Roberto Contreras.

¿Puede la iluminación ayudar a la salud de las personas?
Hoy en día sabemos que la luz influye directamente en el desempeño laboral, el estado de ánimo y, en general, en la salud de las personas, lo que ha propiciado diversos avances tecnológicos en materia de iluminación de emergencia no solo en cuanto a seguridad se refiere, sino también en salud. Un ejemplo de ello son los equipos fotobiológicos, cuyo principal atributo es proteger de lesiones oculares y dermatológicas provocadas por la sobreexposición a una lámpara o luminaria.

También tenemos otros factores, como la temperatura de la luz, aspecto muy relevante para la salud tanto visual como psicológica. Por ello, se busca que las luminarias alumbren de la manera más parecida a la luz natural, especialmente en lugares que requieren de iluminación funcional como, por ejemplo, centros educacionales, oficinas, residencias, espacios de trabajo, entre otros. Otro aliado en las emergencias sanitarias es la luz ultravioleta, pues esta proporciona una inactivación rápida y eficiente de virus, bacterias y patógenos en un 99,9%.

¿De qué modo la Iluminación UV-C funciona contra las infecciones?
A través de un proceso físico que, en términos sencillos, se produce cuando los virus, bacterias, gérmenes, algas o esporas se exponen a las longitudes de onda germicidas de la radiación ultravioleta, trayendo como consecuencia su muerte o la incapacidad para reproducirse. Es decir, la luz ultravioleta, con longitudes de onda en un intervalo de entre 200 y 300 nanómetros, es germicida; es decir, puede inactivar microorganismos como bacterias, virus y protozoos. Esta característica convierte a la iluminación UV-C en una alternativa rápida, eficaz y ecológica para eliminar y reducir el riesgo de infecciones.

¿Qué aplicaciones tiene la iluminación UV-C?
La luz ultravioleta se utiliza en innumerables aplicaciones todos los días, desde laboratorios, consultorios médicos, agricultura, procesos industriales, hasta investigaciones forenses. En ese sentido, la luz ultravioleta se ha utilizado para la esterilización y desinfección desde mediados del siglo XX.

Aunque al principio se trataba de un método caro y exclusivo, los avances tecnológicos han permitido que ahora sea asequible para muchísimos más usos, utilizándose actualmente para desinfectar agua, aire, frutas, verduras, utensilios quirúrgicos y diversas superficies. Esta es una tecnología segura aplicada en su justa medida.

¿En qué consiste la propuesta de KOLFF en este ámbito?
KOLFF ha impulsado proyectos dirigidos a ofrecer soluciones tecnológicas seguras para enfrentar la pandemia, desde prestar apoyo en materia de ingeniería y electrónica en la fabricación de respiradores mecánicos, hasta el desarrollo de una lámpara sanitizadora Covid ultravioleta. Este equipo llamado “Eurosan”, esteriliza espacios y elimina el 99,9% de virus y bacterias sin usar químicos, y está diseñado para ser instalado en locales de afluencia de personas, tales como salones, colegios, clínicas, hospitales, retail, etc.

Ahora bien, sabemos que altos niveles de radiación ultravioleta pueden causar daños, por lo que, como medida de seguridad, incorporamos en el Eurosan un detector de presencia (diámetro del área de detección de 6m), el que apaga la luminaria en caso de que alguien entre en su radio de acción, conforme a la especificación UNE 0068. De esta forma, se posiciona como el equipo ideal para cualquier negocio o industria que necesite garantizar los máximos niveles de higiene y esterilización de sus instalaciones.