Cada vez que manipulemos o utilicemos algún artefacto o equipo eléctrico, debemos tener mucho cuidado para evitar que por alguna causa suframos una descarga eléctrica. Como sabemos, la electricidad puede ocasionarnos serias lesiones e incluso la muerte, cuando circula por nuestro cuerpo durante un tiempo y con una magnitud determinada. | Figura 1. | Los contactos eléctricos directos e indirectos son muy comunes en instalaciones permanentes, cuando éstas no cumplen con todas las medidas de seguridad indicadas en nuestra norma vigente o cuando el propio usuario realiza alguna acción insegura (ver figuras 1 y 2). Pero, los riesgos de contactos eléctricos no son exclusivos de las instalaciones fijas o definitivas, sino que también son factibles de presentarse en las instalaciones destinadas a alimentar los equipos utilizados para la construcción de las edificaciones; las llamadas instalaciones provisionales. Se denominan como instalaciones provisionales a aquellas destinadas a alimentar cualquier servicio por un período de tiempo definido, como, por ejemplo, las dedicadas a las faenas de construcción. En general, estas instalaciones pueden ser alimentadas mediante un empalme provisorio, o bien utilizando un alimentador desde un tablero existente en la propiedad. De cualquier forma, tanto el tablero de alimentación, como los conductores asociados a éste y a la alimentación de los equipos de obra, deben cumplir con todas las exigencias impuestas por la NCH Elec. 4/2003, salvo en el caso de que en el capítulo 19 aparezca una obligación particular a cumplir. Figura 2: La nueva Norma NCH Elec. 4/2003, en su capítulo 19, establece condiciones y obligaciones claras paras las instalaciones provisionales. Dentro de las exigencias de la norma respecto a las instalaciones provisionales, se establece la obligación de que todos los circuitos o equipos deben protegerse mediante el uso de protectores diferenciales residuales. Es importante destacar que el diferencial seleccionado no depende de la existencia de tensión para funcionar (caso de los diferenciales electrónicos), ya que la norma exige que estos dispositivos deben asegurar su operación en toda circunstancia de peligro para los usuarios, incluso frente a la ausencia del neutro de la alimentación aguas arriba de su ubicación. Tanto los protectores diferenciales como los otros dispositivos de protección, deben estar alojados en tableros, seleccionados pensando en las condiciones más desfavorables; por ejemplo, que estarán a la intemperie, por lo que deberán tener un índice de protección "IPXX" adecuado para este caso (ver figura 3). Algo no menor dentro de las instalaciones de faena, es que los equipos eléctricos son generalmente móviles, por lo cual se necesitan extensiones de alimentación que cumplan todas las exigencias mecánicas y de seguridad para evitar accidentes por descargas eléctricas y fallas de cortocircuito. En resumen, las medidas de protección para evitar accidentes de origen eléctrico durante las faenas de construcción o incluso en las instalaciones provisorias utilizadas en espectáculos públicos y similares deben cumplir con todas las exigencias impuestas por la normalización vigente. Figura 3.
|