Los grandes focos de inversión de la minería nacional se han centrado principalmente en las áreas operacionales y, en esta búsqueda de eficiencias, ha llegado el momento de dar un salto y aprovechar las tecnologías disponibles para el crecimiento del sector mediante la modernización de sus procesos.

De acuerdo con Ignacio Hidalgo, Gerente Comercial de Banca y Minería de Claro Chile, “en la actualidad nos estamos preparando para operar faenas mineras de manera remota, como una forma de garantizar la seguridad de las personas y de las faenas. La continuidad operacional pasa a ser clave en esta digitalización de procesos de las empresas mineras, las que no se pueden dar el lujo de detener sus operaciones bajo ninguna circunstancia”.

De alguna manera, este foco en la continuidad de las operaciones llevó al sector a mantener procesos de trabajo bastantes tradicionales y a proyectar una visión de que “si el sistema funciona, hay que dejarlo tal cual”, como explica Juan Pablo Gallay, Gerente Comercial de Interlog.

Y aunque hay muchas mineras que ya cuentan o están implementando sus departamentos de Transformación Digital para analizar qué significa realmente para ellos la digitalización, el enfoque no debe limitarse al uso de tecnologías para hacer cosas nuevas.

Ignacio Hidalgo, CLARO CHILE.

Juan Pablo Gallay, INTERLOG.

Daniel Peña, CISCO CHILE.

Carlos Otárola, SCHNEIDER ELECTRIC.

Roberto Hernández, TECHVALUE.

Alberto Kita, SIEMENS.

Robert Bauerschmitt, FABELEC.

Cristian Gálvez, EATON.

Carlos Delgado, ABB.

Fernando Gariazzo, CESKAT.

Héctor Martínez, EATON.

Albert Alarcón, PHOENIX CONTACT.

Como afirma Daniel Peña, Gerente de Cuentas de Minería de Cisco Chile, “no estamos hablando solo de tecnología para hacer cosas nuevas, sino que de transformar la forma de hacer las cosas. No se trata de digitalizar porque viene un competidor y nos va a sacar del mercado, como ha pasado en otras industrias, sino que vemos la digitalización como la herramienta para optimizar los procesos e incrementar la seguridad”.

En este sentido, empoderar a los ejecutivos mineros en la toma de decisiones con la entrega de datos certeros y en tiempo real de sus procesos, es uno de los desafíos que enfrentan los proveedores de tecnologías de información para la minería. Para Carlos Otárola, Gerente de Minería de Schneider Electric, “el proceso minero en Chile es bastante tradicional, por lo que hay algunos clientes muy reacios a adoptar nuevas tecnologías. Es la lucha constante que tenemos con estas generaciones que vienen trabajando en minería hace mucho tiempo y es importante que ellos entiendan que contamos con todo el equipamiento necesario para entregarles la información que requieren para la toma de decisiones relacionadas con su producción”.

Para Roberto Hernández, Gerente de Ventas de TechValue, esta “tradición” en la industria minera genera otro tipo de desafíos para las empresas proveedoras: “Hay que tratar de cambiar la cultura de los trabajadores y operadores, reforzar que la tecnología los viene a apoyar y a impulsar mejoras para todos, tanto para el entorno de la seguridad, los procesos y para las mismas utilidades del proceso minero”.

Y aunque la digitalización es un tema del que se habla hace ya un par de años, lo cierto es que por estos días está tomando un nuevo impulso. “Las altas gerencias de las compañías se dieron cuenta de la necesidad de la digitalización y la están promoviendo. Hay mucha gente en la planta que se resiste, que quiere la tecnología probada antes de implementarla, pero ya los altos ejecutivos están convencidos de que la digitalización es el futuro y que hay herramientas que son útiles para ver el detalle de toda la operación en una sola pantalla y tomar decisiones”, explica Alberto Kita, Gerente de Ventas de la división Process Solutions de Siemens.

Hay muchas razones para que una minera emprenda un proceso de transformación digital, y su adopción crecerá en la medida en que la industria tecnológica incluya en su oferta herramientas listas para utilizar y que no requieran una gran inversión en horashombre para desarrollar. Ciertamente, esto será un motor para la adopción de las tecnologías por medio de las que la industria busca reducir riesgos y optimizar procesos. Sin embargo, en paralelo, hay inhibidores que no solo se relacionan con la forma de operar en el sector minero, sino que también tienen que ver con el modo en que “conversan” los departamentos de TIC (Tecnologías de la Información y Comunicaciones) y OT (del inglés “Operational Technologies”, Tecnologías Operacionales). Sus necesidades parecen ser tan distintas, pero a la vez las mismas y, en el común de los casos, es difícil hacerlos trabajar juntos, pues cada uno vela por su infraestructura, requerimientos, estándares y normas… En fin, por su “metro cuadrado”.

Un ejemplo muy claro de la distancia entre TIC y OT lo entrega el ejecutivo de Cisco: “Cuando OT necesita comprar un HMI, el proveedor le puede decir ‘OK, necesitas un computador’, a lo que inmediatamente responden que no le pongan esa denominación en la orden de compra, pues pasaría a ser cargo del área de TIC. Para OT, entonces, es mejor hablar de ‘estación de operación’”.

“Falta que existan equipos comunes entre ambas áreas, pues una relación más estrecha entre ellas, un mejor entendimiento, puede lograr que un proyecto prospere. Justamente se necesitan esos equipos interdisciplinarios para que se cree el lazo y se genere la confianza entre ambas partes”, afirma Robert Bauerschmitt, Gerente General de Fabelec.

“Hay mineras que ya iniciaron este camino de integración TIC/OT donde ambas áreas dependen de la misma ‘cabeza’, es decir, tienen un solo grupo donde conviven especialistas de ambas áreas. Hay que entender que desde hace bastante tiempo hay conceptos de Tecnologías de la Información que se están metiendo en el ámbito de la Automatización y Control Industrial. Por ejemplo, al momento en que la transmisión es por Ethernet, se hace necesario hablar de ciberseguridad, concepto que no maneja OT y que sí requiere un especialista de TIC”, comenta Peña.

En este aspecto, Juan Pablo Gallay añade que antes las áreas de OT no se preocupaban de la ciberseguridad, mientras que en la actualidad, esa temática ha pasado a ser uno de sus problemas. “Algo similar pasa con los departamentos TIC: antes la velocidad de transmisión no era una preocupación, pero ahora sí lo es. Y a esta se irán sumando la seguridad de las personas, el cuidado del medioambiente, entre otros temas que son atingentes al mundo OT y no al mundo TIC”.

Por su parte, Cristian Gálvez, Gerente de Negocios de Eaton, explica que es la misma tecnología la que empuja la integración. “Ya ha habido cambios y seguirán ocurriendo. La misma necesidad de Ethernet lleva a los dos mundos a interactuar. Eso antes no ocurría, pero ahora está la necesidad y ya estamos viendo cambios y hay más por venir”.

La integración del mundo TIC y OT hace que la ciberseguridad se convierta en un tema especialmente relevante para un área que no solía centrar su atención en protegerse y que, por mucho tiempo, su estrategia de ciberseguridad se basó en desconectar sus sistemas del mundo exterior (léase redes LAN corporativas y posteriormente, Internet), transformando cada línea de producción en su propia “isla”.

“Luego, vinieron los requerimientos de que los expertos de los fabricantes se conectaran de forma remota para ofrecer soporte, ya sea configurando equipos o resolviendo fallas. Frente a estos, aparecieron como solución, los firewalls industriales que entregan una sensación de seguridad pero que, como sabemos, no protegen contra todo tipo de amenazas”, dice el Gerente General de Fabelec.

Para Carlos Delgado, Technical & Design Promotion Specialist de ABB, “cualquier solución tecnológica que requiera la industria debe estar desde su inicio conceptualizada para manejar todo lo relacionado con ciberseguridad, con control de accesos y con políticas de whitelisting. Todo eso debe venir desde el inicio para que luego la integración de estos sistemas no se haga engorrosa o imposible”.

Pero cualquier implementación de ciberseguridad debe necesariamente complementarse con el compromiso del usuario. “Hoy el eslabón más débil es la persona. Los malware se propagan por conectar el PC de la empresa al Internet de la casa, o por revisar el pendrive que estaba botado. Hay mucho que hacer en ciberseguridad y no basta con tener uno o dos productos ni a una persona frente a la pantalla de un sistema de gestión de eventos e información de seguridad mirando alertas. Necesitamos algo que procese todas esas alertas en forma automática, tome medidas y aísle el problema. Aún hay mucho camino por recorrer”, detalla Cristian Gálvez, de Eaton.

Si bien hay consenso de que no existe una tecnología dominante que esté en auge en la industria minera, ciertamente hay un interés en explorar las tecnologías nuevas como la transmisión inalámbrica mediante LTE, la Inteligencia Artificial y el Machine Learning. Parte del interés de la industria minera también se centra en las plataformas que dan visibilidad de los procesos operacionales hacia las capas gerenciales. Esta visualización del proceso hacia arriba trae consigo la necesidad de extraer valor de esos datos desplegados, aunque ese es un ámbito aún poco explorado.

“Obtener información de datos desde las plantas, minas o procesos es posible hace mucho tiempo, pero hoy son muy pocos -incluso diría que ninguno- los que hacen algo con esa información. Hay cantidades masivas de data, pero no se está haciendo inteligencia con ella como para después obtener un informe que permita tomar una decisión en tiempo real. Ahí se empieza a enganchar el Big Data, IA y Machine Learning”, comenta el profesional de Cisco.

En este sentido, los proveedores de tecnología para el sector minero deben enfrentar otro desafío que, según indica Fernando Gariazzo, Gerente de Ventas de Ceskat, es romper el paradigma de los tomadores de decisiones respecto a la inclusión de tecnología. “Todos tenemos tremendos sistemas para ofrecer al mercado, pero no tenemos cómo llegar porque hay una reticencia de parte de las empresas. La tecnología existe hace años, pero el tema es cómo lograr que ellos capten este mensaje y lo puedan implementar. Por ejemplo, un proyecto específico de telemetría nos ha costado mucho : hicimos todo el análisis de flujo en una minera, pusimos equipos en pruebas durante más de un año, y fue solo cuando tuvieron certeza de las bondades de la tecnología que dieron el ‘vamos’ al proyecto”, explica.

Para Héctor Martínez, Gerente de Negocios de Eaton, “existe una barrera que tiene que ver con el lenguaje. Puedes aparecer con la tremenda tecnología, pero el minero es de ‘tocar las cosas’, de ver cómo opera. Eso le brinda seguridad”. En esta misma línea, el auge de las startups con soluciones de alta especificidad para la industria minera es otro de los promotores de la adopción de tecnología, y estos emprendimientos se convierten en un aliado estratégico para algunos grandes proveedores integrales.

Tal es el ejemplo de Claro que, de acuerdo con Ignacio Hidalgo, ha establecido varias alianzas con emprendimientos. “En nuestra compañía, no podemos desarrollar el ‘músculo’ que se requiere en todos los nichos, pero sí integramos, y para ello trabajamos con empresas que hacen ingeniería de nicho, no solo en Big Data, sino también en conectividad y otras tecnologías”, comenta el ejecutivo.

Finalmente, Héctor Martínez, de Eaton, concluye que los proveedores tienen un espacio muy importante por cubrir y que está relacionado con ofrecer al cliente minero una solución que responda a sus verdaderas necesidades de negocios. “La percepción que veo de parte de los clientes es que toda vez que tienes algo nuevo llegas a venderlo. Eso genera una barrera, pues no necesariamente entienden el beneficio que les trae y porque muchas veces hay implementaciones que no son más que moda. Nuestro desafío es generar un acercamiento que nos permita trabajar en equipo con el cliente, y eso no siempre es fácil”, finaliza.