Cuando los dispositivos que solían estar en un sistema cerrado se conectan a un sistema IoT, pueden ser el blanco de ataques cibernéticos. Tal fue el caso del sistema de distribución eléctrico ucraniano que fue atacado a fines de 2015, interrumpiendo el suministro eléctrico por varias horas, comprometiendo información confidencial de tres grandes compañías de distribución y afectando la operatividad de más de una veintena de subestaciones.

Asegurar la identidad de un dispositivo de manera de permitir una adecuada identificación de cada uno es importante para asegurar la confiabilidad de los datos generados por los dispositivos y la credibilidad de los resultados obtenidos al analizar esos datos en sistemas interconectados (IoT). Por lo tanto, la identificación de las cosas será un requisito previo importante para una realización exitosa de una platafroma IoT segura.

Las denominadas funciones físicas no clonables (PUFs) son los medios de biometría para las cosas. Una PUF o P-OWF (Physical One-Way Function) es una función que genera claves no predecibles utilizando un sistema, objeto o entidad física hardware compleja no repetible; esta clave está ligada a la parte física (dispositivo) y no puede separarse.

En ocasiones, el dispositivo conectado a un sistema IoT puede ubicarse en un entorno en el que no se pueda proporcionar seguridad física, por esta razón, son importantes las tecnologías para evitar que el identificador de un dispositivo sea falsificado o clonado. Una PUF puede construirse a través de una combinación de diferentes componentes, lo que permite la identificación de partes combinadas, como por ejemplo una tarjeta inteligente consistente en un cuerpo de tarjeta y 81 chips incorporados de última generación para plataformas IoT inteligentes y seguras. Si las partes están separadas, el PUF se destruye y con él la identidad de la parte y las claves secretas asociadas. Basándose en esta tecnología, se puede comprobar la integridad de los productos complejos que consisten en muchos componentes. Si la información PUF se combina, además, con datos de sensores, como una marca de agua, se puede asegurar la integridad de los datos del sensor desde la fuente de medición hasta la nube, donde estos datos se usan para tomar decisiones importantes, a veces críticas para la seguridad. El Internet de las Cosas es una infraestructura de objetos interconectados, personas y sistemas que procesan y reaccionan a la información física y virtual. El IoT utiliza colectivamente la columna vertebral del Internet para conectar cosas usando sensores y otras tecnologías. A través de la recopilación y el análisis de datos se logra una multitud de resultados que generalmente apuntan a mejorar el rendimiento de los dispositivos y sistemas.

La forma en que los datos se recopilen e implementen determinará el poder transformador que podamos alcanzar con el IoT. La seguridad crece exponencialmente en importancia mientras dispositivos, una vez aislados, ahora se interconectan permitiendo recopilar cada vez más información. Al igual que con la mayoría de las tecnologías disruptivas, las soluciones IoT para una adecuada interconectividad serán desarrolladas por una amplia gama de proveedores que promueven sus enfoques patentados; esto, paradójicamente, puede afectar negativamente la interconectividad de las soluciones. Llevar a la realidad las ambiciosas visiones que nos ofrece el IoT requerirá esfuerzos significativos en la estandarización.