José Ignacio Escobar

Como representantes de las empresas de energías renovables en Chile, ¿qué rescataría de la pasada COP25?
El anuncio de aceleración del proceso de descarbonización de Chile realizado por el Ministerio de Energía, es una de las noticias positivas que conocimos en la COP para la industria, lo que se traduce en la salida adelantada de cuatro centrales de casi 700 MW de generación a carbón que se reemplazarán por energías renovables. Estas señales son muy significativas en estas temáticas que abarcan transversalmente cambios culturales, económicos y sociales.

Además, en el marco del Energy Day, 12 asociaciones representantes del sector de las energías renovables de distintos países se unieron en un compromiso que busca impulsar conjuntamente los objetivos comunes como el reemplazo de los combustibles fósiles (tanto para la generación eléctrica como para otras aplicaciones); el relacionamiento respetuoso, armónico y constructivo con las comunidades de las zonas donde se desarrollan los proyectos, y el impulso a la competencia, entre otros. Esta Alianza Iberoamericana de Energías Renovables tendrá a ACERA como Coordinadora General durante su primer año de creación.

En paralelo, 10 ministerios de energía de América Latina y El Caribe anunciaron una meta de 70% de energías renovables para el año 2030.

¿Qué significa para ACERA haber asumido la Dirección General de esta alianza?
Para nosotros, como ACERA, esta alianza es un hito que veníamos empujando hace mucho tiempo. Impulsar un trabajo conjunto y alineado con asociaciones de otros países de la Región siempre ha sido un punto muy relevante que, en el pasado, hemos desarrollado de forma intermitente y que, con esta iniciativa, buscamos consolidar. La firma iberoamericana es una fusión muy relevante para el traspaso de conocimientos, experiencias y buenas prácticas entre todas las asociaciones y países involucrados para un mejor y más rápido desarrollo del sector de las energías renovables.

Las asociaciones adheridas al convenio marco, tenemos intereses y objetivos compartidos, por lo que hemos decidido trabajar de forma colaborativa para potenciar el desarrollo de las energías renovables en cada uno de nuestros países, y en esa misma línea, promocionar las actividades que cada asociación desarrolle en ese ámbito.

Es importante también destacar que la firma durante la COP25 es solo el primer hito, ya que promoveremos nuevas instancias para que más asociaciones sean parte de esta red iberoamericana de energías renovables y como la primera entidad que asume como Coordinadora General, tenemos la responsabilidad de darle vida a la Red durante el primer año a nuestro cargo.

¿Qué países participan actualmente en esta alianza?
Por el momento, somos 12 entidades representes de Argentina, Chile, Colombia, Ecuador, España, México, Perú y Uruguay. En específico, estas son: ACERA (Asociación Chilena de Energías Renovables y Almacenamiento), AEE España (Asociación Empresarial Eólica), AEEREE (Asociación Ecuatoriana de Energías Renovables y Eficiencia Energética), AMDEE (Asociación Mexicana de Energía Eólica), APPA Renovable (Asociación de Empresas de Energías Renovables), ASOLMEX (Asociación Mexicana de Energía Solar), AUDER (Asociación Uruguaya de Energías Renovables), CADER (Cámara Argentina de Energías Renovables), Protermosolar (Asociación Espa- ñola para la Promoción de la Industria Termosolar), SER Colombia (Asociación de Energías Renovables Colombia), SPR (Sociedad Peruana Renovable), y UNEF (Unión Fotovoltaica Española).

Probablemente, en el mediano plazo, seremos muchas más.

¿Qué rol jugará ACERA como coordinador general de esta alianza?
Como la primera Asociación en asumir el rol de Coordinador General de la alianza, tenemos el tremendo desafío de llevarla adelante y que no se quede solo en un primer impulso. Para esto, estamos trabajando una propuesta de acciones/hitos durante 2020, a través de las que pretendemos avanzar en una Red Iberoamericana de Energías Renovables más constituida, donde podamos compartir experiencias y buenas prácticas. La misión central durante este período será sumar nuevas asociaciones y países a este compromiso, como también encontrar espacios llamativos (eventos, webinars, etc.) para participar colaborativamente.

Representantes de las asociaciones fundadoras de la Alianza Iberoamericana de Energías Renovables celebran el acuerdo en la pasada COP25.

Más allá de los recursos naturales, ¿cuenta Chile con los recursos humanos y financieros para impulsar el uso de las ERNC?
De todas maneras. Con respecto al capital humano, tenemos una tarea pendiente, pero no me cabe duda de que contamos con ello. Solo se debe profundizar en la capacitación y certificación de nuestros profesionales para ampliar la fuerza de trabajo local en el sector de las energías renovables. De hecho, en Chile tenemos una oportunidad única de ser un clúster solar, eólico e incluso de hidrógeno que no hemos desarrollado con la fuerza que deberíamos.

De la misma forma, soy un convencido de que en la medida que el desarrollo de capital humano local vaya avanzando, sumado al tremendo potencial energético que tiene Chile en energías limpias, el financiamiento vendrá de la mano. Tal como ocurrió con el desarrollo de las ERNC.

¿Hacia dónde debería avanzar el país en términos del uso de las ERNC?
El sector Energía es el más contaminante en Chile y el mundo, aportando la mayor cantidad de emisiones. Sin ir más lejos, según el Informe Bienal de Actualización de Chile sobre Cambio Climático, presentado en la COP24 en Polonia, el sector Energía, en total, genera el 78% de las emisiones del país, por lo que el reemplazo a energías limpias, no solo en generación de energía eléctrica, sino también en transporte, calefacción, etc., es una potente herramienta para reducir las emisiones de esos sectores y el camino a seguir de nuestro país.

Chile debe seguir avanzando en su transición energética total, manteniendo la salida acelerada de las centrales a carbón, evitando la instalación innecesaria de centrales a Diésel e impulsando el desarrollo del almacenamiento de energía como también de las fuentes renovables en las que nuestro país tiene un gran potencial y que aún no ha desarrollado ampliamente como la geotermia, la marina, el pump storage y el hidrógeno, por mencionar algunos. Esta es la única manera de que se logre la carbono-neutralidad de Chile para el año 2050, anunciada por el Presidente Sebastián Piñera.

También es necesario avanzar rápidamente en las expansiones del sistema de transmisión, y en dotar al sistema eléctrico con servicios de flexibilidad necesarios para la operación de ERNC a gran escala.

¿Qué hitos esperan se produzcan en Chile este 2020?
2020 es muy especial para nosotros como ACERA, ya que estamos convencidos de que alcanzaremos la meta ERNC cinco años antes. La ley actual aspira a lograr un 20% de participación de Energías Renovables No Convencionales en la matriz energética del país al año 2025, pero desde ACERA siempre impulsamos que la ley debería ser 20/20, ya que era perfectamente factible. Ahora los números nos dan la razón. Sin ir más lejos, el año 2019 cerró con una participación anual ERNC del 19,4% en la matriz energética.

Desde la mirada más gremial, durante el año 2020, y como Coordinadores Generales, esperamos consolidar la Red Iberoamericana de Energías Renovables, y sumar más asociaciones y países para seguir avanzando en un trabajo mancomunado para impulsar el uso de energías limpias como una de las acciones más eficientes para mitigar el calentamiento global y la crisis climática.