Chi-Foon Chan.

¿Qué ventajas ofrece Chile para el desarrollo de electrónica?
Para las empresas estadounidenses, por ejemplo, Chile es un buen sitio para trabajar por las zonas de tiempo, pues solo hay una diferencia de 3 horas con California, lo que es manejable. En cambio, otros países, como India o Eslovenia, superan las 8 horas de diferencia.

Además, hay buen talento en nuestro campo; de hecho, tenemos un muy buen staff en nuestra oficina de Santiago.

En ese sentido, hemos crecido muy lentamente. Nos tardamos 13 años para llegar a ser 100 personas, porque un mal ingeniero es peor que ningún ingeniero. Además, cinco ingenieros son mejores que 10 ingenieros malos, porque estos últimos solo producen problemas.

Desde una perspectiva de industria tecnológica, ¿cuáles son las deficiencias que ve en Chile?
Creo que el mayor problema es que no hay una gran base de clientes. Cuando tienes 50 personas en una empresa, no importa el mercado, pero a medida de que vas creciendo, necesitas una base sólida de clientes. Esto significa que San Diego no necesitó transformarse en el próximo “Silicon Valley” del mundo, pues ya estábamos bien conectados entre nosotros. Por eso, me gustaría que nuestros empleados estuviesen más conectados con el resto del mundo, no por su trabajo, sino por su ecosistema.

¿A qué se refiere?
Lo más importante para nuestra empresa es que nuestros ingenieros se involucren con los clientes, porque es vital para su crecimiento profesional. Ambas partes tienen que estar mejor “conectadas”. Sin embargo, no está claro cómo hacer que esto suceda. Si hubiese un cliente natural sería muy simple, porque lo facilita la proximidad.

No obstante, si hubiese más clientes acá, muchas empresas de California vendrían a visitar a sus clientes y regresarían, y entonces, con el paso del tiempo, sería mucho más fácil para nuestros ingenieros visitar a sus clientes. Pero, ¿cómo logramos “conectar” mejor con el cliente? Creo que allí se encuentra nuestra siguiente etapa de desarrollo.

Con el auge de Facebook, Google y Apple, entre otros, ¿ha cambiado mucho Silicon Valley?
Silicon Valley es interesante, porque ya no es el “Valle del Silicio”, es el “Valle de las Redes Sociales”. Si bien soy un ingeniero del silicio, creo que esto es maravilloso porque hace cinco años estas empresas de software no eran clientes, pero ahora sí lo son. Han vuelto a creer que el silicio es importante.

Y como Social Media está creciendo, podemos conseguir talento de las universidades de la zona (San José, Berkeley, Stanford, entre otras). Y de todas partes del mundo vienen a invertir grandes cifras de dinero. De hecho, Silicon Valley reúne el 50% del Venture Capital y la gente está abierta a tomar riesgos.

¿Nos puede dar un ejemplo?
Esta diferencia entre Silicon Valley y otras regiones del mundo, la veo claramente cuando viajo a Asia. En esta última, siempre dicen: “Esta persona ha fallado cuatro veces. ¿Cómo lo vamos a contratar?”. En cambio, en California, dicen: “Esta persona ha fallado cuatro veces. ¿Cómo no lo vamos a contratar?”. Hay mucho de esa mentalidad de autoapoyarse entre sí.

Estamos en un momento de gran auge tecnológico. ¿Cree que este ya ha alcanzado su punto máximo?
Creo que estamos al principio y que hay varios aspectos que están impulsando este escenario. Por ejemplo, en los últimos 60 años la industria de los semiconductores no ha tenido un crecimiento tan sostenido como el actual. En décadas anteriores, esta creció y se detuvo, y así repetidamente.

Sin embargo, esta industria está siendo empujada por “olas”: la primera fueron los computadores personales, como el IBM PC; la segunda, el network, las redes; y la tercera, claramente, la del teléfono móvil y del smartphone. Ahora bien, la cuarta “ola” que está dando un empujón a los semiconductores es inteligencia artificial, la industria automotriz, el cloud computing, la ciberseguridad, el 5G y la IoT. Todas esas tendencias tienen un factor en común: necesitan mucho poder de cómputo, muchas conexiones y mucho almacenamiento. Por lo tanto, necesitan mucho silicio. ¡Lo bueno es que hay mucho silicio en el mundo!

¿Cómo participa Synopsys en el desarrollo de estas nuevas tecnologías?
Synopsys está en la cadena de valor de muchas de estas industrias, en el corazón mismo de estas innovaciones, entregando chips de silicio e ingeniería de software avanzada que colaboran en conjunto para hacer realidad esas aplicaciones.

Un ejemplo de esto es lo que está pasando en la industria automotriz. En mi mente, un automóvil es un “computador sobre ruedas”. Y no estoy hablando solo de los vehículos autónomos, que se pueden tardar 10 años más por los temas legales y éticos que se deben resolver, sino también de los autos eléctricos que en breve estarán por todos lados. Estos requieren mucho más control y sensores que sus antecesores, lo que genera un gran tema de seguridad, como pasa con el IoT.