En la industria, la calidad de la iluminación es un elemento clave, ya que, sin duda, permite aumentar la productividad, mejorar la calidad de los productos, disminuir notablemente la siniestralidad, el ausentismo laboral y mejorar el ambiente laboral.

Para contar con un sistema de iluminación que ofrezca las condiciones apropiadas para el desarrollo de la actividad productiva, el primer gran desafío, a juicio de Mario Herane, Gerente General de GesCom, es cumplir con las normas vigentes que especifican la cantidad de luz necesaria para las diversas actividades. Sin embargo, se debe también tener en consideración que la normativa chilena es menos restrictiva que algunos estándares internacionales, especialmente las referidas a la trazabilidad alimentaria que agregan condiciones, aumentan parámetros, y afectan los valores de los productos en el mercado global.

“El segundo aspecto a considerar, es la evaluación de las lámparas a instalar. Dicha evaluación (detallada y profesional), así como los apropiados cálculos lumínicos, deben determinar la cantidad de lámparas a utilizar, la altura de instalación, la densidad de lámparas, el consumo y otros aspectos (color, ángulo de distribución, etc.). Y el tercer punto es definir el contratista que hará el tendido eléctrico y la instalación”, señala el ejecutivo.

Juan José Negroni, Decano de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Santo Tomás, afirma que las construcciones y la Iluminación Industrial deben cumplir con las necesidades de las actividades para las cuales son desarrolladas. “Aunque pareciera evidente dicha afirmación, no siempre se cumple; se debe considerar la actividad, el espacio, el tipo de difusor, tipo de lámpara, lúmenes, o cualquier medida según las normativas”, específica.

Para David Palma, docente del Área Electricidad, Electrónica y Telecomunicaciones de INACAP Sede Los Ángeles, el gran desafío del diseño de sistemas de iluminación sigue siendo el consumo energético y, por ende, su eficiencia energética. “Si bien hoy en día existe en el mercado una gran variedad de tecnologías para elegir y satisfacer las necesidades de fl ujo luminoso, la tónica sigue y seguirá siendo la búsqueda del consumo más eficiente de energía para iluminación”, comenta.

Mario Herane, GESCOM.

Juan José Negroni, UNIVERSIDAD SANTO TOMÁS.

David Palma, INACAP.

Marcelo Smith, COMERCIAL H. SMITH.

Andrés Muñoz, docente de la Escuela Ingeniería Duoc UC sede Puente Alto, coincide y agrega que otro de los retos de los actuales sistemas de iluminación es “integrar las nuevas tecnologías, muchas de ellas con prestaciones en domótica, como el control automático de iluminación y/o control a distancia”.

Por su parte, Marcelo Smith, Gerente General de Comercial H. Smith, sostiene que hasta 2016 en Chile existían cinco o seis empresas importadoras, pero a finales de 2018 había 228 importadores de iluminación LED, lo que ha generado una guerra de precios y, con ello, una competencia feroz. “La idea es vender productos, no precios”, critica.

A su juicio, uno de los grandes problemas en este mercado es que prácticamente no existe fiscalización de la autoridad y, además, nadie se preocupa que las empresas estén certificadas.

Los expertos coinciden en que la iluminación basada en tecnología LED es hoy la principal alternativa dentro del mercado. “Hablamos de productos basados en tecnología LED, para poner el acento en donde corresponde, ya que una lámpara de este tipo consta de muchos componentes electrónicos, entre los que se encuentra el diodo emisor de luz”, aclara Herane.

Como todos los componentes electrónicos, los LEDs tienen distintas calidades (y precios), y por lo tanto algunos emiten menos luz por watt y otros más. En la actualidad, por la evolución de esta tecnología, podemos encontrar LEDs desde los 80 lm/W hasta los 180lm/W o más, para productos de uso masivo.

A su vez, Palma señala que las luminarias LED pueden adaptarse de forma sencilla a cualquier requerimiento industrial desde grados IP, temperatura del color y fl ujo luminoso, todo esto con un consumo energético muy bajo, además de la existencia en el mercado de gran variedad de ellas en modelos, usos, marcas y precios.

“Las diferentes instalaciones industriales (tanto mineras, forestales o del retail, entre otras) la iluminación vial, así como sus proyectos de recambio de luminarias y de nuevas instalaciones, exigen la incorporación de luminarias LED, por lo que me atrevo a decir que el presente y futuro es esta tecnología”, añade.

Smith cree que, hoy en día, ninguna otra tecnología puede competir con el LED, cuya principal fuente de suministro, prácticamente, es China. “Otras tecnologías como bujías incandescentes o lámparas compactas fl uorescentes (CFL) se fueron reconvirtiendo al LED, que era más fácil y económico de fabricar; por lo tanto, las economía de escala que podían generar los grandes volúmenes de ese tipo de iluminación se fueron perdiendo. Así, traer actualmente una ampolleta de bajo consumo es mucho más caro”, acota.

Como explica Negroni, el nuevo Reglamento de Seguridad de las Instalaciones de Consumo de Energía Eléctrica (Decreto 8) establece nuevas exigencias para diversos aspectos de las instalaciones eléctricas, desde los empalmes eléctricos a la puesta en servicio, pasando por mantenimientos, sistemas de emergencias, puesta a tierra, conductores materiales y sistemas de canalización. “Estos últimos afectan a la iluminación industrial en el ámbito de las características ambientales de dichas instalaciones”, acota el académico de la Universidad Santo Tomás.

Muñoz añade que el nuevo reglamento explícita estar basado en norma UNE. “En el RIC N°10 Instalaciones de uso generales, podemos encontrar nuevos requerimientos. Ejemplo de ello es el punto 5.3 ‘Instalaciones de alumbrado en locales comerciales e industriales’, donde nos indica el nivel mínimo de iluminación, según el tipo de local y tarea que se desarrolle”, detalla.

Para Herane, debe existir preocupación por la estabilidad de la energía, ya que los componentes electrónicos se dañan con las fl uctuaciones de la energía, los peaks de corriente, las transientes y, por lo tanto, disminuirá su vida útil esperada. “Esto se soluciona con lámparas de mejor calidad que incluyan circuitos de protección y con un diseño del tendido eléctrico que contempla estas condiciones”, añade el ejecutivo de GesCom.

Smith asegura que cuando comenzó a gestarse la legislación en materia de iluminación LED, prácticamente se desarrolló una ley que fue un “traje a la medida” de los grandes actores del mercado, tanto operadores de iluminación pública como importadores de ampolletas. “Muchas de las empresas que quedaron entremedio, terminaron desapareciendo”, sentencia.

Tendencias

En tanto, el docente de INACAP Los Ángeles señala que, a nivel industrial, el gran reto es buscar la eficiencia energé- tica por medio de la gestión energética, es decir, a través del monitoreo de los sistemas de iluminación, midiendo variables como el nivel de iluminación natural, frecuencia de uso de las instalaciones, cantidad de procesos activos y controlar en tiempo real el nivel de iluminación. “Todo esto podrá ser supervisado por medio de un programa de forma autónoma y podremos verlo en nuestro celular”, sugiere.

La convergencia tecnológica está cambiando la forma que en que podemos diseñar los sistemas de iluminación industrial, asegura Herane. “Hoy existen opciones para administrar lámpara a lámpara. Es decir, podemos encender, apagar o simplemente disminuir su capacidad lumínica en forma transitoria. Esto se puede hacer mediante cableado especial o directamente mediante control Wifi desde una consola remota; incluso un celular”.

“Teniendo como principal argumento la Eficiencia Energética, es fundamental el uso de sensores de aprovechamiento de la luz diurna, ya que optimizamos el uso de la energía. Junto con esto podemos utilizar software de gestión empresarial para mantener una visión completa del rendimiento de la iluminación desarrollando una gestión activa de la energía”, ejemplifica Muñoz.

Negroni afirma que lo principal es poder interconectar y medir los efectos de la iluminación con sensores y otros para controlar y ser eficientes en la aplicación y desarrollo de la optimización de la iluminación.

A su vez, Smith ejemplifica que hoy existe el sistema de regulación DALI (Digital Addressable Lighting Interface), que, entre otras funcionalidades, permite el control independiente de cada luminaria, pudiendo lograr con- figuraciones muy específicas. “La idea es poder monitorear el consumo de luz, dependiendo de la época del año o del tipo de producto, o si hay una puerta que no está cerrada, emite una alerta, por ejemplo”, comenta.

Al momento de elaborar un proyecto de Iluminación Industrial, lo primero que hay que hacer, según Smith, es solicitar un estudio lumínico independiente respecto de quién va a vender el producto, lo que implica levantar las condiciones del lugar, el uso que tendrá, real fuente de energía existente, entre otros aspectos. “La ACHS exige, por ejemplo, que se indique cuantos serán los lux a piso que habrá”, detalla.

De acuerdo a Palma, en una conversación común con cualquier mandante de un proyecto eléctrico, “lo primero que le mencionaría es que no hay que fijarse 100% en el costo inicial de instalación de un proyecto de iluminación, sino más bien en retorno a mediano y largo plazo en factura de la energía eléctrica y mantenimiento”. Esto, porque al existir una variada oferta de marcas, modelos y precios también varían sus características de vida útil y eficiencia energética, afirma.

Estos aspectos son considerados por las grandes industrias, pues poseen departamentos de proyectos, pero queda el vacío de las pequeñas industrias, aquellas cuyas potencias instaladas muchas veces no superan los 300KW (pequeños aserraderos, bodegas de proyectos, ganadería, industria alimentaria, talleres, etc.). “Por ello, hace falta más educación y difusión respecto de la eficiencia energética, dado que estas empresas muchas veces están atrasadas tecnológicamente entre 10 a 15 años con respecto a la gran industria, aunque eso es otro tema”, argumenta el docente.

Muñoz sostiene que se debe considerar aspectos de Eficiencia Energética y emplear software para facilitar el diseño de proyectos de iluminación (en su mayoría, disponibles de forma gratuita en la red). Otros aspectos relevantes son: que los sistemas cumplan con la normativa vigente; respetar las condiciones de montaje recomendadas por el fabricante; y tener un plan de mantenimiento preventivo para lograr las condiciones óptimas de funcionamiento.

Para Negroni, es muy importante contar con un proyecto serio, con materiales certificados y por, sobre todo con instaladores aprobados por la Superintendencia. Además, es necesario que los productos cuenten con el “Sello SEC”, que garantiza que ha sido aprobado por la institución reguladora, pudiendo ser utilizado en los hogares chilenos.