Cobre versus Aluminio: ¿Quién lleva las de Ganar? El mercado de los sistemas de cableado estructurado se caracteriza por su alta competitividad, lo que lleva a proveedores y usuarios finales a considerar diversas alternativas para reducir los costos en los procesos de instalación e implementación, los que principalmente se relacionan al uso de distintos tipos de cables.
En este contexto, la oferta creciente de cables de categoría 5e y categoría 6, junto con el aumento de la demanda de cables en categorías superiores, genera una gran expectativa por parte del mercado en el sentido de bajar los costos de este tipo de productos, llevando a buscar alternativas como la importación de cables a bajo costo, o la fabricación de cables con materiales incompatibles con las normas internacionales más reconocidas.
Es así como en el mercado está presente un cable de bajo costo, con conductores de aluminio revestido con cobre, que se conoce como CCA (copper clad aluminium), en donde el cobre reviste al aluminio, formando una soldadura permanente común a ambos, y que también se conoce como conexión bimetálica.
Sin embargo, la existencia de estos productos de cableado puede presentar serios problemas para las empresas, así como también para los instaladores de cableado e ingenieros de proyecto que utilizan estos productos dentro de los entornos de redes de sus clientes.
Para evitar inconvenientes, la recomendación de las empresas especializadas en la materia es utilizar cables compuestos 100% de cobre sólido en sistemas de cableado estructurado, especialmente en los que implican procesos críticos, como sistemas de información, comunicaciones y seguridad. Cobre sólido v/s CCA El potencial conductor de un cable de cobre electrolítico es 2,5 veces mayor que un cable CCA, ya que estos generalmente poseen un porcentaje mayor de aluminio en comparación a la capa de cobre (entre 60% y 80% del diámetro del conductor). Por otro lado, respecto a la resistencia eléctrica, la del cobre electrolítico es de 1,72 x 10-8 O x m, mientras que la del aluminio es de 2,82 x 10-8 O x m (Ohm metro). Por lo tanto, la mezcla de cobre y aluminio en el conductor CCA tiene como resultado un conductor con una resistencia eléctrica aproximadamente 40% mayor que la de un conductor de cobre puro del mismo diámetro. Cuanto más alto es ese valor, peor es el desempeño durante la transmisión de los datos en una aplicación de cableado estructurado.
Asimismo, en términos normativos, los cables que contienen CCA (aluminio revestido con cobre) no satisfacen los requisitos especificados por los estándares nacionales e internacionales. La norma ANSI/TIA568-D, a través de la referencia normativa ANSI/ICEA S-90-661-2012 para cables de categoría 5e, indica que un conductor sólido deberá consistir en cobre comercial puro. En ese sentido, las normas IEC 61156 y EN50288 siguen los mismos principios y definiciones en cuanto al uso de cobre puro, en conformidad con los requisitos definidos en la norma ASTM B.49, y de acuerdo con las aplicaciones para sistemas de cableado estructurado.
Otro aspecto crítico que favorece la utilización de cables de cobre puro es su mayor flexibilidad y maleabilidad. La presencia de aluminio disminuye estas cualidades, incrementando la ocurrencia de micro fisuras o roturas, lo que implica dos situaciones: la no conformidad con las normas internacionales, y las implicaciones operativas del producto dentro de las categorías establecidas.
También se debe considerar el impacto de la oxidación: el cobre puro, incluso oxidado, no corre riesgo de corrosión galvánica. Contrariamente, los conductores CCA sí están sujetos a este tipo de corrosión debido al efecto pila inherente a ellos, generado por la diferencia de potencial electronegativo entre el aluminio y el cobre. La oxidación del aluminio se inicia en su primer contacto con el aire, y es más acentuado en los puntos de terminación, como en el caso de los conectores RJ45 y los patch panels.
Como consecuencia de este fenómeno, pasado algún tiempo es necesario volver a efectuar la conexión, lo que genera gastos de soporte técnico, sustitución de conectores y pérdida de tiempo de operatividad de la red. De hecho, en algunos casos debe sustituirse el cableado, ya que el mismo no presenta el resultado de desempeño requerido.
A pesar de los esfuerzos que se realizan para informar a la industria acerca de la presencia de estos cables y los métodos para identificar CCA, el problema sigue existiendo. Colocar este tipo de cableado a fin de reducir gastos puede implicar un riesgo, y la recomendación de los especialistas, para evitar problemas operativos, financieros, e incluso legales, es asegurarse de instalar productos confiables y que se encuentren bajo estándares internacionales, como los cables de cobre electrolítico 100% puros. Artículo gentileza de Furukawa Electric LatAm. Por Lucas Samyn, Ingeniero de Productos y Aplicaciones de Furukawa Electric |