¿Qué cambios en la actual regulación eléctrica afectarán a los clientes libres?
Los principales cambios regulatorios a nivel de la transmisión por la Ley 20.936 tienen que ver con el sistema de estampillado, considerando holguras y redundancias, asignados totalmente a los clientes finales, libres y regulados, afectando los cargos nacionales (ex troncales), zonales (ex subtransmisión), dedicados (ex adicionales), servicios complementarios, interconexión SIC-SING, interconexiones internacionales y pago de servicios públicos (Coordinador Eléctrico Nacional, Panel de Expertos y franjas de uso territorial).

Con la aplicación de esta normativa, se espera un aumento significativo del costo de la transmisión, pues ahora esta se carga directa y totalmente al usuario final, pero con la diferencia que no se determina en base al uso esperado de las líneas, sino que a un esquema de estampillado o reparto proporcional a la demanda de cada cliente en relación a la demanda total del país. Según el regulador, estos mayores costos de transmisión serán compensados por la baja de costos en generación debido a la mayor competencia en el mercado, cosa que hasta el momento, a nuestro juicio, favorecería solo a los contratos nuevos o a aquellos antiguos que se extingan (o se puedan modificar), lo que no es el caso de la mayoría de nuestros asociados, que tienen contratos de suministro vigentes de muy largo plazo.

En términos regulatorios, ¿están los clientes libres en desventaja frente a la autoridad?
Sí, pese a que los clientes libres cuentan en la actualidad con mayor información de aspectos regulatorios a través de las diversas mesas de trabajo convocadas por la autoridad y también por la información que entrega diariamente el Coordinador Eléctrico Nacional. No obstante, al no ser su giro principal el negocio eléctrico, nuestros asociados no tienen el tiempo ni la estructura necesaria para procesar toda esta información, por lo que generalmente operan más bien a nivel reactivo y de manera tardía.

De hecho, en una de las presentaciones que se efectuaron en este seminario se comentó que para responder proactivamente ante los requerimientos energé- ticos, los clientes libres debieran tener una estructura mínima de alrededor de ocho personas en una Gerencia de Energía que cubra áreas de suministro eléctrico, análisis, eficiencia energética, y regulación y normativa. No obstante, en la práctica, ninguno de ellos dispone de una estructura como esa, como lo prueba el hecho de que muy pocos clientes libres tienen la capacidad de presentar divergencias por temas eléctricos que los afectan ante el Panel de Expertos.

En ese sentido, para hacer más efectiva la disponibilidad de información y participación de los clientes libres, ACENOR ha solicitado a diversas instancias de la autoridad que coloquen en sus sitios web, bajo una sola viñeta y de modo permanente, todos los procesos que están abiertos para consultas, pues muchos de estos exigen una inscripción previa para poder participar con observaciones y divergencias. Asimismo, hemos pedido que se capacite en el uso de dichas plataformas digitales, para que los usuarios puedan acceder fácilmente a la información.

A su juicio ¿qué rol están jugando los clientes libres dentro del ecosistema eléctrico?
Al cargarse toda la remuneración de la transmisión a la demanda, sta pasa a ser el único actor en tener interés en eficientar su pago; en consecuencia, los clientes libres tendrían que asumir por obligación un rol mucho más activo de participación respecto del desarrollo de la industria, dejando su posición de consumidores pasivos en el área energética para ser contraparte efectiva de la autoridad no solo en procesos regulatorios de la transmisión, sino también en procesos de planificación energética, expansión, calificación y valorización de la red de transmisión, y en fiscalizar y auditar que los costos eléctricos obedezcan a una operación eficiente.

No obstante, como el rol de fiscalización de los costos eléctricos está en un área muy distinta a la actividad central de los clientes libres, y dado el esquema de extrema competencia en que opera la mayoría de los mercados en que participan, existen dudas de que los clientes libres puedan disponer de la estructura y competencia técnica necesaria para lograr una participación activa como lo requiere el mercado eléctrico según las exigencias de la nueva regulación, ya que operan frecuentemente con dotaciones de personal muy ajustadas y no cuentan con profesionales de carácter técnico especializado en estas materias.

En ese sentido, en la Ruta Energética 2018-2022 se ha planteado la necesidad de crear una nueva institucionalidad defensora del consumidor final (o fortalecer la existente), sugiriéndose el empoderamiento de los clientes finales como una prioridad de política pública, pero no se sabe con certeza cómo se abordará esto en la práctica, en especial en nuestro caso, porque los procesos del mercado libre no son regulados.

A nosotros, como ACENOR, nos surge como respuesta natural que se incentive a que los clientes libres se agrupen en sus asociaciones gremiales para abordar estos desafíos, y en ese sentido, nuestra Asociación tiene como meta ser un ente aglutinador efectivo de la demanda eléctrica para cumplir estos propósitos, ya que estimamos que hacerlo en forma separada es poco efectivo y demasiado oneroso, siendo más lógico compartir los esfuerzos para cubrir todas las tareas comunes. Sin embargo, para ello, son los propios clientes libres los que tienen que integrarse, venciendo la histórica inercia que los caracteriza, y que ha implicado que históricamente la industria eléctrica se constituya solo como un mercado de oferentes.

En otras palabras, es necesaria la mayor asociatividad de los clientes libres…
Cierto, y mientras esto no ocurra, implicará por el momento necesariamente descansar en lo que pueda hacer la autoridad, la que si bien se percibe puede tener los mismos fines permanentes que la demanda, respecto al desarrollo y remuneración de la transmisión, consideramos conveniente que se empodere a los clientes finales para realizar pronto esta gestión, tal como lo señala la Ruta Energética, asumiendo que una forma natural de canalizar esta participación podría ser a través de las organizaciones gremiales que representan a los clientes libres en el sector eléctrico.

¿Qué conclusiones extrae del seminario?
Como conclusión general, creo que hay que observar muy atentamente la evolución de toda esta regulación por las se- ñales que introducirá al mercado eléctrico, para detectar eventuales desviaciones que puedan afectar el logro de los objetivos de bien común implícitos en la nueva Ley de Transmisión. En ese sentido, los efectos de los cambios a esta ley serán beneficiosos para los clientes libres mientras se logre que el costo del pago de transmisión con estampillado y SS.CC. no supere el beneficio del aumento de la competencia y reducción consecuente del precio de mercado de la energía, y que esto efectivamente afecte a todos, tanto a contratos nuevos como antiguos de largo plazo, ya que existe inquietud de cuándo esto se puede lograr.