviven aplicaciones asociadas al diseño y optimización de los procesos de negocios (Business Process Reengineering-BPR), el monitoreo y el control de dichos procesos (Pro-cess Mining, Balanced ScoreCard de procesos) y algunas plataformas estratégicas como son los sistemas integrados de gestión (Balanced ScoreCard-BSC y similares), sistemas de calidad (ISO 9004), de inteligencia de negocios (Business Intelligence-BI) y de gestión del conocimiento (Knowledge Management-KM).

Además de las plataformas de apoyo, existe una segunda vertiente de gran importancia para la incorporación de tecnologías a la empresa, consistente en el uso de insumos de alto contenido tecnológico, sean éstos materiales avanzados, piezas y partes o productos intermedios a ser integrados directamente en nuestra producción. Se trata, en efecto, de una forma muy efectiva y eficiente de hacer uso de conocimientos y tecnologías empaquetados por terceros.

La próxima vez que usted se pregunte por el tipo de tecnología que requiere su empresa, revise cada uno de los ámbitos descritos y verifique en su mapa tecnológico qué plataformas está utilizando y cómo ellas están impactando en la última línea de su negocio. De seguro, será un muy buen punto de partida para identificar sus próximos proyectos de incorporación de tecnología.