Con el pasar de los años, el agua será más difícil de tratar, por lo que las plantas de tratamiento deben hacer más eficiente su consumo de energía, mejorando sus procesos con tecnologías que ofrezcan eficiencia y seguridad con consumos reducidos.

Teniendo en cuenta que -en muchos casos- se requiere operar válvulas de gran tamaño, el ahorro energético se consigue utilizando actuadores neumáticos y no eléctricos, controlados con tan solo un pulso de 24 VDC ahorrando en consumo. A esto se suma su versatilidad, ya que pueden tener un mismo actuador para una válvula ON/OFF o una válvula proporcional para controlar la presión de salida del agua a la población, intercambiando los sensores de detección por posicionadores de control. Además, en lo que se refiere a mantenimiento, los actuadores neumáticos son más económicos; su reparación no requiere personal especializado, y sus piezas de recambio son pocas y económicas.

Las nuevas tecnologías en actuadores neumáticos rotativos y válvulas mariposa ofrecen al mercado eficiencia de consumo y cero fugas neumáticas, además de sellos de alta resistencia, ideales para el proceso de filtrado. En este último, siempre cabe la posibilidad de tener sobrepresiones o probabilidad de sólidos en la tubería que deterioren las válvulas, pero con los actuadores neumáticos se amortiguan sin dificultad y se consiguen ahorros de energía al reducir el consumo neumático y el cambio de válvulas por empaquetadura.

Otro punto crítico es que cuando el afluente presenta diferentes características químicas que la planta no puede tratar, la velocidad de activación de los actuadores eléctricos no deja cerrar las compuertas rápidamente y parte de este afluente entra a la planta perjudicando el proceso de purificación. Con los actuadores neumáticos lineales, se puede evitar esto ahorrando en costos de reproceso.

En términos de control, existen terminales de válvulas con las características eléctricas de un PLC en programación, comunicación con diversos buses de campo, entradas y salidas digitales y análogas adicional a la detección de fallas que reduce el tiempo en mantenimiento; sistemas prefabricados donde podrán monitorear y controlar los procesos de tratamiento de agua, filtrado, floculación, sedimentación en un solo armario dotado de pantalla, control y, en muchos casos, comunicación con equipos compactos que mejoran la operación de válvulas en cada uno de estos procesos.

Todos estos equipos y tecnologías, implementados en las plantas de tratamiento de agua, se traducen en ahorros de energía, detección de fallas, consumo de aire y en mayor seguridad, logrando una tecnología aplicada y eficiente en los procesos de filtraje, floculación, sedimentación y neutralización en las plantas de tratamiento de agua. Se trata de sistemas ya probados en diferentes plantas de tratamiento de agua en el mundo, como Alemania, Grecia, Francia, Singapur y México, donde se han logrado reducciones de costos en operación e implementación que eléctricamente no se habrían logrado. Todo con una tecnología innovadora, pero a su vez amigable con el medioambiente y rentable para los nuevos retos que nos depara este siglo.