IPC: ¿Tiene que ver con la inflación? No en este caso. Este cuerpo de estándares debe su nombre a la sigla del "Institute for Printed Circuits", fundado en 1957 en EEUU, cuyo nombre actual es "IPC, Association Connecting Electronic Industries". La misión de esta organización de empresas -relacionadas a la industria de la interconexión electrónica- es aumentar la excelencia competitiva de sus integrantes (de todo el mundo), mediante la creación de estándares y programas de mejoramiento tecnológico, entre otros. Información completa podrá encontrar en www.ipc.org Los estándares IPC cubren, prácticamente, todos los aspectos de la fabricación de circuitos electrónicos y ciertos aspectos del diseño. (ver figuras 1 y 2). ¿De qué nos sirven las normas IPC? Tal como ocurre con todos los sistemas de estándares, al seguirlos podemos obtener una serie de beneficios: Por el simple hecho de que nos proporcionan conocimiento y criterios técnicos validados ampliamente por la experiencia (nos evitamos re-inventar la rueda). Por facilitarnos la vida al mantenernos dentro de "lo normal" y, por lo tanto, asegurando la compatibilidad con un enorme universo de procesos y materiales. Porque proporciona a todos los actores de la industria electrónica un lenguaje común para describir atributos de calidad en el diseño y fabricación de circuitos electrónicos. Es común que fabricantes y diseña-dores electrónicos de todo el mundo indiquen a sus clientes que trabajen de acuerdo a los estándares IPC para que éstos sepan que pueden exigir y contar con un nivel definido y conocido de calidad en los circuitos recibidos. Estándares IPC: Algunos ejemplos que salvan vidas El universo de conocimiento y criterios tanto de manufactura como de diseño electrónico que proporcionan los estándares IPC es enorme, pero es posible presentar algunos ejemplos ilustrativos para vislumbrar su poder e importancia: Ojo con el "ojímetro", que nos puede dejar tuertos Suponga que está diseñando un circuito impreso en el que una de las pistas debe manejar una corriente de 10 Amperes. ¿Cuán ancha debemos hacer la pista?. La respuesta no es trivial. Felizmente, existe el estándar IPC-2221 (Generic Standard on Printed Board Design) que, entre otras cosas, nos permite determinar el ancho de una pista para una corriente deseada, según el espesor del cobre, la temperatura de operación, el material del sustrato y si se trata de pistas ocultas o de superficie con y sin máscara antisoldante. Lecciones de magia negra ¿Sabía usted que la orientación y ubicación que lleven los circuitos integrados DIP en su tarjeta influye en el índice de soldaduras defectuosas?, o, por ejemplo, ¿que el tamaño y posición incorrecto de los pads para montar un componente de montaje superficial (SMT) puede ocasionar serios problemas a cualquier línea de armado SMT del mundo? (las famosas e igualmente temidas "bolitas de soldadura" o "componentes soldados de pie" se cuentan entre sus consecuencias). En las páginas de la misma norma IPC-2221 y la IPC-SM-782 (Surface Mount Design and Land Pattern Standard) podemos aprender los trucos necesarios para evitar este y otros muchos problemas aparentemente misteriosos, pero muy serios. Poniéndonos de acuerdo sobre "lo bueno" y "lo malo" Entre los estándares IPC también están los de "aceptabilidad". Tal es el caso del IPC-A-610, "Acepta-bilidad de Ensambles Electrónicos" (disponible en español). Este estándar nos muestra, con fotografías en colores y textos explicativos, qué se considera universalmente como "lo ideal", "lo aceptable" y "lo defectuoso" en la industria del ensamblado de componentes electrónicos y otros elementos. Esta norma entrega además consejos y buenas prácticas para evitar errores en el armado y lograr ensambles electrónicos fiables, verificables y robustos. ¿Dónde se consiguen? Probablemente, la mejor forma de obtener un ejemplar impreso de cualquiera de estas normas sea a través del sitio web del IPC (www.ipc.org). Algunos estándares son gratuitos y pueden descargarse del mismo sitio. A manera de resumen Las normas del IPC son una herramienta imprescindible para adoptar rápidamente prácticas de diseño y fabricación de electrónica de alta calidad sin tener que pasar por años de pruebas y errores. Conocerlas nos otorga criterios relevantes a la hora de evaluar la calidad de los circuitos electrónicos de nuestros proveedores. Aplicarlas nos deja un paso más cerca de alcanzar un nivel de calidad comparable al de los países líderes de la industria electrónica, y lo mejor de todo, sin aumentar nuestros costos. |