La solución puede determinar que los aisladores queden sostenidos a través de marcos metálicos. En este caso para corrientes menores, los marcos pueden ser de hierro. Para corrientes del orden de 5000 A deben ser de material diamagnético (aluminio, que no puede ser ferromagnético), solución que nos hace pensar en un cable coaxial aislado con aire. Todo lo cual busca no producir calentamientos excesivos, producidos por el campo magnético de las altas corrientes involucradas.

Determinación de las barras

Algunas de las limitantes que tiene una barra son tener la sección suficiente para transmitir la corriente y su capacidad para disipar el calor producido.

La elección de una sección adecuada favorece un diseño óptimo, para la determinación de la sección es de ayuda la tabla N 6.4 de la NCH Elec. 4/2003. Para el diseño, es de interés conocer las condiciones extremas que impone el ambiente, tales como temperatura, movimiento de aire y radiación de calor. Las barras planas tienen mayor capacidad de disipación de calor.

Asimismo, la corriente máxima que puede transportar una barra depende de los factores k, que afectan la corriente en condiciones ideales. Entre estos factores, que se pueden determinar por medio de tablas, se encuentran conductividad del material, temperatura ambiente, disposición de barras, efectos skin, efectos de proximidad y densidad del aire.

Seguridad: Criterio
fundamental

Un buen diseño del juego de barras no solamente garantiza la distribución de la energía, sino que también busca la seguridad del conjunto de la instalación a los esfuerzos frente a un cortocircuito. Los esfuerzos electrodinámicos entre barras son producto de la corriente en una barra que está dentro del campo magnético que produce la corriente de la barra de la otra fase, y sobre cada trozo de barra se presenta una fuerza que tiende a desplazarlo y deformarlo.

Estas fuerzas se presentan sobre los aisladores, según sean su forma los tiende a volcar y deben resistir el momento flector que se presenta en la cabeza y en la base especialmente.

Tendiendo en conocimiento desde el diseño el comportamiento del conjunto barra-aislador frente a su entorno y las solicitaciones que pueden presentar durante su funcionamiento, se logra la elección correcta de ambos componentes, teniendo como resultado un tablero robusto a un precio económico.