Dadas las características de sus usuarios y la importancia que tiene para la comunidad, un recinto hospitalario debe tener instalaciones eléctricas de un alto estándar de seguridad, el que debe ir aumentando de acuerdo con el nivel de complejidad del establecimiento. Cabe recordar que no solo es necesario mantener en funcionamiento la iluminación y sistemas auxiliares, sino también equipamiento médico sensible a los fenómenos eléctricos y del que depende la salud de los usuarios.

No obstante, y producto del largo tiempo que demora su actualización, la normativa no siempre refleja necesariamente los últimos adelantos en la electrotecnia, y existen varios ejemplos de incendios ocasionados por fallas en las obsoletas redes eléctricas de algunos hospitales.

Al respecto, Rodrigo Muñoz, Director de Carreras de Electricidad y Automatización Industrial de Duoc UC San Joaquín, explica que la utilización de los materiales y equipos adecuados a las características de la instalación, disminuyen los riesgos de accidentes eléctricos y/o incendios, y en el caso que estos ocurran minimizan sus consecuencias en las personas y/o instalaciones. “La normativa establece que un centro de salud corresponde a un local de reunión de personas, es decir, un número superior a veinticinco personas por lapsos de tiempo superiores a quince minutos, lo cual implica una serie de condiciones adicionales al diseño”, señala.

Rodrigo Muñoz, DUOC UC.

Carlos Vásquez, COVISA.

Rodrigo Pinto, ENAC.

Al respecto, Carlos Vásquez Sáez, Subgerente de Ventas Minería, Industria y Proyectos de Covisa, agrega que algunos conductores eléctricos, dependiendo del tipo y uso, podrían ser un elemento adicional de riesgo con el fuego y provocar daños a las personas, incluso la muerte, si poseen compuestos que propaguen el fuego; que emitan gases tóxicos, o humos opacos y densos que dificulten la evacuación. “Debido a la condición de servicios críticos que prestan estas instalaciones y la mayor dependencia de equipos eléctricos para el soporte de vida, las normas internacionales se resguardan principalmente en organismos que estandarizan la utilización de los conductores eléctricos bajo condiciones de emergencia. Es así como podemos observar internacionalmente dos corrientes que regulan la utilización de acuerdo al uso y aplicación de los conductores eléctricos: los estándares americanos, regulados por la NFPA (National Fire Protection Association) y los europeos, a los cuales estamos más cercanos, que a través de la regulación CPR (Construction Products Regulation) establece las condiciones mínimas estandarizadas que deben cumplir cada uno de los materiales usados en las obras civiles de la Unión Europea”, afirma.

El ejecutivo cree que “si bien podría ser mejorada, la norma vigente puede responder a los actuales cambios tecnológicos. Sin embargo, la industria debiera mirar más a futuro con las exigencias e intentar anticiparse a requerimientos de seguridad cada vez mayores”.

Por su parte, Rodrigo Pinto, Jefe de Carrera Automatización y Control Industrial en ENAC y Participante de la Mesa Energía de la Asociación de la Industria Eléctrica-Electrónica (AIE), señala que la correcta elección de los tipos de materiales es fundamental para el funcionamiento de la red eléctrica en instalaciones hospitalarias, debido a que las cargas eléctricas de los centros hospitalarios son cargas no lineales que generan perturbaciones que van afectando la vida útil y su operación. “De ahí que es importante considerar conductores, equipos, aparatos y artefactos que estén certificados y bajo normativas de pruebas y ensayos internacionales que garanticen el correcto funcionamiento bajo estas condiciones”, agrega.

En lo relativo a los criterios de diseño de instalaciones eléctricas en este tipo de recintos, el docente de ENAC sostiene que existen actualmente documentos formales de orientaciones que entrega el Ministerio de Salud, como son la “Guía de Diseño para establecimientos hospitalarios de mediana complejidad” y “Orientaciones técnicas para el diseño de anteproyectos de hospitales complejos”, los que se amparan bajo las normativas eléctricas IEC 60364-7-710, NCh Eléc. 4/2003, NSEG 3, NFPA 99, entre otras, según indica la Superintendencia de Electricidad y Combustibles (SEC).

En cuanto al diseño de la red eléctrica hospitalaria, debe ser realizado bajo la NCh Eléc. 4/2003 y estándares internacionales como IEC 60364-7-710, NFPA 99, IEEE 80, entre otros. “También deben ser considerados los aspectos de seguridad en la instalación eléctrica, como son: cálculo de cortocircuito, asignación y coordinación de protecciones, dimensionamiento de alimentadores y sub alimentadores eléctricos, estudio de malla tierra, cálculo de iluminación, entre otros. Todos estos cálculos y dimensionamientos deben ser realizados por un profesional con licencia SEC según la clase estipulada para el tipo de instalación bajo las normas establecidas”, sugiere.

Respecto a las instalaciones eléctricas dentro de los hospitales, Pinto recuerda que esta es regulada por la IEC 60364-7- 710 y la NCh Elec. 4/2003, mientras que el riesgo de incendio está claramente identificado en la guía de instalación IEC 60364-7-710 para centros médicos y la guía de instalación IEC 60364-5-51 para equipos médicos, teniendo en cuenta la densidad de personas y la dificultad de evacuación (BA3 y BD4).

Como explica Muñoz, de Duoc UC, los requisitos para el diseño y operación de las instalaciones eléctricas en estos recintos se encuentran en la NCH 4/2003, en su punto 15 “Instalaciones en Hospitales”. “Las principales exigencias se establecen en la necesidad de continuidad de servicio para asegurar la supervivencia de los pacientes críticos y el funcionamiento del centro de salud, según lo indicado en el punto 14.2 ‘Clasificación de los sistemas de emergencia’ del mismo cuerpo normativo”, indica. “Además, señala que para hospitales de más de 150 camas se aceptará la existencia de un doble alimentador en media tensión con intercambiador automática, que impida la conexión de la instalación a ambos alimentadores simultáneamente. Esto con el objeto de asegurar la continuidad de servicio ante fallas”.

“En ese sentido, la actual NCH 4/2003 establece requisitos específicos para las instalaciones de centros de salud, ya sea para conductores, canalizaciones y/o protecciones, los cuales deben cumplir con protocolos de certificación establecidos por la SEC. Cada uno de estos materiales debe seguir un proceso de certificación previo a su comercialización, basado en estándares IEC”, añade Muñoz.

Agrega que el reglamento sostiene que, independiente del tamaño del centro de salud, deberá contar a lo menos con sistema de alumbrado de emergencia y seguridad.

El académico de Duoc UC también indica que la normativa vigente también cuenta con apartados para algunos casos especiales. “Por ejemplo, si se usan gases anestésicos combustibles, las instalaciones deberán cumplir con las exigencias de las salas de operación (15.2.2 de la norma), lo que implica que en la zona expuesta a peligro de explosión las instalaciones y sus materiales deberán ser del tipo antiexplosivas”, comenta. “En la zona de peligro de explosión de las salas de operaciones, se deben utilizar transformadores de aislación para alimentar todos los equipos, asegurando equipotencilidad. De igual modo, en las salas de operaciones, además de las protecciones normales para instalaciones eléctricas, se deberá utilizar un dispositivo detector de falla de aislación”.

Además de estas exigencias, existen otras disposiciones que conlleva a utilizar materiales y equipos con características especiales.

En la actualidad, como afirma Rodrigo Pinto, de la Mesa Energía de AIE, ya se está trabajando en un cambio de reglamento de seguridad de las instalaciones eléctricas destinadas a la producción, transporte, prestación de servicios complementarios, que busca enfrentar las nuevas necesidades que las instalaciones modernas requieren, siendo el gran desafío la futura implementación de este nuevo reglamento.

“Un gran cambio es la incorporación de actividades de mantención en las instalaciones Eléctricas, que permitirá ir chequeando el estado de los equipos y mitigar futuras fallas”, reconoce. En tanto, Rodrigo Muñoz, de Duoc UC San Joaquín, destaca la publicación en marzo pasado del Decreto Supremo N°8 “Reglamento de Seguridad de las Instalaciones de Consumo de Energía Eléctrica” en el Diario Oficial, como un reconocimiento a que “la técnica en materia de diseño de instalaciones eléctricas ha evolucionado significativamente”.

“Este decreto, en su artículo 12°, establece 19 Pliegos Técnicos Normativos, los cuales serán publicados próximamente por la Superintendencia de Electricidad y Combustibles, y que reemplazarán a las actuales normas NCH 2/84, NCH 10/84 y NCH 4/2003”, explica. “En particular, en el Pliego Técnico Normativo RIC N°11 Instalaciones Especiales, se utilizan como referencias las normas IEC 60364-7-710 ‘Electrical installations of buildings’ - Part 7-710: ‘Requirements for special installations or locations - Medical locations’ y NFPA 99 ‘Health Care Facilities Code’, las que son ampliamente utilizadas en materia de diseño de instalaciones eléctricas en recintos de salud y que imponen nuevas exigencias en la materialidad de estas instalaciones”.