El mundo está viviendo cambios profundos con la Cuarta Revolución Industrial y son estas las generaciones que van a liderarlo. Para entregar un conocimiento acorde a este escenario, INACAP cuenta con 20 brazos robóticos de ABB, repartidos en sus diferentes sedes a lo largo del país. Hasta 2018, ABB había instalado 130 robots en Chile (y más de 400.000 en todo el mundo); sin embargo, en el país no existen suficientes profesionales con el conocimiento necesario en robótica industrial, por lo que las empresas deben traerlos del extranjero para integrar sus soluciones. Por esto, resulta muy importante contar con programadores capacitados para sacarles el mayor provecho.

“De ahí la importancia de este paso que está dando INACAP y que nosotros apoyamos capacitando a los profesores para que estos, a su vez, transmitan el conocimiento a los alumnos de las carreras de Automatización. La innovación forma parte del ADN de ABB, por eso nos enorgullece que esta institución confiara en nuestra tecnología para educar a sus estudiantes”, declaró David Pojomovsky, Product Manager Robótica de ABB en Chile.

Los robots con los que cuenta INACAP son los modelos IRB 1200 e IRB 120, y están en las sedes de Arica, Iquique, Antofagasta, Calama, Región Metropolitana, Rancagua, Curicó, Chillán, Concepción-Talcahuano, Los Ángeles, Temuco, Osorno y Punta Arenas. Estos se utilizan en las carreras de Ingeniería en Automatización y Control Industrial, Técnico en Automatización y Control Industrial, Ingeniería en Electrónica y Sistemas Inteligentes y Técnico en Electrónica, enmarcados en las asignaturas de Automatización y Robótica Aplicada; Robótica Aplicada a Procesos Industriales y Proyecto de Título para la Automatización II, entre otras. Allí aprenden a utilizarlos, idealmente, en una línea de procesos simulada para paletizado, transferencia de objetos, manipulación de objetos, carga y descarga, entre otras aplicaciones.

Conscientes de los desafíos de la transformación digital de la industria, en INACAP están preparando a sus alumnos para enfrentar este nuevo campo laboral. “No nos enfocamos solamente en el profesional del ‘cable’, por ejemplo, en el caso de un Ingeniero Eléctrico, sino que sabemos que requieren de nuevas herramientas para estar a la vanguardia de las tecnologías, por lo que incluimos temas como la digitalización en su proceso de formación. Para ello, contamos con la infraestructura, laboratorios totalmente equipados con las tecnologías que se requieren para la enseñanza y preparación del estudiante”, señaló Katherine Henríquez, Asesora del Área Electricidad y Electrónica de INACAP.

En las empresas, los robots se pueden enfocar en diferentes tareas y todo dependerá de la integración. Los brazos adquiridos por INACAP soportan hasta siete kilos, pero los modelos IRB de ABB pueden llegar a transportar hasta 850 kilos. Con la adecuada programación, e incorporando otras herramientas, también es posible verlos en tareas de paletizado, encajonado, automatización de maquinaria, soldadura, pintura e, incluso, lavado de camiones mineros.

“Para nosotros es fundamental que en las universidades y las instituciones formadoras tengan acceso a la tecnología que se usa en la industria para capacitar a los alumnos, para que estos al salir al mundo laboral sepan las posibilidades que ofrece la robótica. En la actualidad, el país presenta un problema de baja productividad en el que la falta de automatización tiene mucho que ver; una brecha que las futuras generaciones deben contribuir a acortar”, opinó Pojomovsky.

Para Katherine Henríquez, la robótica y la automatización van de la mano: “Es difícil encontrar empresas que no utilicen la automatización dentro de sus procesos, y estas empresas cada día confían más en máquinas que mejoran la eficiencia y seguridad de su productividad. A nivel mundial estamos viviendo la Cuarta Revolución Industrial, o la Industria 4.0, donde se engloban conceptos como robótica, inteligencia artificial y digitalización, por lo que a nivel país nos adherimos a estos importantes cambios”.

Actualmente en Chile existen robots de ABB en diferentes industrias y aplicaciones. En 2017, por ejemplo, en una importante papelera se instalaron dos IRB 6700 y tres IRB 4600, para postura de tapas en rollos de cartulinas y etiquetado de pilas de cartulinas, respectivamente. Ese mismo año se integró un IRB 660 en una empresa de fábrica de alimentos para salmones para automatizar el paletizado de los sacos de alimentos.

En ambos casos, la automatización de estos procesos significó un incremento de la producción y –aún más importante– eliminó los riesgos de accidentes o enfermedades laborales que acarreaban estas tareas. Desde septiembre de 2016, y de acuerdo a la actualización de la Ley 20.949 o Ley del Saco, el máximo de carga que puede llevar un hombre son 25 kilos, y solo si la manipulación manual es inevitable.

Otra industria que cuenta con robots ABB es la de Food & Beverage, particularmente empresas que producen yogurt, las que han incorporado robots IRB 360 para realizar tareas monótonas como agregar cucharas a los envases de yogurt con cereal.