La interconexión entre los equipos, maquinarias y tecnologías de una planta es lo que se conoce como la “Cuarta Revolución Industrial” o la transformación digital. Para ello, resulta necesario que las empresas actualicen sus bases instaladas con nuevas tecnologías que den paso a la automatización y el intercambio de datos, lo que considera trabajar con protocolos más abiertos que permitan extraer la información. Esto optimiza sus procesos y rendimiento, pero a la vez crea una necesidad: la ciberseguridad.

Un ciberataque, por ejemplo, a una subestación eléctrica es muy poco probable, pues se debe tener acceso a la red y, por ende, vulnerar los cortafuegos, o la persona necesariamente tiene que conocer de protocolos de comunicación y de cómo opera una subestación, o en su defecto, saber cómo manejar un sistema de control local (HMI) con los niveles de autentificación requeridos. No se tiene antecedentes en el mundo de ciberataques a infraestructuras eléctricas; solo hay evidencia de ciberataques a sistemas de control de procesos. No obstante, lo que sí es probable que ocurra es que un virus pueda hacer colapsar una infraestructura, borrar archivos o dejar fuera de servicio a un sistema de monitoreo-control de una subestación eléctrica.

Estas vulnerabilidades pueden ser eliminadas mediante procesos de auditorías bien conocidos. Por ejemplo, al realizar un proceso de auditoría de ciberseguridad en una subestación eléctrica se pueden evidenciar falencias como “puertos TCP abiertos”, acceso a computadores desde dispositivos de almacenamiento masivo, un amplio rango de direcciones IP accesibles, uso de claves muy débiles, etc. Existen servicios donde se realiza una auditoría en profundidad de manera rápida y se genera un informe con acciones a aplicar.

La interconexión entre equipos se puede dar a través de estándares abiertos o plataformas Cloud, que sería parte del Internet de las Cosas Industrial (IIoT, por su sigla en inglés) que va desde el monitoreo de motores, al control de una planta completa, pasando por soluciones de ciberseguridad. La Internet de las Cosas es la base de la Cuarta Revolución Industrial y abarca mucho más que el M2M, que es la comunicación máquina a máquina en un sistema cerrado para ofrecer un servicio de mantenimiento a distancia.

La Internet de las Cosas Industrial también implica a personas y vehículos, por ejemplo, además de los dispositivos y máquinas industriales. Para conectarse al IIoT, no hay límites en el campo de las aplicaciones. Hoy tenemos más de 200 desarrollos a la fecha relacionados con el Internet de las Cosas en la industria, solo en ABB.

Respecto a las normativas de ciberseguridad, están la norma europea y la norteamericana. En Chile existe un Comité Interministerial sobre ciberseguridad, pero todavía no hay una norma definida, por lo que -por ahora- algunas instituciones, como los bancos, trabajan con la norma europea, la que, en un acuerdo provisional, indica la importancia de que las infraestructuras críticas, como lo son las redes eléctricas, de agua, de energía y los bancos, se certifiquen para mejorar la seguridad tanto de empresas como de los consumidores.

Hacer del mundo digital un lugar más seguro tiene un papel muy importante, ya que además de evitar los ciberataques, potenciará este mercado.