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La Electrónica Chilena
frente al desafío de Asia

Chile está a punto de transformarse en el corredor económico de América Latina. Tiene firmado un tratado de libre comercio (TLC) con Corea, está ad-portas de finalizar un acuerdo con China y ya avanzan firmemente las conversaciones con Japón.

En este contexto, se espera que nuestro país se convierta en una plataforma comercial para la Región, con un mercado de aproximadamente 100 millones de habitantes. Todo un desafío para la Industria Electrónica Chilena.

En comparación con el resto de las industrias nacionales, por tamaño y volumen, se considera que la Electrónica es una industria pequeña, pero su accionar es mucho mayor que su tamaño, pues es transversal a la industria en general y las soluciones que promueve potencian toda la economía chilena.


El nuevo escenario: Ventajas y
desventajas

Dado el nuevo escenario, Chile perfectamente puede convertirse en la plataforma de negocios en Latinoamérica para las empresas asiáticas, entregando servicios como respaldo técnico, representación y joint-ventures, entre otros. En una primera etapa, las empresas chilenas verán un aumento en la transferencia de tecnología, disminución de costos de componentes, aumento en la calidad de los productos finales y mayor especifidad de las soluciones "hechas en Chile". Las empresas de Asia necesitarán a las empresas locales para que ellas les puedan representar o bien entregar el respaldo técnico necesario que este tipo de componentes necesita.

Con la apertura económica, gracias a los diversos TLCs que Chile ha firmado, la Industria Electrónica tiene la oportunidad que brinda esta apertura, pudiendo aprovechar a las empresas Pymes asiáticas que suministran insumos en las cantidades que el mercado chileno necesita; igualmente la baja de aranceles permite bajar los costos finales.

Ventajas y Desventajas de la
Fabricación Electrónica en Asia
Beneficios Problemas
Reducido costo de desarrollo: Fabrican soluciones que ya están probadas en el mercado.

Reducido costo unitario: Algunas de las empresas bajan el costo unitario gracias a la adquisición de componentes y la mano de obra más barata.

Reducido costo de fabricación: Los empresarios asiáticos privilegian diseños funcionales y fáciles de producir, bajando así el costo de fabricación.

Rápida puesta en el mercado: Valoran fuertemente el trabajo rápido, pero no necesariamente de mayor calidad.

Control de calidad occidental fiable: A través de certificaciones internacionales.
Problemas de transferencia tecnológica y respeto a las patentes industriales.

Baja capacidad de respuesta por traslado de mercaderías.

Bajo seguimiento a los componentes adquiridos: La adquisición de cualquier tipo de componentes en Asia significa tener una pérdida aproximada del 10% de ellos.

Dificultades de idioma: Diversos idiomas, como mandarín, inglés, español, hoklo taiwanés y hakka, entre otros.

Choque cultural en el área de negocios: Una de las diferencias a la hora de "hacer negocios" han sido las modalidades de la cultura oriental en general.

Una de las desventajas más significativas que presentan las empresas locales ha sido la baja disponibilidad de componentes específicos, pues debido al reducido tamaño del mercado chileno no hay stock de productos. En este contexto, muchas empresas ya están trabajando con subcontratistas en China, Corea o Taiwán, para lo que ha sido de gran ayuda la inserción internacional que les ha permitido las misiones tecnológicas internacionales de AIE, a través de las cuales han contactado directamente a empresas de alta tecnología.


Desafío País

La electrónica nacional es "a medida", pues en Chile se hacen desarrollos profesionales y sustentables. Para ello, hace falta el compromiso de empresarios y tecnócratas que permita implementar soluciones criollas, sustentables y, aún mejor, con desarrolladores locales, permitiéndonos independencia de empresas e ingenieros extranjeros, ofreciendo soluciones en nuestra lengua.

Chile tiene diversos modelos a seguir, como Finlandia, India e Israel, que son ejemplos claros, pero descon-textualizados de nuestra realidad. Para crecer, la industria nacional debe liderar el desarrollo y proveer soluciones a los clusters líderes nacionales como salmón, celulosa, cobre o vino; como la industria electrónica israelí lo hizo en defensa, o la india en software. Después de todo, los técnicos chilenos conocen en profundidad los reales requerimientos de la industria local, tanto técnica como históricamente.

La industria electrónica perfec-tamente puede seguir trabajando como está: disgregada, sin un apoyo claro por parte del Estado. Por ello, es de vital importancia que se creen polos de desarrollos viables como un centro de transferencia tecnológica en Santiago, que permita concentrar empresas que se presten apoyo mutuo y eficaz, y que a la vez baje sus costos operativos.

La electrónica chilena puede enmendar su rumbo y convertirse en el líder de desarrollo tecnológico para los más importantes cluster nacionales como el minero, salmón, forestal o agricultura, que permita entregar productos con valor agregado y que permita a Chile convertirse en el líder tecnológico del Cono Sur.

Por Manuel Muñoz Núñez, Centro de Prensa de la Asociación de la Industria Eléctrica-Electrónica.
Mayor información en
http://www.aie.cl/mision/asia2005/electronica.pdf

Octubre 2005
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