Juan Pablo Payero.

En motores eléctricos, ¿en qué nivel se encuentra Chile?
En primer lugar, Chile cuenta con un estándar mínimo de eficiencia energética que regula básicamente los niveles de eficiencia que deben tener los motores eléctricos. En este contexto, se establece que todos los motores entre 1 y 10 HP que se comercializan en el país, deben tener un nivel de alta eficiencia, equivalente a IE2. No obstante, como se trata de motores más bien pequeños, esa medida no aplica generalmente a la industria.

Sin embargo, en el último reporte de la Agencia Internacional de Energía, se destaca a Chile como uno de los países que más han avanzado a nivel mundial en el recambio de motores de alta eficiencia. Esto demuestra que la industria se está dando cuenta de la importancia de ser más eficiente en el uso de la energía, porque su consumo puede ser muy significativo dentro de una empresa.

La industria sabe que pagar al inicio un costo más alto se compensa perfectamente con el menor consumo energético durante el ciclo de vida del motor, sobre todo hoy en día cuando muchas empresas cuentan con sistemas de gestión de activos, los que permiten mejorar la confiabilidad y la vida útil de estos equipos. En la actualidad, es mucho más rentable comprar un motor de alta eficiencia porque el ahorro de energía durante su vida útil será muy significativo respecto a la inversión inicial.

¿Es seguir mejorando la eficiencia de los motores la mayor preocupación hoy en día?
A medida que seguimos avanzando en los niveles de eficiencia, el tema de la máquina en sí deja de tener el lugar principal y ahí entra a jugar el concepto de “motor management” (gestión del motor), es decir, cómo somos capaces de hacer que ese motor que ya es eficiente, solo emplee la energía que necesita para hacer su trabajo. Lo anterior tiene que ver, por ejemplo, con el dimensionamiento, las características propias de operación, el control de vibraciones, entre otros aspectos operacionales. Asimismo, tiene que ver con aplicar un mejor control a los procesos, pues si el proceso en sí es ineficiente, el motor también lo será.

En definitiva, la preocupación pasa a los aspectos que rodean al motor…
Claro, los principales fabricantes de motores a nivel internacional ya tienen motores de eficiencias Ultra Premium. Entonces, seguir mejorando aún más la tecnología, ya no es tan importante como el hacer que la operación de esos motores sea más eficiente, implementando, por ejemplo, soluciones de monitoreo de variables que son significativas para el consumo de energía del equipo.

Por eso, en los últimos años, varias marcas han lanzado sistemas de monitoreo de motores que envían datos directamente al smartphone o por medio de un datalogger que va recopilando información de funcionamiento para posteriormente hacer una optimización del proceso.

¿Qué sectores productivos han realizado este recambio más rápidamente?
Es transversal. En general, la industria pesada y especialmente las compañías energo-intensivas han reconocido la relevancia de este cambio de eficiencia, y están progresivamente haciendo el recambio de motores.

Ahora bien, en el lado contrario, este recambio no se ha dado tan rápidamente en las empresas que no ven la energía como un insumo estratégico. Aquellas empresas, por ejemplo, que no han posicionado a la energía como un factor asociado directamente a la productividad, la competitividad y también a la sostenibilidad energética. Y de esas empresas, hay en todos los rubros.

Son organizaciones que viven “el aquí y el ahora” y no están dispuestas a invertir porque aparentemente el proceso funciona bien, pero tiene un potencial que puede ser grande al momento de migrar estos motores. No obstante, no hay un gestor energético dentro de estas empresas que haga recomendaciones o son simplemente obtusos respecto de la productividad y competitividad, que es lo que aporta la eficiencia energética.

¿Qué medidas están adoptando en la Agencia de Sostenibilidad Energética para impulsar aún más esta transición?
La Agencia siempre ha estado comprometida con mejorar el estándar de eficiencia de los motores, así como también la eficiencia en su operación. Por eso, realizamos, antes de la pandemia, dos versiones de nuestro Encuentro Nacional de Motores de Alta Eficiencia. Además, desde 2011, venimos fomentando la implementación de sistemas de Gestión de la Energía que se basan principalmente en el estándar ISO 50.001, pero no necesariamente vinculado directamente con él.

Una parte importante de estos sistemas de gestión es incorporar criterios de eficiencia energética en la adquisición o en el abastecimiento de equipos y servicios. Es decir, la organización está obligada, antes de seleccionar algún proveedor o un equipo, a incorporar criterios de eficiencia energética. Esto nos ha permitido que haya habido un recambio muy masivo de motores de eficiencia más premium, como los motores IE3.

Hoy día, tenemos una gran cantidad de empresas que se han autoimpuesto tener sistemas de gestión de la energía. Hoy en día tenemos más de 50 empresas certificadas ISO 50.001 con grandes consumos energético y más de 100 instalaciones.