Alfredo Wall Ziegler, Gerente General; Patricio Vivanco
Pérez de Arce, Director Ejecutivo; ambos de INTEXA.
La combinación de tecnologías en soluciones integrales, la implementación de metodologías para la planificación eficiente de los trabajos, y el uso de conceptos de eficiencia energética, son el enfoque que INTEXA Ingeniería ha practicado en sus más 
de 1.600 proyectos ejecutados en obras de diversas magnitudes y rubros, desde Arica a Punta Arenas, en más de 130 empresas clientes.
“Promovemos la máxima calidad en el trabajo, no solo en lo técnico, sino que también en el compromiso hacia nuestros clientes. Los resultados se traducen en reducción de costos, aumento de la productividad, cumplimiento con los plazos estipulados, propuestas con mejoras constructivas y orientadas a la sustentabilidad de los clientes, generando lazos de confianza inquebrantables”, destaca Alfredo Wall Ziegler, Gerente General de INTEXA.
Uno de sus grandes aciertos ha sido la temprana incorporación (desde 2010) de nuevas tecnologías y metodologías, tales como la coordinación de proyectos a través del BIM (Building Information Modeling), que permite controlar la construcción desde el diseño de las ingenierías hasta el término de la obra, siendo herramienta fundamental, puesto que permite visualizar las zonas complejas del proyecto y adelantarse en la búsqueda de soluciones ante interferencias u otras problemáticas que puedan surgir, lo que se traduce finalmente en un control más detallado de la obra, del plazo, y una disminución de adicionales.
Eficiencia energética
En términos de eficiencia energética, INTEXA emplea un software de modelamiento dinámico para realizar simulaciones de consumo energético, que puede analizar, evaluar y comparar el comportamiento energético de una edificación considerando las variables de iluminación, climatización y envolvente para identificar oportunidades de optimización que reduzcan el consumo energético y operacional del inmueble. A modo de ejemplo, en un proyecto de más de 60.000 m2 construidos, INTEXA implementó eficiencias en la iluminación, térmicas y eléctricas de acuerdo a los estándares exigidos por normas internacionales, reduciendo sus costos de operación en un 30%.
En esa misma línea, cuenta con analizadores de calidad de energía para controlar diversos parámetros eléctricos que pueden afectar el normal funcionamiento de una planta. Con estos resultados, la empresa obtiene una clara imagen de la situación de la instalación, lo que da la posibilidad de programar mantenciones preventivas, regular y programar consumos, visualizar crecimiento, entre otras alternativas para optimizar el uso de la energía. Además, INTEXA cuenta con cámaras termográficas para medir los parámetros térmicos de una instalación y/o maquinaria y su comportamiento puntual. Se trata de un diagnóstico crucial para evitar siniestros por sobre temperaturas de conductores (cables, barras, ductos de gases, entre otros), provocados por un mal diseño de las instalaciones o por mala calidad de suministro eléctrico, que entrega datos vitales para tomar las medidas necesarias y evitar eventuales incendios en la instalación.
Metodología “BIM – LEAN”
Adicionalmente, INTEXA lleva más de 3 años implementando al BIM la metodología de trabajo “LAST PLANNER” (“último planificador”) a sus proyectos, perteneciente a la filosofía “LEAN CONSTRUCTION” (“construcción sin grasa”). “Esta herramienta de análisis y aprendizaje nos ha dado la posibilidad de obtener una planificación eficiente de los trabajos a realizar, al permitirnos identificar las variables críticas de control. De esta forma, reducimos retrasos; definimos una secuencia óptima de la realización de actividades; mejoramos la comunicación entre las diversas áreas y equipos de trabajo, así como con el mandante; optimizamos la logística de obra y los suministros; disminuimos los problemas de coordinación en la ejecución de actividades; y optimizamos la productividad de los equipos de trabajo”, agrega Patricio Vivanco Pérez de Arce, Director Ejecutivo de INTEXA.
De acuerdo al ejecutivo, esto también les ha permitido reducir las “urgencias”; incrementar la eficiencia de los procesos; restringir la variabilidad en las asignaciones de trabajo, y evitar tiempos “muertos”, entre otros beneficios que se han traducido en una reducción de costos y en mejores cumplimientos de plazo para sus clientes.
