La Cuarta Revolución Industrial ya está con nosotros, y con ella hemos comenzado a ver una fuertísima inversión en Tecnología, Internet de las Cosas y Telecomunicaciones. En el ambiente de las subestaciones de potencia, hemos visto también una fuerte inversión en la digitalización y modernización de sus procesos, lo que trae a las empresas el beneficio de una ejecución, instalación y prueba más rápidas y ágiles, lo que se traduce en un gran ahorro económico al requerir de menos insumos, como cables de cobre, materiales, obras civiles y horas hombre, entre otros.

Pero la digitalización no es solo un beneficio monetario; con esta nueva implementación también hay un valor incalculable, y que creemos es el más importante: la seguridad de los trabajadores. Esto, dado que está la posibilidad de una supervisión remota, sin la necesidad de tener gente expuesta al ambiente de una subestación. Incluso en el caso de ser necesario que estén presentes, este sería un ambiente seguro al contar con fibras ópticas y señales que no generan riesgos al operador y menos cables de cobre con corriente circulando en el lugar.

A esto se suma que son componentes clave hacia redes más inteligentes, tomando en consideración que cada vez son mayores las fuentes de energía renovables intermitentes que los diferentes países incorporan a su matriz energética. Solo en Chile estas alcanzan actualmente el 14% de la generación actual y las expectativas son llegar al 20% para el año 2025. En este sentido, las subestaciones digitales ayudarán a mejorar la disponibilidad y confiabilidad del sistema, reduciendo los tiempos en la toma de decisiones en caso de emergencia, al contar rápidamente con toda la información requerida.

En definitiva, las subestaciones digitales eliminan la última conexión eléctrica entre el equipo de Alta Tensión y los paneles de protección y control, creando un ambiente de trabajo más seguro, reduciendo al mismo tiempo los costos de construcción, tierra, ingeniería, comisionamiento, operación y mantención del sistema.

Las empresas están trabajando fuertemente en la mejora de lo que podemos proporcionar como soluciones de automatización de subestaciones, concentrándonos en subestaciones digitales y cambiando el concepto de cómo se realiza la automatización en el ámbito de Protección, Control y Telecomunicaciones, hacia un ambiente 100% digitalizado, con menos equipos físicos y más equipos ópticos comunicándose a través de protocolos y volviendo posible una completa supervisión remota.

La característica definitoria de una subestación digital es la implementación de un bus de proceso. El bus de proceso IEC 61850 habilita la sustitución de conexiones de cobre punto a punto entre IEDs, otros dispositivos (por ejemplo, transformadores de instrumentos, control de gases, etc.) y el conmutador por medio de un bus de comunicación óptico seguro y estandarizado. Gracias al bus de proceso, las señales de medición en tiempo real y la información de estado se pueden transmitir a través de una subestación sin complejos esquemas de cableado.

Actualmente estamos desarrollando pilotos de subestaciones digitales en Paraguay, Ecuador, Brasil, Colombia y un desarrollo un poco más avanzado en Perú, donde ya se han realizado pruebas y reportes de resultados. Este año esperamos tener proyectos instalados, para que el próximo, las subestaciones digitales no sean una tendencia, sino que una realidad en todo el mundo.

Esta tendencia hacia la digitalización también se aplica a otras áreas de la subestación. En los paneles de conmutación de media tensión, el intercambio horizontal de IEC 61850-8-1, GOOSE y valores análogos muestreados reduce el cableado y acelera la prueba y el comisionamiento. La tecnología digitalizada puede ahora monitorear continuamente las funciones de misión crítica de los transformadores de potencia y del conmutador de Alta Tensión, al mismo tiempo que realiza simulaciones y diagnósticos en tiempo real. Todo esto hace posible la gestión proactiva del ciclo de vida de los activos.