Tristán Mas.

¿Reconocen las compañías chilenas la importancia de los SGE?
En Chile se observó hace unos años un crecimiento intenso en la implementación de la ISO 50.001, gracias al apoyo de la AChEE a las industrias locales. No obstante, los esfuerzos iniciales deben mantenerse en el tiempo y lo menciono porque hemos detectado algunos casos en los que se implementaron estos sistemas y al cabo de uno o dos años se han abandonado. En este sentido, la industria local conoce los SGE, pero no les ha dado la importancia que merecen. Hay un factor operacional- cultural, ya que hay muchas empresas que ven la energía solo como una cuenta que les llega mes a mes y que deben pagar, sin una estructura operacional dedicada para hacer gestión energética como tal, y esa es una barrera de entrada para un SGE.

En cambio, las compañías pertenecientes a holdings internacionales han implementado mejor una cultura de porqué es importante gestionar la energía y cómo afecta en la competitividad del negocio, y eso es lo que falta en la industria chilena: que haya un lineamiento claro por parte de las gerencias, que se considere la importancia de la energía y que la gestionen adecuadamente con un estándar internacional.

¿Cómo contrasta la situación en Chile con la de países desarrollados?
En Europa las compañías deben contar con estos sistemas para cumplir con la normativa vigente. Por ejemplo, Alemania incluso tiene incentivos fiscales para su implantación, situación muy diferente a lo que se vive en Chile, donde incorporar estos sistemas es voluntario. Espero que en el mediano plazo se despache en el país una ley de eficiencia energética que dirija a las compañías a entender la necesidad de un SGE.

En este tema, ¿qué otras deficiencias observan en la industria local?
En general, una deficiencia -no solo de Chile, sino que en todo el mundo- es que las compañías no tienen un monitoreo de su consumo energético. El consumo se paga con la factura y nadie se preocupa de saber si esa cuenta está correcta, si el consumo está relacionado con el nivel de producción o si hay otros medidores aguas abajo del medidor de la compañía que permitan determinar dónde consumir menos energía.

En general, hay poca información técnica en cuanto a uso de la energía.

¿Cuáles son los principales beneficios de los SGE?
Además del ahorro de costos y las mejoras en eficiencia energética, imagen corporativa y competitividad, diversos estudios han demostrado que aquellas empresas que hacen esfuerzos en optimizar su desempeño energético, logran también mejoras en otros aspectos que aumentan su productividad. Por otra parte, hoy en día la huella de carbono de los productos es muy importante a nivel internacional; de hecho, hay líneas de supermercados que exigen etiquetas con las toneladas de CO2 emitidas en la producción de ese producto. Un exhaustivo control del uso de la energía es un gran avance en esta materia.

¿Cuál es la propuesta de Creara en este ámbito?
Nuestra propuesta de valor se basa en conocer a fondo al cliente, de modo de elaborar una solución alineada a sus necesidades, que logre ser interiorizada por la compañía, es decir, hacemos un acompañamiento y asesoramiento, más que una imposición de procedimientos y normas que cumplir. Además, tenemos una vasta experiencia internacional en países como España, Argentina, Perú, Ecuador y Colombia, que se suman a nuestro posicionamiento de vanguardia, transfiriendo conocimiento al mercado chileno.