Hoy en día, resulta muy difícil imaginar un proceso agroindustrial que pudiese ser viable sin emplear tecnología en alguna parte de este. Desde sensores y drones para capturar diversas mediciones hasta minería de datos, son variadas las formas en la que la tecnología está optimizando la productividad de nuestros campos, especialmente considerando las dificultades que deben enfrentar actualmente los productores como una megasequía y una mayor conciencia ecológica por parte de los consumidores. En este escenario, resulta esencial para el sector contar con las alternativas que nos ofrece la tecnología. Al respecto, Víctor Grimblatt, R&D Group Director and General Manager Latin America Executive Sponsor Synopsys Chile R&D Center, señala que “la necesidad de soluciones innovadoras y sostenibles nunca ha sido mayor, y la tecnología deberá conducir a una mejora significativa de nuestra seguridad alimentaria”.

“Por ello, el futuro de una Agroindustria sostenible está asociado a la tecnología, a través del Internet de las Cosas, del procesamiento en el nodo (Edge Computing) y de la Inteligencia Artificial. Estas tecnologías nos permitirán medir, detectar y recolectar gran cantidad de datos respecto de nuestros suelos y campos para luego analizarlos y entregarnos información valiosa permitiendo que nuestros sistemas de Inteligencia Artificial aprendan y puedan ayudarnos a mejorar nuestra productividad y rendimiento, sin afectar el equilibrio del planeta”, continua.

En ese contexto, Fernando Auat Cheein, Investigador titular del Centro Avanzado de Ingeniería Eléctrica y Electrónica (AC3E), subraya el rol que tiene actualmente la minería de datos en el sector. “Hoy en día, se usan plataformas terrestres o aéreas para la adquisición de datos que luego serán procesados, remotamente, y cuyos resultados guiarán la toma de decisiones. Poco hay aún sobre interacción máquina-cultivo, al menos en interacción física en cultivos de frutales. Sin embargo, la adquisición y procesamiento de datos, así como la posterior directiva de cuidado del cultivo es lo que está cobrando más fuerza, principalmente por las capacidades de cómputo, la nube y la conectividad 5G”.

Por su parte, Pablo Zegers, Co-fundador y Chief AI Officer en Anastasia, cree que la Inteligencia Artificial está “en pleno desarrollo” en la Agroindustria. “Esta incorporación no solo ocurre en los procesos productivos, sino también se presenta en la gestión de la cadena de valor. Su aplicación en el campo posibilita automatizar tareas repetitivas, optimizar ciclos productivos y permitir a los equipos técnicos focalizarse en aquellas tareas donde realmente pueden potenciar su valor. Ejemplos como la incorporación de sensores en la tierra, modelos de predicción de clima y reconocimiento de imágenes, están llevando las áreas de cultivo a niveles de rinde sin precedentes”, sostiene.

Según el ejecutivo, también han surgido grandes avances en la gestión del negocio. “Hoy ya contamos con plataformas de IA que permiten predecir la demanda, tanto en lo que refiere a la provisión de insumos como también a la demanda del producto final en el mercado. Esto otorga una absoluta claridad al momento de planificar y por tanto generar un impacto significativo en la rentabilidad del negocio, convirtiendo a las compañías en organizaciones orientadas hacia los datos. En industrias como el Agro, que presentan altos niveles de volatilidad, gestionar a partir de la información otorga ventajas competitivas frente al resto del mercado”, asevera.

En tanto, Víctor Pino Domínguez, Fundador de Ingeniería SOLSIS Ltda., recuerda que, en el ámbito del control climático para invernaderos, los datos antes se acumulaban en los equipos de medición para posteriormente descargarse en computadores personales. “En cambio, ahora es posible enviarlos a la nube donde están en línea y disponibles para aplicaciones de inteligencia artificial”, ejemplifica. “Además, antes los equipos de climatización funcionaban con combustible, mientras que en la actualidad se pueden usar bombas de calor eléctricas. La electricidad será más barata gracias a las plantas fotovoltaicas y eólicas”.

Por su parte, Celestino Meneses, Jefe SGC ISO 17025 del Laboratorio de Calibración de Intronica, también destaca el incremento en el uso de tecnologías para medición y registros de las variables climáticas (análisis y prevención de heladas, pronósticos de lluvia). “De igual modo, una aplicación que comienza a masificarse es la utilización de sensores y encoders para eficientar la programación de riegos en campo e invernaderos, así como el control T/H en silos, pesaje y medición de nivel en silos, packing y transporte (cadena de frío)”, agrega.

“Asimismo ha resultado muy relevante el desarrollo de tecnologías para el tratamiento térmico de alimentos que aseguren la inocuidad alimentaria, que requieren incorporar conocimiento y herramientas para la operación y mantenimiento de estos sistemas, como la termografía, analizadores de energía, vibraciones, medición y registro de radiación solar, T/H, presión en riego, entre otras”, puntualiza.

Similarmente, Patricio Becerra, SubGerente de Tecnología e Ingeniería en Veto, menciona, dentro de las tendencias en crecimiento en el sector, las soluciones para monitoreo de temperatura y humedad.

“Estas soluciones, basadas en tecnología de vanguardia, confiable, segura y adaptable a cualquier ambiente, son óptimas para aplicaciones donde medir la temperatura y humedad sea vital para el proceso, como por ejemplo, cámaras de refrigeración, packings, salas limpias, etc.”, indica. “Estas tecnologías ayudan a detectar variaciones en estas variables para evitar la pérdida de productos o interrupciones en los procesos de almacenaje y obtener datos precisos, ya que no requiere de personal en terreno para la captura de los datos. Entre sus beneficios, se encuentran el hecho que brindan monitoreo en tiempo real y a distancia; que son configurables y adaptables según las necesidades; y que ofrecen seguridad, ahorro en cableado y canalización de sensores, y la posibilidad de calibrar los sensores del sistema”.

A juicio de Álvaro Urzúa, Gerente General de Axys, un ámbito que sobresale son las soluciones transportables. “Un ejemplo destacable son las estaciones transportables -denominadas ‘Harvest Station’- que optimizan el proceso de cosecha de productos agrícolas de alto valor y que son recolectados manualmente, tales como berries, arándanos y cerezas. Estas estaciones son autónomas (utilizan energía solar fotovoltaica) y se ubican directamente en los sectores de cosecha, donde los cosecheros se registran, identifican y pesan las bandejas con fruta cosechada”, relata. “Las transacciones son en línea o batch y los datos de la transacción son validados y registrados tanto en la estación como online, en un servidor central para su registro histórico”.

Igualmente, el profesional recalca que las ERNC “son una extraordinaria alternativa de disminución de costos y de utilización de energías limpias, otorgando gran valor al producto agrícola”. Finalmente, desde AIE creen que la actual situación se presenta como una oportunidad de crecimiento para nuestra Región, de manera que se pueda innovar en procesos productivos agrícolas implementando tecnologías de punta, volviéndose esencial el priorizar la inversión en ciencia, tecnología, investigación y desarrollo para lograr reducir la dependencia de las importaciones de productos agrícolas para la producción. “En definitiva, la salud y la alimentación van de la mano, siendo las tecnologías una importante herramienta para potenciar el desarrollo de la Agroindustria y porque no, de la humanidad”, concluyen.