¿En qué consiste este proyecto?
Nuestra asociación viene desarrollando desde el año 2007 este sistema promovido por empresas de servicios energé- ticos. Partimos implementando contratos que fuesen afines al mercado local, ya que deben adecuarse, por ejemplo, a la legislación chilena y al tipo de financiamiento que existe en nuestro país. El problema ha sido que, hasta ahora, esta experiencia no ha sido sistematizada, ya que las compañías han ido aprendiendo día a día respecto a cómo mejorar los procedimientos.

De hecho, hasta hace muy poco no existía claridad sobre quién era la persona que se hacía responsable del consumo energético de una edificación y cómo se van a entregar dichos datos. Por tal motivo, ha sido muy difícil obtener la información adecuada para los proyectos ESCO. Hay una serie de pasos que hoy se han ido aprendiendo con este modelo de negocios y el objetivo es crear una metodología, de modo que cuando alguien quiera implementar una iniciativa de esta clase sepa bien cómo operar.

¿Qué objetivos persiguen los proyectos ESCO?
Concretamente, el modelo ESCO permite implementar medidas de Eficiencia Energética, las que buscan generar ahorro de dinero, ahorro energético y baja de emisiones contaminantes.

Además, la idea es mejorar, por una parte, los procesos industriales y, por la otra, la calidad de vida y confort de las personas en los edificios residenciales. Nuestra planificación apunta a que en el plazo de un año, deberíamos estar llevando a cabo las implementaciones definitivas.

¿Cuáles son los desafíos principales en materia de financiamiento?
La empresa ESCO asume los riesgos del proyecto, los que se estipulan en un convenio especial llamado “Contrato de Desempeño Energético” (CDE). Entre los CDE más comunes, se encuentran el contrato de ahorros compartidos y ahorros garantizados (Eficiencia Energética), y los de venta de energía (ERNC). La implementación de estos acuerdos depende de ahorros potenciales, inversión, complejidad de la operación y riesgos asociados a su operación.

Uno de los retos más importantes es que nos hemos encontrado con una banca nacional muy tradicional que obviamente otorga los créditos de acuerdo a las espaldas financieras de las ESCO. Por lo tanto, hay muchas Pymes a las que se les dificulta mucho poder hacer una mayor cantidad de proyectos; en ese sentido, se requiere más facilidades y flexibilidad para estas compañías. Nuestra idea es que si efectivamente hay inversionistas o fondos de inversiones que quisieran aportar dinero a este tipo de proyectos, los pudiésemos incorporar en nuestros pilotos. Quienes deseen postular desde el sector privado en la Región Metropolitana aún pueden inscribirse de forma gratuita en https://es.surveymonkey.com/r/InscripcionEE

¿Bajo qué criterios se elegirán los edificios para desarrollar los pilotos?
Primero que todo, hay que señalar que se elegirán tres edificaciones privadas y tres edificios públicos. En segundo lugar, un proyecto ESCO trata de identificar siempre los altos consumos, ya que esta clase de financiamiento tiene sentido cuando la inversión es alta y el proyecto es de largo plazo (más de tres años).

Además, se debe precisar que para nosotros, sería muy positivo que pudiésemos tener edificaciones emblemáticas, como marcas o edificios importantes dentro de la ciudad. Este proyecto es apoyado por entidades relevantes como el Ministerio de Energía, Corfo y la Agencia de Eficiencia Energética (Acee), entre otras, lo que permite generar una iniciativa de envergadura que pretendemos quede a disposición de todo el país.

¿Qué opinión tienen sobre la próxima ley de Eficiencia Energética?
Nuestra asociación, y el gremio en general, está muy preocupado por el tema de la Eficiencia Energética que hasta hace muy poco no era en las políticas públicas ni corporativas.

En lo relativo a la ley, me parece que esta apunta más bien a los grandes consumidores, tratando de impulsar un cambio cultural principalmente en los sectores productivos. Ojalá que con esto, las personas naturales también comiencen a tomar conocimiento al respecto. Como gremio, hemos venido participando desde un inicio en la conformación de esta legislación y, en cada período gubernamental, hemos hecho presentes nuestras observaciones y sugerencias respecto de lo que se necesita.

Los avances que se han dado hasta ahora en Eficiencia Energética han sido siempre voluntarios, por lo que el hecho de que exista una ley es importante, porque permitirá contribuir al criterio en la toma de decisiones y generar cambios en el aspecto cultural.

¿Cómo ha evolucionado el mercado ESCO en Chile?
Me parece que el modelo ESCO, con una trayectoria que ya llega a casi 30 años en Europa y Estados Unidos, ha sido pionero de alguna forma en esta materia en el país. Nuestros socios han desarrollado contratos de este tipo desde 2007 a la fecha en diferentes industrias con resultados probados y exitosos. Claramente, el sistema siempre se puede perfeccionar, especialmente los contratos. Aspectos como la confianza y la transparencia son claves para lograr soluciones positivas. Eso sí, como empresas impulsoras en la creación de una pequeña industria que atiende requerimientos de Eficiencia Energética, hemos tenido problemas, porque muchos de nuestros socios son firmas pequeñas, por lo que se requiere flexibilizar las fuentes de financiamiento.