“Megasequía” o “crisis hídrica” son algunos epítetos que se han utilizado recientemente para referirse al creciente problema de escasez de agua en el territorio nacional, especialmente en la zona Centro-Norte. Según un informe elaborado por la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la U. de Chile para la Dirección General de Aguas, en la actualidad existe en promedio entre 10% y 37% menos de disponibilidad del recurso que hace 30 años. A su vez, el Instituto de Recursos Mundiales asegura que nuestro país se encuentra dentro de las 30 naciones con mayor riesgo hídrico a 2025.

Entonces, para garantizar que este vital recurso sea utilizado de manera muy eficiente, asegura Nicolás Howard, Gerente de Marketing y Desarrollo de Negocios de Soltex Chile S.A., se hace necesario medir y analizar el agua con instrumentación en procesos industriales, pozos profundos, monitoreo de cuencas y nivel freático, entre otros. “Todo lo anterior con el objeto de cuantificar el recurso disponible a la vez de optimizar y racionalizar su uso al máximo, cumpliendo con la normativa”, asegura el ejecutivo.

De acuerdo con Andrés Palomino, Business Development Manager Power Generation & Water SAM Region de ABB Chile, más de 500 millones de personas en el mundo sufren en la actualidad carencia de agua por sequías y mala gestión de los recursos naturales. En este escenario, asegura el profesional, no es sorpresa que el World Economic Forum haya declarado que la crisis de agua será la mayor amenaza de la humanidad en la siguiente década.

“Entendemos las causas por las que ocurre esta escasez: cambio climático, pobreza, desigualdad, falta de políticas y uso racionalizado del agua; es por ello que el principal objetivo en la gestión del recurso hídrico es la implementación de soluciones que puedan proporcionar agua limpia a nuestra población en crecimiento”, detalla Palomino.

El ejecutivo de ABB agrega que, en ese sentido, resulta fundamental ser “disruptivos en las ideas para proveer soluciones adecuadas y utilizar la capacidad del Internet de las Cosas (IoT) para conectar todos los activos (ahora digitales) a nivel mundial y así alcanzar una gestión optimizada y comparable entre plantas que permita una optimización global”.

En tanto, para comprender mejor el objetivo de la industria del agua en relación a la gestión y manejo de su principal insumo, Raúl Cobo, Director de Fabelec Ltda., aclara que es importante reconocer que existen al menos tres tipos de industrias del agua: potable, de riego e industrial.

El primero consiste en la captación, purificación, distribución, recolección de aguas servidas y tratamiento de dicho tipo de aguas. “En este caso, el objetivo es entregar, y luego recolectar y tratar, el recurso con la calidad de servicio indicada en la norma”, sostiene. “La gestión consiste en tener el menor costo posible para tal efecto, en donde el control de pérdidas es un factor importante”, añade.

A su vez, el riego permite obtener el recurso y entregarlo en forma eficiente a las plantaciones, mientras que el sistema industrial es capaz de entregar agua de calidad requerida por una industria específica y distribuirla en forma eficiente para los consumos.

Instrumentación

De acuerdo con lo que señala Nicolás Howard, de Soltex, las empresas dedicadas al tratamiento y gestión del agua, como en todo proceso industrial, buscan evitar problemas y operar sin sorpresas. “Para esto, se requiere de equipos de medición precisos, durables y con comunicación para monitoreo remoto”, asegura. Y algo tanto o más importante que el instrumento mismo, asegura, es que se debe contar “con un buen soporte local, con personal experto y disponibilidad de repuestos y equipos para una pronta resolución de cualquier contingencia, así como para realizar acciones de mantenimiento preventivo”.

Por su parte, Cobo sostiene que en la actualidad los requerimientos más típicos están dados por instrumentos para medir la calidad del agua, presión, nivel y flujo. Es así que para lograr la digitalización de las plantas de agua se requiere de mucha instrumentación y en la medida que una planta tenga más información digital, será mucho más fácil conectarla a soluciones tipo Cloud (IoT) y tener una mejor gestión del recurso hídrico. “En ese sentido, se necesitan instrumentos de campo (flujo, nivel, analítico, entre otros) que permitan comunicación digital como Foundation Fieldbus (FF), Profibus u otros”, complementa Palomino.

En este sentido, los entrevistados no logran aunar criterios, aunque coinciden en que existen oportunidades interesantes respecto a este temática, especialmente en materia tecnológica y de las nuevas imposiciones por parte de la autoridad.

“No se ha detectado un aumento de la demanda, pero se espera un incremento importante de medidores de nivel de pozos, caudalímetros y sistemas de medición remota”, explica Cobo. Este aumento, aclara, es producto de la nueva exigencia de la Dirección General de Aguas “de entregar los datos de consumo de todas las captaciones de caudales mayores a 5 litros por segundo (l/s)”.

Palomino, en cambio, asegura que actualmente es una tendencia muy fuerte la de instrumentar lo más que se pueda una planta. Pese a ello, plantea que no es solo el concepto de incorporar herramientas analógicas, “sino más bien llevar esto a un plano digital, el del IoT”.

En temas de gestión y tratamiento del agua, Chile presenta indicadores de cobertura de clase mundial, estima Howard. En ese sentido, indica el profesional, las plantas mantienen una demanda más bien estable en el tiempo. “Donde sí se ve un crecimiento y una oportunidad importante de avanzar es en las plantas desalinizadoras de agua de mar para uso industrial y residencial, principalmente en el norte, y también en los sistemas de captación e impulsión de agua de mar sin desalar para la minería”. Ambos procesos, estima el Gerente de Marketing y Desarrollo de Negocios de Soltex Chile, requerirán instrumentos de campo para medir las variables de proceso (como flujo, presión, presión diferencial, nivel y temperatura), como las analíticas (pH, opacidad, turbidez, etc.) en las plantas de osmosis inversa en mayor medida.

La tendencia actual de los instrumentos se relaciona con la comunicación, señala Howard, es decir, que el equipo no solo pueda llevar a cabo la función de medir en forma certera y precisa, sino también disponer de protocolos de comunicación compatibles con otros equipos en planta. “De todas formas, vemos que los clientes se están preocupando más allá de las cualidades de los equipos en sí mismos, para preocuparse también del soporte local, en términos de disponibilidad de repuestos y equipos en stock, conocimiento de los equipos, servicio de postventa y apoyo en la resolución de problemas”, enfatiza. “La idea es poder contar con una solución integral que sea (Viene de página 10) capaz de considerar distintos tipos de equipos, pero en manos de un mismo proveedor”.

Para Cobo, es bastante claro que lo último y más interesante que ha salido al mercado, y que está marcando la pauta actualmente, son los medidores de caudal inteligentes: “Estos dispositivos tienen como una de sus principales características la capacidad de entregar información en forma remota”.

A su vez, Palomino asegura que, desde el punto de vista tecnológico, los instrumentos que se requieren preferentemente vienen con buses de campos digitales, en especial FF y Profibus. Asimismo, agrega, desde el punto de vista de la gestión del agua, lo que se busca es el “smart use of water and wastewater” (“uso inteligente del agua y de las aguas residuales”). “En muchos lugares del mundo el 80% del consumo de agua se desecha, cuando es posible utilizar las aguas residuales, tratarlas y utilizarlas para consumo y/o agricultura. Para lograr este objetivo, es mandatorio tener las plantas de tratamiento muy bien instrumentadas y con sistemas de control que permitan hacer la gestión del proceso de la mejor manera para obtener el agua de la mejor calidad”, concluye el ejecutivo.