Mantenimiento de Transformadores En la actualidad, prácticamente todos los procesos productivos que se realizan en la industria y minería involucran el uso de la energía eléctrica mediante transformadores de poder, de distribución o de medida, por lo que se hace totalmente necesario realizar mantención al sistema eléctrico correspondiente, junto a todos los elementos periféricos y lógica de control (ver Figura 1). Este mantenimiento, junto con las pruebas pertinentes, son procedimientos importantes que se emplean para detectar deficiencias antes de que los equipos fallen estando en servicio y conectados al sistema.
Según la regulación vigente, las empresas destinadas a la producción, transformación, transporte y distribución de energía eléctrica, deberán contar con un Sistema de Gestión de Integridad de Instalaciones Eléctricas (SGIIE) en las etapas de dise- ño, construcción, inspección de construcción, puesta en marcha, operación, mantención, inspección posterior a la puesta en marcha y abandono, en conformidad a las normas NCh-ISO 55000, NCh-ISO 55001, NCh- ISO 55002 y a las disposiciones establecidas por la SEC en el procedimiento para su desarrollo, implementación y operación.
Para ello, las empresas deberán contar con un manual en que se establezcan los recursos comprometidos y la metodología para la gestión de la integridad de las instalaciones de acuerdo al tipo de activos y a la escala de sus operaciones. Además, deberán contar con herramientas de gestión que incluyan el aseguramiento de calidad, capacitación y entrenamiento del personal, comunicaciones internas y externas, administración del cambio y gestión de la información, relacionando los principales requisitos de un Mantenimiento Centrado en Confiabilidad (RCM) y gestión de activos. Gestión de la vida del transformador La gestión de la vida del transformador requiere la ejecución de diferentes tipos de pruebas eléctricas, con los fines de:
a) Verificar los parámetros eléctricos y valores de diseño: ensayos en fábrica.
b) Obtener valores de referencia de los nuevos transformadores para caracterizar el estado inicial. c) Realizar pruebas de rutina (revisiones periódicas) para la observación de las tendencias.
d) Implementar un monitoreo para establecer “sistema de alerta” temprana.
e) Realizar pruebas para detectar problemas y localizar los fallos.
Los principales objetivos de las pruebas eléctricas son:
a) Controlar el envejecimiento del aceite aislante y del sistema de aislamiento sólido debido a las solicitaciones dieléctricas y térmicas.
b) Discriminar entre los tipos de fallas térmicas y dieléctricas.
c) Control de cambios mecánicos debido a impactos dinámicos.
d) Monitorear la tendencia de absorción de humedad y el envejecimiento asociado del aislamiento sólido y líquido.
Las pruebas eléctricas debieran posibilitar el diagnóstico que permita tomar las decisiones correctas con el fin de evitar los fallos y la degradación no controlada (ver Figura 2). Por su parte, los resultados de los ensayos eléctricos, de los análisis realizados en el aceite y de cualquier otro ensayo especial, deben integrarse procurando detectar vínculos en el diagnóstico (ver Figura 3). Además, las condiciones operativas y cualquier evento en particular en el que estuviera involucrado el transformador también deben ser consideradas para el diagnóstico final.
A no ser que el transformador esté en condición de falla severa, no existe ningún ensayo eléctrico que por sí solo indique con total precisión el estado integral del transformador.
Por José Luis González Riva, Gerente Ingeniería Latam de Comulsa. Instructor certificado para Avo-Training (filial de Megger), en temáticas de NFPA 70E y normas OSHAS de Seguridad Eléctrica en Industria y Subestaciones de Poder. Especialista en Seguridad Eléctrica. / jgonzalez@comulsa.cl |