En general, el mercado minero tiende a ser un rubro duro, donde se trabaja en condiciones adversas y con ciertas dificultades. Las necesidades han ido evolucionando hacia perfiles más tecnológicos, donde la experiencia en automatización está con mayor demanda. Las compañías mandantes, sobre todo multinacionales, apuntan a habilidades blandas, de comunicación y liderazgo, más desarrolladas.

Al respecto, Ian Spencer, Head of Mining Recruitment comenta que “hay un cambio generacional importante del que la industria debe hacerse cargo. Además, en ciertos perfiles, compite directamente con la industria de la Energía que está mucho más avanzada en esos temas”.

En ese sentido, Energía se ha convertido en un sector muy atractivo por varios puntos:

• Sentido de “Estar ayudando a cambiar el mundo”, a limpiar nuestras huellas de carbono, tener un trabajo que tenga propósito.

• Es una industria donde el uso de la tecnología de punta y de metodologías de desarrollo de proyectos marcan la tendencia.

• Movilidad internacional: la Minería es un negocio local, versus la industria de la Energía que está presente en todo el mundo y toma cada vez más fuerza.

• Calidad de vida: Los turnos tienden a ser más flexibles y los temas como diversidad e inclusión están mucho más avanzados.


Para atraer perfiles de otras industrias y posicionar sus marcas empleadoras, la Minería debe avanzar en ser más flexible y actualizada con temas como:

1) La automatización de procesos, las operaciones telecomandadas y la industrialización de los proyectos EPCM, con metodologías como Lean, están creando nuevas necesidades, puestos de trabajos y perfiles que antes no existían en el mercado. Lo que se conoce hoy como la Industria 4.0.

2) El desarrollo sustentable, amigable con el ambiente, con las comunidades y su entorno.

3) La diversidad e inclusión, especialmente la integración de las mujeres, tanto en roles estratégicos como más operativos, será uno de los principales desafíos de las grandes compañías.


La Minería no compite con muchas otras industrias en términos de talento al ser tan especialista y de nicho, pero sí lo hace fuertemente con la industria de la Energía, donde tiene la desventaja. Del lado de los proveedores, hay una fuerte demanda de todo tipo de cargos y la competencia está en los rangos de renta. Lo que hemos estudiado es que hoy el desafío está en la formación de profesionales jóvenes; que las empresas hagan alianzas con universidades e institutos para contar con perfiles recién egresados e irlos formando hacia sus áreas de necesidad.

En cuanto a lo relacionado a tecnología, el gran desafío está en la capacitación y formación de nuevas habilidades con el personal que ya está contratado, para asumir nuevos roles. En ese sentido, ha costado entender cuáles serán los nuevos perfiles más demandados en este sentido en los próximos años.

Hay un sinnúmero de procesos operacionales y administrativos que están siendo automatizados rápidamente. Las operaciones necesitan ser más eficientes en su funcionamiento y los estándares de seguridad, calidad y otros han cambiado enormemente; esto conlleva la creación de nuevos perfiles, capacidades y carreras universitarias, y a las empresas les cuesta visualizar qué competencias deben tener ciertas posiciones para asumir la responsabilidad sobre los nuevos procesos.

Más que profesiones, están en búsqueda de personas con habilidades, como automatización y optimización de procesos, Mejora Contínua, Six Sigma, Lean Manufacturing, entre otras estrategias que se utilizan para minimizar errores, aumentar la eficiencia de los procesos y disminuir pérdidas.

También buscan innovación y uso de herramientas digitales. Para cargos de jefatura está en tendencia el Liderazgo Integrativo e Inclusivo, en donde el trabajo colaborativo con el equipo es muy importante.