Rodrigo Andai.

¿Cuál es el actual escenario de la Minería local en cuanto a tecnología y digitalización?
Si bien tenemos tecnología de primer nivel mundial, estamos un poco atrasados en la digitalización, que es cómo sacar valor a esa tecnología. En este sentido, la frase “la gente en Suecia usa el mismo equipo, la misma sala de control, y le saca mejor rendimiento que en Chile” es válida. La tecnología está; las grandes operaciones y las plantas nuevas incorporan tecnología de última generación, pero nos falta avanzar mucho en la manera correcta de usar esa tecnología. Eso ya depende de procesos y personas, más que de la tecnología misma.

¿Eso respondería a un tema cultural?
Responde a una combinación de factores, donde el tema cultural es importante. Efectivamente, hay resistencia al cambio y un tema de supervivencia que no existe, porque lo que más ayuda a la incorporación de tecnologías adelantadas es el temor a la desaparición. Las operaciones más avanzadas -como las de Suecia- tienen leyes que en Chile serían inexplotables, entonces no les queda otra. Aquí todavía estamos en una bonanza con calidades de depósito que son muy buenas.

¿Cómo se resuelve ese problema?
El problema está instalado y se está abordando. No obstante, es curioso porque uno de los temores que existe hoy en día es que el precio de los commodities suba demasiado y distraiga la atención de las empresas. En este aspecto, es cierto que si se produce un nuevo “súper ciclo” de commodities y la cotización del cobre sube más allá de los US$3 la libra, habrá menos foco en estos cambios.

Pero en el escenario actual, existe conciencia al respecto y creo que lo que hizo la Comisión Nacional de Productividad, al entregar los informes que dan cuenta de que estamos por debajo del promedio mundial en productividad minera -es decir, que no estamos donde deberíamos estar-, es algo importante. En este momento, la única ventaja competitiva de Chile son sus depósitos. Al decir que debiéramos usar nuestros recursos para hacer una industria de tecnología muy sofisticada, es solo teoría, porque no existe. No obstante, la industria minera existe y deberíamos hacerla más eficiente, y creo que hay una conciencia a nivel de autoridad y sector para lograrlo.

¿Cuáles son los principales desafíos que enfrenta el sector?
El más importante es el crecimiento sostenible. En este momento, el problema que está enfrentando la minería en Chile es que el crecimiento no está siendo sostenible, entre otros aspectos, por un tema de imagen. Antes se decía que faltaba agua, que la electricidad era cara, pero ahora eso desapareció: la electricidad será más barata, y habiendo electricidad, agua hay (porque estamos usando agua de mar); sin embargo, los proyectos no se pueden realizar. Ahí hay un desafío importante.

En lo que respecta a la digitalización, el desafío más importante es ponerse como meta ser más productivos. La única forma de ser más productivo es digitalizando y la única forma de digitalizar es haciendo cambios culturales y de ciertas prácticas.

¿Qué necesidades identifica como las principales de las compañías mineras?
Aumentar la productividad y la disponibilidad de activos, que son los mismos objetivos que busca la digitalización. Es decir, cómo hacer que un empleado pueda controlar más producción, y hacer el correcto uso y mantenimiento de activos. En este sentido, la forma de lograr esa ecuación es mediante monitoreos predictivos basados en condición, lo que se logra solo con digitalización. Ese es el problema que hay.

Además, en la actualidad, tenemos incluso problemas más básicos: algunos estudios dan cuenta de que, independientemente de que se hagan planes, estos se siguen entre 50 y 75% en la realidad chilena, lo que no ocurre en países desarrollados, donde los planes se hacen para cumplirlos en su totalidad. Todavía falta avanzar en eso, que es parte del tema cultural.

¿Qué valor agregado puede ofrecer un proveedor de soluciones para la transformación digital?
Existen muchos proveedores que hablan del Big Data, más desde la teoría que desde la práctica. En ese contexto, creemos que las empresas y los proveedores se deben concentrar en usar conocimiento y tecnologías probadas. Lo que se intenta hacer con el mantenimiento predictivo y la optimización de producción es instalar sistemas expertos que apoyen la toma de decisiones, lo que es difícil de lograr sin modelos sofisticados desarrollados por expertos.

A su juicio, ¿el sector minero está abierto a la innovación?
El sector minero -en general en el mundo y en particular en Chile-, es resistente al cambio. Si bien hay una mayor disposición, comparado con otras industrias, aún falta. No obstante, vemos que esto está cambiando con la fuerza laboral nueva, ya que los millennials tienen otra cultura. Por ejemplo, se ha dicho que habrá problemas con los sindicatos si a los trabajadores se les obliga a dejar el papel y a utilizar los dispositivos móviles para el registro de procesos y otros fines, sobre todo en ambientes riesgosos; sin embargo, si el trabajador tiene 25 años, de seguro estará usando su smartphone para tomar fotos, usar redes sociales, o revisar sitios web, por lo que en la realidad la incorporación de estas tecnologías no sería un mayor problema.

Las nuevas generaciones vienen con otra mentalidad y ya no quieren estar pendientes del proceso, quieren hacer otras cosas; por lo tanto, probablemente serán más abiertas a incorporar tecnologías que los puedan apoyar en la toma de decisiones.