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Tomás Urtubia, Socio de AIE:
“La domótica permite detectar fallas eléctricas a distancia”

Una falla eléctrica puede significar no solo pérdidas materiales, sino también afectar gravemente a personas. Por esta razón, diversos fabricantes han desarrollado tecnologías para reducir el riesgo de estas fallas y de los accidentes relacionados. Para abordar las soluciones que garanticen la seguridad de las instalaciones eléctricas, entrevistamos a Tomás Urtubia, Socio de AIE.

¿Qué fallas eléctricas pueden detectarse de forma remota en una instalación de baja tensión?
Típicamente, las principales fallas en las instalaciones eléctricas son: el cortocircuito, la sobrecarga de consumo y las descargas eléctricas directas e indirectas. Con relación a los cortocircuitos, estos son generados normalmente por fallas en la aislación de los conductores, tanto en instalaciones de corriente alterna y continua, y también en motores. Una vez que falla la aislación, se produce un circuito más corto para la circulación de altas corrientes, la que tiene el potencial de producir pérdidas materiales y, en forma indirecta, de vidas.

La sobrecarga de consumo dice relación con instalar más consumos de lo permitido por cálculo o por norma en una instalación. Un caso emblemático es el abuso en el uso de las extensiones eléctricas y/o alargadores (o “zapatillas”, como se conocen en la jerga común), pues, además de generar los falsos polos en los enchufes -es decir, un desgaste mecánico en los alveolos de los enchufes a punto de provocar una mala conexión-, producen un calentamiento de tal magnitud que son capaces de provocar incendios, con la consecuente pérdida material y, a veces, humana.

Por último, la descarga eléctrica -que si bien es una falla de baja frecuencia en comparación con las anteriores-, es altamente letal. Basta recordar, al menos, dos casos más o menos recientes. El primero, el de una familia que estaba en actividades domésticas y tras un rebalse de agua de la lavadora, se dañó la instalación eléctrica. De manera indirecta, murieron personas y una mascota debido a la descarga eléctrica a través de esa condición insegura.

Otro caso fue el incendio histórico y sin precedentes de Valparaíso que originó una descarga eléctrica en la zona de servidumbre de una línea de alta tensión. Es un caso típico: cuando las ramas de los árboles, por su crecimiento natural, están en contacto permanente con las líneas eléctricas, se producen descargas y chispas que ocasionan daño a las personas y/o incendios de proporciones.

¿Cuáles serían las principales soluciones y tecnologías para estos fines?
Hoy existe la tecnología que provee la domótica para detectar a distancia estas fallas, así como el monitoreo permanente y online, es decir, la vigilancia a través de aplicaciones de Internet.

Las principales soluciones están orientadas según el tipo de falla. Para los cortocircuitos existen variedades de fusibles e interruptores que operan en forma automática, mientras que los disyuntores ferromagnéticos están compuestos de una parte térmica para detectar las sobrecargas y una parte magnética para detectar los cortocircuitos.

Para las fallas de sobrecarga, está previsto el uso de interruptores diferenciales que, por su composición interna, detectan diferencias de corriente del orden de los miliamperios y operan abriendo los circuitos para proteger a las personas contra contactos directos e indirectos. Cabe mencionar que este último dispositivo debe trabajar en combinación con un buen sistema de puesta a tierra que permita “drenar” las descargas eléctricas.

Es importante el estudio de selectividad y coordinación de las protecciones descritas anteriormente. Es decir, las soluciones deben ser capaces de seleccionar qué tipo de falla está presente y coordinarse entre ellas, según la cercanía y capacidad de ruptura o nivel de falla para la que está diseñada la protección. Para esto existe un software de diseño de tableros eléctricos, proporcionado por la mayoría de las principales marcas presentes en el país.

¿Qué ventajas tiene contar con estos sistemas? ¿Se reconocen en Chile sus beneficios?
Las ventajas son más que evidentes, pues el uso normado de estos sistemas definitivamente salva vidas y la propiedad material. En Chile, sus beneficios son ampliamente reconocidos, pero aún falta por hacer en materia de fiscalización y renovación de infraestructura, es decir, instalaciones eléctricas obsoletas que hay que cambiar urgentemente. Por otro lado, con la apertura económica del país, han entrado muchos productos eléctricos-electró- nicos extranjeros que no están certificados y/o reconocidos por nuestra normativa.

¿Qué buenas prácticas o recomendaciones se deberían tomar en cuenta?
Existen las normativas, particularmente la norma NCh Elec. 4/2003, para instalaciones de consumo en baja tensión. Asimismo, están los profesionales e instaladores electricistas autorizados que tienen las competencias para diseñar e implementar sistemas eléctricos, según la categoría o clase de instalación eléctrica.

En conclusión, las instalaciones eléctricas tienen que ser diseñadas e implementadas por especialistas autorizados, así como su mantención periódica o preventiva. Se recomienda una revisión a las instalaciones eléctricas cercanas a los cincuenta años de vida útil y una revisión periódica de a lo menos cada seis meses a los sistemas de protecciones de instalaciones recientes.

Junio 2018
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