Automatizar una casa tiene variados beneficios. El más inmediato y que salta a la vista es el confort de lo que significa contar con un hogar moderno controlado a través de un celular, una tablet o el panel de control ubicado en la casa. Algunas plataformas pueden administrar hasta 60 funciones de domótica, como encender y apagar luces, crear escenas preconfiguradas instantá- neamente en cada instancia, controlar la calefacción, equipos de entretenimiento y configurar el abrir y cerrar de persianas según la salida y puesta del sol.

De esto se trata la domótica: la integración de la tecnología en las funciones básicas para obtener un hogar inteligente y que en un corto plazo podrá integrar a la automatización los aparatos electrodomésticos. Un futuro cercano en donde podremos encender la cafetera desde el sofá o aplicar la opción “apagar todo” para cuando salimos de casa y no recordamos si desconectamos la plancha de ropa o si cortamos el gas.

Otro beneficio relevante es la seguridad, ya que se puede simular presencia en el hogar, instalar sensores de movimiento para que se activen únicamente cuando hay alguien en casa y conectar videocitófonos.

Y en tercer lugar está la Eficiencia Energética, que si bien es un beneficio a largo plazo es muy importante, pues se puede alcanzar un 40% de ahorro en el consumo de energía, ya que se puede conectar el sistema de automatización del hogar a equipos de estaciones meteorológicas y así aprovechar la luz natural y la temperatura ambiente, por ejemplo.

Estas funciones no son difíciles de utilizar como se pensaría, pues la configuración del sistema sería como usar cualquier otra aplicación de un smartphone y se puede personalizar y cambiar cuántas veces decida el usuario.

Además, en el mercado ya existen diversas soluciones inalámbricas, sin necesidad de cablear la casa, lo que es perfecto para casas o departamentos en arriendo u otras situaciones en donde el usuario no desee una instalación cableada.

Asimismo, existe esta misma solución de automatización, pero para edificios, donde, a las características de la domótica, se suma la posibilidad de combinar equipos de sistemas de comunicación, control de acceso y alarmas, agua, humo o fugas de gas, reduciendo el impacto ambiental y cumpliendo con edificios que gozan de mayor seguridad, comodidad y menos gastos en sus suministros.

Esta centralización de datos de un edificio o un complejo se llama inmótica y la implementación de estas soluciones se adapta fácilmente a las necesidades individuales de cada instancia, por lo que es una tecnología perfecta para hospitales, centros comerciales, colegios, aeropuertos, edificios industriales u hoteles de lujo.

Como ya se planteó, al hablar de domó- tica e inmótica no solo se espera lograr un mayor confort, sino que también se tiene como objetivo alcanzar un importante porcentaje de ahorro energético. De acuerdo a las cifras estudiadas en Italia, se registró un ahorro sobre el 40% en los hogares. Y en otros proyectos de inmótica hechos en Alemania y Brasil, se han alcanzado ahorros sobre el 50% en edificios. Dentro de un corto plazo, se podrá calcular la reducción de huella de carbono de cada edificio.

Estas soluciones que nos pueden parecer futuristas son posibles en nuestro presente y nos aseguran comodidad, seguridad, eficiencia y sostenibilidad.