Desde hace tiempo, los actuadores y sensores de las plantas industriales han venido comunicándose con sus respectivos controladores mediante diversos protocolos. En los últimos años, producto de la masificación, abaratamiento y mejoras técnicas de las redes de paquetes basadas en el protocolo Ethernet, la comunicación entre estos componentes ha migrado hacia esa tecnología y abandonado, en gran medida, los otros transportes. Otra característica de estos flujos de información es que requieren de entrega asegurada (no se puede perder información), de manera oportuna y predecible (en tiempo real) y que la cantidad de información transferida es típicamente mínima. De hecho, estas características los hacen extremadamente semejantes a los flujos de voz sobre redes de paquetes. En un siguiente nivel de agregación y control, los controladores intercambian información con un equipo central de control y monitoreo. Además, el entorno de operación de estas redes requiere, en general, de consideraciones de robustez física especiales, como resistencia a vibraciones, golpes, corrosión, humedad, temperatura, contaminación electromagnética y contaminación de partículas, entre otras. Esto, si bien demanda de una construcción específica de los elementos de comunicación, hace que estas redes estén presentes y abarquen áreas físicas tradicionalmente ajenas a las redes de TI convencionales, pero que se hacen altamente valiosas a la luz de este análisis. Convergiendo en una red IP La convergencia nos permite hoy transportar también estos flujos en la infraestructura de red IP de la organización. El efecto global de esto es extremadamente valioso, tanto desde el punto de vista de contexto como de núcleo. En el "contexto" permite, por ejemplo, que la captura de información de carácter administrativo generada en las plantas se incorpore de modo automático a los sistemas de información administrativa de la organización. Desde el punto de vista de los procesos productivos "duros" o del "núcleo", posibilita que las variables de producción (cantidad y calidad) se alimenten "en línea" a los sistemas de gestión, permitiendo una visibilidad instantánea del proceso productivo a los tomadores de decisiones del ámbito comercial. Esto último hace posible mejorar la calidad y oportunidad de las decisiones de este nivel de la organización, además de materializar visiblemente un aporte al negocio de las TI. Por otro lado, la integración de la red de control a la infraestructura IP posibilita su conectividad regulada y segura al resto del mundo, lo que permite repensar los procesos, por ejemplo, de mantenimiento y optimización de la planta, haciendo posible que el propio fabricante visualice e intervenga, casi en tiempo real, sobre los elementos y procesos de la planta. Finalmente, no debemos olvidar que el emplazamiento de estas redes les da un carácter privilegiado en cuanto a su ubicación y oportunidad para extender los servicios de la red corporativa a la faena. De este modo, las inversiones que se realizan en estos frentes, tradicionalmente separados, se optimizan y potencian derivando, nuevamente, en una mejor calidad de información y decisión, y una mejor calidad de vida para los trabajadores. Por esto, y por la disponibilidad de cualquier recurso de TI en la faena misma, aumenta la productividad de la organización. De esta manera, si no comprendemos e implementamos esta convergencia sobre el transporte IP, estaremos desperdiciando recursos valiosos y dejando a la organización desprovista de las herramientas competitivas actuales. |