¿Cómo ve la incorporación de tecnologías avanzadas en la Minería?
La incorporación de esas tecnologías en la industria minera constituye una realidad. La automatización, la Inteligencia Artificial, el Big Data y más, son componentes esenciales de lo que llamamos “Minería Inteligente” (Smart Mining) o “Minería 4.0”, es decir, una minería que hace uso intensivo de tecnologías digitales y especialmente de Tecnologías de Información y de Comunicaciones. Son herramientas necesarias para hacer que la minería se vuelva no solo más eficiente, sino que también brinde mayor seguridad a sus trabajadores. De hecho, ya hay empresas de la gran minería, como Codelco, que están progresivamente incorporando estas tecnologías y es posible que en el mediano plazo ya sean un estándar, un elemento habitual en las faenas.

Codelco es pionera a nivel mundial en el uso de camiones autónomos, los que comenzaron a ser utilizados en la división Gabriela Mistral y hoy en día su uso se ha extendido incluso a la minería subterránea, puestos a prueba en la división El Teniente a partir de este año. La empresa ha sido también líder en la transformación digital de los procesos mineros y la utilización de centros integrados, actualmente operando en El Teniente y Ministro Hales. Estos centros permiten una visión global del proceso minero, mejorando la coordinación y comunicación entre las distintas etapas productivas y, por ende, la productividad de la faena.

¿Hay alguna tecnología que debe ser prioritaria en el camino hacia la digitalización?
No existe una sola tecnología prioritaria transversal a la cadena productiva, sino que depende de los distintos procesos a intervenir. Además, antes de definir las tecnologías claves para que las empresas mineras se inserten en la revolución tecnológica, se debe definir cuáles son los desafíos que enfrentan, como también cuáles son las necesidades de la industria.

A nivel operacional, ¿qué problemáticas deberían resolverse con estas tecnologías?
Es evidente que existen diversas problemáticas que debemos resolver a nivel operacional, como la seguridad de los trabajadores, la continuidad de las operaciones, el aumento de la productividad, la disminución de costos, el impacto medioambiental, etc. Es en base a estos desafíos que se debe definir las tecnologías a utilizar, tomando en cuenta también en qué proceso, de toda la cadena de generación de valor de la minería, queremos enfocarnos.

En cuanto a la gestión de las operaciones mineras, en términos generales, el desafío principal es alcanzar procesos más eficientes, para lo que la transformación digital debiese ser prioritaria a la hora de impulsar el desarrollo de nuevas tecnologías en el país.

¿Cuenta Chile con el capital humano necesario para realizar esas implementaciones?
El informe “Revolución Tecnológica 4.0 y capital humano en Chile: una mirada desde la minería” publicado por Beauchef Minería, centro de pensamiento del que el AMTC es socio fundador, reveló que en el sector tenemos falencias en la formación de profesionales capacitados para enfrentar el creciente uso de las tecnologías digitales avanzadas.

Si bien en Chile ha aumentado sostenidamente el número de egresados de ingeniería en minas (de 56 en 2007 a 578 en 2017), lo que necesitamos realmente son profesionales con doctorados que sean integrados a las empresas mineras, pues los doctores tienen la capacidad de resolver problemas de alta complejidad y habilidades para la investigación, pueden resolver nuevos problemas y trabajar con el alto grado de incertidumbre que generarán los datos obtenidos por las nuevas tecnologías. Si nos comparamos con otros países mineros nuestra posición no es buena: mientras Chile tiene 15 personas dedicadas a I+D por millón de toneladas métricas de cobre en sus empresas mineras, Canadá tiene 950 personas y Australia, 1.200. Por eso, desde la academia abogamos por una mayor inversión en investigación científica por parte de la industria chilena, pues redundará en la formación de capital humano realmente calificado y local.