AUTOMATIZACIÓN Y CONTROL INDUSTRIAL Digitalizar los procesos productivos, la clave para el futuro Por Equipo de Prensa de Revista ElectroIndustria Desde sus orígenes, el concepto de Automatización define a aquellas tecnologías que permiten desarrollar procesos o procedimientos mejor y más eficientemente, con una mínima asistencia humana. Sobre esta base, la evolución que ha experimentado la industria está relacionada no solo al control de una máquina, sino que al control del engranaje corporativo en su totalidad.
“Efectivamente, lo que entendemos por Automatización no ha cambiado en el tiempo, que sigue siendo ‘hacer procesos más eficientes y más seguros para la gente’. No obstante, el elemento que ha cambiado es que la automatización es actualmente necesaria para todo el modelo de negocios”, expresó Mario Saavedra, Gerente Gestión Sucursales de RHONA. “Hace 35 años, la tecnología de Automatización, más que reemplazar personas, buscaba hacer el trabajo más seguro para los trabajadores. En la actualidad, busca hacer el trabajo más conectado, unirlo más al trabajo del gerente (quien tiene otra mirada del negocio), de manera de operar con un sistema de negocios mucho más eficiente, lo que finalmente se notará en las utilidades de la compañía”, añadió. Fabián Hernández, SIEMENS. Gustavo Jaramillo, SCHNEIDER ELECTRIC. Cristian Jacobsen, PHOENIX CONTACT. Robert Bauerschmitt, FABELEC. Ariel Arriagada, SCHNEIDER ELECTRIC. Una opinión similar comparte Raúl Godoy, Consultor Senior Automatización de Festo, para quien la automatización ya no se ve solo desde el punto de vista del control de una máquina, sino que engloba de modo integral al modelo de negocio de la organización. “La automatización visualiza todo, desde cómo capturamos la información del cliente, con un enfoque muy centrado en él, hasta cómo configuramos la manufactura para darle lo que realmente quiere. Ya no es una automatización enfocada tan específicamente en un gabinete, sino que es más global; es una gestión completa que involucra muchos departamentos a la vez”, indicó.
Por su parte, Fabián Hernández, Gerente de Factory Automation de Siemens Chile, señaló que “cuando nacieron los primeros sistemas de automatización, el enfoque estaba en poder producir un poco más y mejor. En cambio, hoy en día, sin automatización no vives, es una necesidad real dentro de la empresa. La automatización cambia el concepto de hacer las cosas y tiende a la digitalización, que permite trabajar con los niveles de automatización que hoy estamos implementando y que tienen relación con lo que se conoce con la Industria 4.0”. Automatizar o quedarse en el pasado Quien se queda en el pasado, no participa. Así de simple parece ser la realidad de las empresas que no modernizan sus procesos y que no serían pocas, por cuanto, según estadísticas comentadas por Fabián Hernández, casi el 50% de las empresas que pertenecían al Fortune 500 en el año 2000, no existen en nuestros días, debido a que no se automatizaron.
Para Gustavo Jaramillo, Director de Negocio Industrial de Schneider Electric, hay una analogía interesante entre la automatización y bienes como el teléfono inteligente. “Antes era un lujo, hoy es nada, casi un bien de primera necesidad. Lo mismo pasa hoy con la automatización: antes era vista como lo máximo y hoy es básico, pues si no se implementa automatización en la empresa y sus procesos, simplemente sale del juego, pues pierde competitividad. Es decir, la automatización es el medio mediante el que logra competitividad y productividad”, afirmó.
Sin embargo, a juicio del consultor de Festo, ganar competitividad y productividad mediante la automatización no debe centrarse en implementar tecnología por la tecnología misma, sino que debe determinarse qué tan rentable es “inyectar” tecnología y el consiguiente cambio cultural. “La primera etapa de este proceso tiene que ser el foco en el cliente y qué es lo que necesita para añadir la tecnología correcta. No se requiere aplicar todo, pero sí depende de qué beneficios se persiguen y de la rentabilidad que se obtiene con la nueva plataforma”, indicó el ejecutivo. De la Automatización a la Digitalización Si ya los procesos automatizados hace 10 o 15 años producían muchísimos datos, hoy en día el volumen de información generada es inmanejable, por lo que la digitalización surge como una herramienta para poder extraer valor de esos datos.
“Esto no es una revolución, sino que una evolución”, señaló el Director de Negocios de Schneider Electric. “Es tan inmensa la cantidad de datos que genera un solo equipo por día y por hora que el cerebro humano es incapaz de generar valor agregado a partir de esos datos. Y ahí es donde entra la digitalización, que toma esos datos y les da valor para que el cliente pueda, a través de su análisis, tomar decisiones más certeras”, añadió.
En este sentido, de acuerdo con Cristian Jacobsen, Gerente General de Phoenix Contact, el análisis de los datos es una diferenciación clave entre aquellas empresas que apuntan a la Industria 4.0. “El que sea capaz de interpretar y procesar más rápidamente toda esta información se convertirá en el líder de su segmento. Por lo tanto, una vez más el modelo de negocios y la competitividad de la empresa hacen que la digitalización, junto con la automatización, sean la gran ventaja competitiva”, comentó el profesional.
A su juicio, una buena comunicación y el trabajo mancomunado entre profesionales de diferentes áreas son esenciales para que la automatización vaya de la mano con la digitalización y, en consecuencia, con el éxito de la empresa. Es aquí donde juega un rol relevante la llamada Convergencia entre TI (Tecnologías de la Información) y TO (Tecnologías Operacionales), que no solo deben unirse a fin de facilitar la colaboración, sino que deben trabajar en conjunto en beneficio de la rentabilidad del negocio.
“Estos dos mundos están viendo quién toma el liderazgo en la implementación de soluciones de automatización y digitalización. Pero estamos en el momento de la transición, por lo que cualquier cosa puede suceder, y dependerá mucho del CEO y cómo ponga a trabajar en conjunto esos dos brazos con los que cuenta”, expresó Daniel Andrade, Product Sales Manager de ABB en Chile. Una mirada sectorial El sector de logística, impulsado por los avances de Amazon a nivel global y de la potente industria del retail en nuestro país, fue uno de los primeros en Chile en subirse al carro de la digitalización y automatización, principalmente en lo que respecta a su proceso de entrega. Sin embargo, hay algunas industrias tradicionales de procesos, como la minería y la papelera, que no han mostrado el mismo impulso que sus contrapartes.
A juicio de Robert Bauerschmitt, Gerente General de Fabelec, la automatización ya se ha dado con éxito en otros rubros, como en la banca o las aerolíneas, y todo ello gracias a los avances de la informática y el manejo de la información. Sin embargo, se observa un rezago considerable en las implementaciones que hay en la industria minera. “Si analizas los grandes proyectos que hoy están en construcción, como Chuquicamata Subterráneo, los equipamientos que están encargando son los mismos que hace 15 años. Falta mucho para que haya un salto cuantitativo en innovación”, indicó.
Para Gustavo Jaramillo, la única forma de poder implementar nuevas tecnologías y colaborar con la industria, cualquiera que esta sea, es que la empresa sea permeable a la innovación, que se arriesgue a desarrollar proyectos piloto con nuevas tecnologías. “Ahí creo que nos enfrentamos con un tremendo desafío. Tenemos una industria minera potente, pero muy conservadora, y la única forma que tenemos de romper esas barreras es tomando riesgos”, agregó.
En el otro extremo del espectro, la agroindustria chilena es, a juicio de los asistentes, un caso de éxito a destacar y del que hay que aprender. Pese a que las diferencias entre sectores y empresas son enormes, con algunos productores que calculan su productividad mediante balance de masas de la fruta que entra y sale, hay otros que ya trabajan en visión artificial para tener información más detallada de sus productos.
Ciertamente, el hecho de que la agroindustria nacional esté principalmente orientada a las exportaciones es un factor que determina las inversiones.
Estas compañías no solo deben estar a la vanguardia para poder competir en un mundo globalizado, sino que además las distintas normativas de Salud y Seguridad Laboral de los principales mercados de destino, las obliga a contar con tecnología de punta en materias de seguridad, trazabilidad y control.
Y así como la agroindustria, son varios los sectores a nivel nacional que deben ponerse al día en sus inversiones en automatización y control de procesos, abriendo espacios para concretar pilotos y proyectos a pequeña escala que permitan determinar la efectividad y rentabilidad del proyecto. De lo contrario, arriesgan lo que muchas empresas han debido sufrir con angustia por no tener una visión a futuro: automatizarse o morir. |