¿Cuál es el objetivo del IIoT? ¿Qué tecnologías le dan base a este concepto?
El objetivo primordial de la IIoT es interconectar una serie de cosas u objetos cotidianos de tal manera que se pueda mejorar la productividad de la industria, a través de la facilitación de los procesos, logrando con ello una mayor eficiencia y efectividad, y, a su vez, creando productos de mayor calidad. La presencia actual de Internet a nivel global y con mayor grado de robustez ha permitido desarrollar y consolidar el IoT tanto a nivel de usuario como industrial. A esto se suma una baja de costos tanto del hardware como de los sistemas de comunicación, lo cual evidentemente ha permitido elevar el nivel de acceso a este tipo de tecnologías.

¿Cuenta Chile con la infraestructura necesaria para implementar este tipo de proyectos?
Me parece que a nivel local tenemos una dificultad bastante grande en aspectos relacionados a la tecnología, ya que se está desarrollando muy lentamente. El problema es que el IoT se basa fuertemente en hardware y nuestra industria local es aún demasiado incipiente en este campo. Hoy en día se habla mucho del edge computing, es decir, que los procesos se van a realizar en gran parte o por completo en nodos de dispositivos inteligentes o de “borde”, en vez de tener lugar principalmente en un entorno de nube centralizada. Por eso, pensar en mandar todo a la nube en el IIoT no será factible, lo cual implicará que los dispositivos tendrán que ser más sofisticados y con mayor capacidad de procesamiento, lo que requiere un conocimiento y desarrollo de hardware que en Chile no tenemos. En la medida que esta tecnología siga creciendo, el pensar en colocar un simple procesador, una tarjeta o sensor, sencillamente, no va a ser suficiente.

En este sentido, ¿qué ocurre específicamente en cuanto a los sistemas de comunicaciones?
En el aspecto concreto de las comunicaciones, va a depender de la aplicación. En el caso de la agricultura, por ejemplo, tenemos escasa conexión a nivel rural. Por lo tanto, la comunicación a este nivel no será fácil, ya que la infraestructura que proveen las compañías de telecomunicaciones evidentemente no ha llegado a todos lados. En el caso de la minería, por otro lado, también se generan dificultades, porque esta funciona en zonas hostiles para la comunicación, por lo que se necesitan sistemas sumamente robustos. Obviamente, a lo largo del país existe una infraestructura de comunicaciones bastante desarrollada a nivel urbano, pero falta mayor conectividad en aquellas zonas donde hoy se está requiriendo más.

¿Cuáles cree serán las industrias que impulsarán la adopción del IIoT en nuestro país?
Me parece que son, precisamente, la minería y la agricultura las industrias más fuertes hoy en día y las llamadas a liderar este fenómeno. La banca y el retail las siguen en cuanto a importancia, pero ambas ya tienen desarrolladas bastante aplicaciones y sistemas. En el área de manufactura, se está utilizando mucho IIoT, sin embargo lamentablemente Chile no impulsa mucho esta área productiva. Es por eso que tanto la minería como la agricultura tienen actualmente un enorme desafío y una labor titánica por hacer en esta materia.

¿Qué proyectos de IIoT en Chile y alrededor del mundo destacaría?
He tenido que evaluar una serie de proyectos que van orientados a agricultura, minería y piscicultura. Muchas de estas iniciativas se orientan al desarrollo de aplicaciones predictivas, por ejemplo, en materia de riego (medición de humedad, pH, nutrientes) con el objetivo de poder mejorar la eficiencia de estas industrias.

Actualmente, estoy haciendo un doctorado en IoT de agricultura en una universidad francesa y mi proyecto -que exige la creación de una aplicación concretaconsiste en el desarrollo de un circuito con diferentes tipos de sensores que permitirán optimizar la productividad del suelo. Lo llamativo es que la mayoría de los trabajos e informaciones a este respecto proviene de China e India, países eminentemente agrícolas, pero no hay nada concreto en Chile. La agricultura local está trabajando ya con el concepto de Smart Agriculture. pero esta labor no se está trabajando en conjunto con las empresas de electrónica o informática.

Desde el punto de vista del “emprendimiento”, ¿qué oportunidades ofrece el IIoT a las empresas y profesionales chilenos?
Las oportunidades son infinitas. De acuerdo a una serie de estudios, se prevé que más del 50% de las aplicaciones de IoT vendrá directamente de proyectos de emprendimiento y no de grandes empresas. Lo que tenemos que lograr ahora es que los propios emprendedores entiendan que deben pasar del prototipo al producto; no basta simplemente con hacer que en una tarjeta de desarrollo algo funcione: de ahí se empieza a hacer recién un producto. Profesionales capaces de hacer un prototipo son muchos y muy buenos, pero el desafío apunta a poder dar el salto hacia la creación de un producto específico.

En esa línea, ¿están las universidades e institutos técnicos preparando a sus estudiantes en esta materia?
Sí, pero otra vez caemos en la necesidad de llevar la teoría a la práctica. Mientras que en Chile las universidades les piden a los alumnos de doctorado que hagan solo una publicación, en países como Francia se exige, además, un producto terminado y que funcione. A nivel local hay demasiada investigación fundamental, muy sofisticada., pero no nos está llevando muy lejos. Nos falta investigación aplicada. En ese sentido, me parece que tanto las universidades como los institutos técnicos debieran preocuparse de preparar más a sus estudiantes.