Erika Ferguson.

¿Por qué habla de “monitoreo de condiciones con sentido común”?
Porque instalar sensores aleatoriamente puede no resolver sus problemas, al igual que instalarlos en todas partes puede no hacerlo. Cada mantenedor necesita entender su sistema eléctrico, conocer la antigüedad de su flota de activos y tratar de entender cómo podría fallar, e implementar los sensores teniendo esos datos en consideración. Por ejemplo, monitorear un bushing de un transformador no le ayudará a resolver un problema de análisis de gases disueltos.

A eso le llamo monitoreo de condiciones con sentido común; en lugar de gastar dinero en todas partes y todo el tiempo, hay que centrar los recursos en los puntos que pueden ofrecer mejores resultados.

¿Es frecuente la falta de sentido común en esta actividad?
Sí, porque en varias organizaciones (y contextos), el monitoreo de condiciones es algo nuevo, por lo que muchas áreas de Mantenimiento, por ejemplo, no saben cómo hacerlo o quieren pasar al siguiente nivel, pero desconocen cómo hacerlo, y terminan invirtiendo más de la cuenta. Entonces, es necesario optimizar el uso de los recursos asignados a estas tareas.

En este sentido, ¿qué recomendaciones haría sobre esta práctica?
Para implementar un programa de monitoreo de condiciones, se debe iniciar por fijar objetivos y metas claros, así que se debe mirar la flota de activos y entender los posibles problemas que tendrá. Si no sabes cuáles son los posibles problemas, no sabrás cómo solucionarlos. Además, es recomendable entender qué objetivos tiene su organización, lo que están tratando de lograr. Supongamos que están buscando aumentar la carga de sus transformadores o reducir los gastos en mantenimiento. Entonces, se deben mirar esos objetivos y estudiar cómo un sistema de monitoreo de condiciones puede ayudar a lograr esas metas.

¿Qué se entiende por Gestión de Activos?
Este concepto se refiere al cambio en la forma en que las empresas industriales se relacionan con sus activos.

En este sentido, la Gestión de Activos apunta a mirar los activos en un panorama mucho más amplio, incluyendo aspectos como la salud de los mismos y los riesgos a los que pueden estar expuestos, no solo como insumos a las prácticas tradicionales de mantenimiento (como en la gestión de activos). Por ejemplo, un esquema de Gestión de Activos incluye cómo una falla de un transformador afecta las operaciones de un cliente, o puede integrar la gestión de la vegetación dentro de las actividades propias de mantenimiento del activo.

¿Qué otros ámbitos incluye este concepto?
Otro aspecto de la Gestión de Activos está relacionado con usar los datos que puede obtener de un activo, y ver si existen otros aspectos del mantenimiento que se pueden mejorar con dicha información.

Por ejemplo, si analiza las pruebas realizadas dentro de un territorio y descubre que muchas de ellas contienen errores, se puede deducir que se necesita educar a su personal en esa región en particular.