La oportunidad es importante. De acuerdo con un estudio reciente de Accenture, una estrategia de energía solar y almacenamiento de bajo costo puede reducir los costos del sistema hasta en un 40% con respecto a otros escenarios modelados. Las baterías pueden aliviar la variabilidad diaria de las energías renovables, reducir la necesidad de restricciones y minimizar el exceso de generación. Sin embargo, se necesitarán opciones de almacenamiento de mayor duración para gestionar las variaciones estacionales.

Las energías renovables tienen un papel importante y claro que desempeñar en el apoyo a la transformación del sistema. La mejora de la previsión de la producción eólica y solar es clave. Esto es fundamental para comprender mejor el papel y la necesidad del almacenamiento para complementar las energías renovables, mejorando la fiabilidad y optimizando los costos. Además, permite a las renovables desempeñar el papel de proveedor de servicios a los mercados de reserva, respuesta e incluso restauración.

Dejar de ver el almacenamiento como un simple último recurso abre nuevas funciones y reservas de valor accesibles y permite a los participantes en el mercado aprovechar al máximo la versatilidad de las baterías. Hay que seguir trabajando para incentivar la participación, y donde más importa. La ubicación será fundamental.

La tecnología digital será un pilar clave para la optimización de los activos, las carteras y el sistema. El camino hacia la energía neta cero aumentará invariablemente la complejidad del sistema. Las inversiones digitales serán necesarias en todos los ámbitos para apoyar la modelización compleja y la optimización continua para equilibrar el sistema y generar beneficios para los participantes en el mercado. Las empresas deben avanzar hoy hacia la Industria X. La Industria 4.0 -centrada en la digitalización- ya es el pasado. El futuro está en las operaciones inteligentes.

Dado que los costos siguen disminuyendo más rápido de lo previsto, el almacenamiento energético está llamado a ocupar un lugar definitivo en el futuro sistema energético. Sin embargo, los reguladores, los operadores de sistemas, las empresas de servicios públicos y los propietarios de activos deben seguir colaborando para afrontar los principales retos, desde la concesión de permisos hasta la participación en el mercado, compartir las lecciones aprendidas y consolidar el papel que podrá desempeñar el almacenamiento.

El almacenamiento energético es una gran oportunidad hacia la energía neta cero. El momento de avanzar es ahora.