A su juicio, ¿cuál es la importancia de incorporar robots en el aprendizaje de los alumnos?
Consideramos que es muy importante que los alumnos aprendan desarrollando y aplicando. En ese sentido, para que ellos puedan adquirir el conocimiento y trabajar con las nuevas tecnologías durante su formación, es necesario que estas estén disponibles en los laboratorios de las universidades. De este modo, cuando el alumno sale al mundo laboral, ya tiene esta competencia desarrollada.

¿Han identificado falencias en la formación de estudiantes en el área de la robótica?
En Chile, el tema de la robótica todavía está desarrollándose de forma inicial, por ello la relevancia de potenciarlo. Hay un par de universidades que tienen laboratorios e implementos, pero creo que aún falta para apoyar el aprendizaje de los alumnos y sus conocimientos sobre las nuevas tecnologías.

En esta línea, hay muchas empresas que tienen temor de adquirir robots porque creen que no encontrarán el capital humano formado para desarrollarlos, y esa es la tarea de las universidades.

¿Qué rol tiene la robótica dentro de nuestra economía?
La Industria 4.0 y la Digitalización tienen una relevancia muy grande en la economía, ya que hacen que los procesos sean más rápidos, seguros, eficientes y con menor cantidad de errores. En ese sentido, todo proceso productivo en el que se pueda integrar soluciones para una industria inteligente, ya sean robots, manipuladores o inteligencia artificial, tendrá un mejor funcionamiento y mayor exactitud, y la producción no se verá mermada por fallas humanas.

En este contexto, de todas maneras creemos que la cifra de robots en Chile seguirá creciendo rápidamente, gracias también a lo que está haciendo Corfo mediante los programas “Manufactura Avanzada”, “Transforma Industrias Inteligentes”, entre otros, donde se facilita e incentiva el uso de tecnologías avanzadas en las empresas.

En este caso, es muy importante el acercamiento que la Academia puede tener con la Industria, para que esta última no tenga temor a las nuevas tecnologías, sino más bien las vaya adoptando en forma temprana en sus procesos productivos. Para eso, tiene que haber un conocimiento de la tecnología y un capital humano que sepa cómo utilizarla.

¿Qué más se puede hacer desde la Academia para impulsar la adopción de la robótica?
Lo esencial es trabajar en conjunto con el Estado y las empresas, para generar soluciones que aporten a la productividad. Por ejemplo, en 2017 Inacap inició la compra de varios robots ABB y, en ese mismo momento, nos dieron como referencia una empresa que necesitaba una solución que requería el uso de robótica. Contactamos a dicha compañía y hoy estamos trabajando con ella para proveer la solución adecuada a sus necesidades. Por lo tanto, es muy valioso que la industria, el proveedor y la Academia nos podamos acercar, ojalá con el apoyo del Estado y Corfo, mediante subsidios y programas para incentivar su uso.

En definitiva, lo más relevante es que, en conjunto, podamos hacer que esta tecnología -que a veces se ve lejana y compleja-, se vaya adoptando y nosotros podamos proveerlos y acompañarlos en este proceso. Es un desafío que tenemos.