La industria minera chilena se ha posicionado como una de las más importantes a nivel mundial, siendo responsable de producir aproximadamente el 25% del cobre que se consume en todo el mundo. Dada su relevancia, esta industria debe seguir avanzando en términos de madurez digital para estar a la par con las otras regiones mineras del mundo.

“La digitalización de ella trae consigo beneficios importantes alineados a la productividad y eficiencia. Al invertir en tecnología, la industria puede aumentar el ‘throughput’ en un 15%, lo que significa una mayor capacidad de producción y una mejora en la eficiencia de los procesos. Además, una buena planificación y elegir la tecnología correcta genera beneficios operacionales y una reducción de costos tecnológicos en un 20%, lo que supone un ahorro significativo para las empresas mineras”, comenta Tomás Ecclefield, CEO de Digital eXp.

Uno de los desafíos que enfrenta la industria es la implementación de tecnología de vanguardia en sus operaciones. Aunque algunas compañías mineras en Chile ya han comenzado a adoptar tecnologías digitales, como la automatización de procesos y la implementación de sistemas de monitoreo remoto, todavía queda camino por recorrer.

Además, uno de los mayores retos es mantener los niveles de producción en un contexto en el que la Ley de Cobre es cada vez más baja, los costos operativos son cada vez más altos y la intensidad energética aumenta. Ante esta situación, se hace esencial elegir la tecnología correcta que se acople de buena manera al ecosistema actual de las empresas, que permita el uso de tecnología avanzada para lograr una mayor eficiencia en los procesos productivos y una reducción de los gastos operacionales.

Al igual que Australia y Canadá, Chile tiene la opción de utilizar soluciones digitales en la industria minera y convertirlo en una prioridad, ya que en los otros países estos avances han permitido obtener beneficios significativos en términos de productividad, rentabilidad, sistemas de automatización y monitoreo en tiempo real, que les brindan una mejor comprensión y control de sus operaciones mineras.

“El país aún tiene un camino por recorrer en términos de digitalización de la industria y va por buen camino, ya que existen algunos ejemplos exitosos de implementación de tecnología en ciertas compañías siendo líderes en el mercado”, comenta Ecclefield.

Para avanzar decididamente, además de preparar las bases tecnológicas de las empresas, se debe preparar a las organizaciones para un despliegue alineado a nivel organizacional, razón que explica en parte por qué cuesta más innovar y digitalizar la industria minera. En ese sentido, hay un alto riesgo en seguridad, operación, reputación, cultura y silos de información, entre otros factores que generan temor en avanzar decididamente en la digitalización y en la automatización de procesos. “Y tiene sentido, debido a que, si por innovar se detiene la producción de una mina, son millones de dólares que se pierden”, comenta el CEO.

Un camino donde no todo es tecnología

Para Ecclefield, es importante destacar que la digitalización no sólo implica el uso de tecnología avanzada, sino también la implementación de estrategias para entender bien qué se quiere solucionar desde un punto de vista del negocio y pensar el impacto económico, en clientes, en los estándares ESG. Además, para el ejecutivo es clave, antes de partir incorporando nuevas tecnologías, hacer un diagnóstico de la factibilidad técnica. “La empresa debe preguntarse cuáles son las principales piedras de tope de su ecosistema tecnológico actual, si puede reutilizar algún sistema existente y más. Una vez claro lo funcional y técnico, se busca la tecnología adecuada que se acople correctamente al ecosistema tecnológico actual y que realmente apalanque el objetivo de negocio”.

Frente a la pregunta de cuál será la tecnología de vanguardia en la industrias para estos años, desde Digital eXp, aseguran que será preparar y robustecer las bases tecnológicas de las empresas (Enterprise Technologies), para avanzar de manera acelerada en la automatización, uso avanzado de datos y hardware operacional, donde se encuentran la implementación de herramientas de hardware habilitadas digitalmente para realizar o mejorar las actividades que se realizan manualmente o con máquinas con control humano.

“La industria minera chilena se encuentra avanzando en términos de madurez digital, y estos años se debe acelerar para que la industria mantenga su competitividad, relevancia a nivel internacional y enfrentar los desafíos actuales. Es indispensable que el sector invierta en tecnología avanzada y promueva una cultura de innovación y adaptabilidad. Solo así podrá seguir compitiendo de manera exitosa en el mercado global y asegurar su futuro a largo plazo”, finaliza Ecclefield.