En general, los principales aspectos al abordar una solución para sistemas críticos en el rubro de la informática y las telecomunicaciones casi siempre tienen relación con el respaldo ininterrumpido de energía eléctrica y la climatización. “Ambos puntos son re levantes porque están directamente relacionados con la continuidad de funcionamiento y confort de operación de los equipos TI”, asegura Augusto Díaz, ITD System Engineer de APC Schneider Electric Chile.

Claudio Vega, Sales Manager Power Quality en Eaton, agrega que entregar el servicio deseado sin interrupciones es muy importante, ya que juega un papel de soporte en la empresa. “Cuando los sistemas TI caen, los procesos centrales de producción rápidamente se detienen y originan pérdidas; es por este motivo que resulta vital planear e implementar una solución sólida en energía”, señala.

Además de la infraestructura base de los sistemas, esta debe estar acompañada de condiciones ambientales adecuadas para no comprometer su disponibilidad, explica Mauricio Castro, Jefe de Operaciones Computacionales de Gasco. “Estas condiciones tienen relación con aspectos como suministro eléctrico principal y de respaldo, sistemas de climatización acordes al tipo de instalación, sistemas contra incendio y salas especialmente adaptadas para la operación del equipamiento. Complementariamente a esto, es necesario el monitoreo de los servicios indicados, la mantención preventiva de ellos, sistemas de respaldo/ restauración operando, y contar con planes de recuperación de desastres actualizados, probados y en conocimiento de la empresa.

Para Juan Pablo Ortúzar, Gerente Regional de Ventas de Tripp Lite - Cono Sur, contar con la disponibilidad de los equipos concentrados en un Centro de Datos (CD) es una necesidad primordial para las empresas al igual que para el administrador del sitio. “Otro punto importante es asegurar la calidad de la energía que alimenta los dispositivos alojados, a través de equipos y elementos especificados que cumplan con estándares de calidad, como son supresores, acondicionadores de línea y UPS”.

Una alta disponibilidad en materia de energía eléctrica se logra con la incorporación de equipamiento de generación autónoma, sistemas UPS y distribución redundantes. “Estos elementos, que pueden ser dispuestos de variadas formas, son clave para aumentar el nivel de confiabilidad final de una instalación y entregan un índice de disponibilidad mayor a lo regularmente otorgado por el suministro principal”, afirma Díaz.

Castro agrega que el suministro eléctrico es básico para la operación de los sistemas. “Además de recibirlo, es necesario que la calidad de este sea la adecuada para la disponibilidad de los sistemas, por lo que se complementa con equipamiento que filtra, regula y aumenta el tiempo de disponibilidad de energía, ya sea con UPS, grupos electrógenos y equipos específicos. Además, el monitoreo y mantención del servicio eléctrico es importante para la continuidad del servicio”.

Otro aspecto importante es contar con CD, site con gabinetes y/o racks que permitan la organización de dispositivos como: UPS con tecnología online o doble conversión; sistema de bypass interno y externo; PDUs; KVM; servidores de consola; sistemas de ventilación y refrigeración; y organizadores de cables de energía y de datos.

Actualmente existen diversas soluciones tanto para servicios internos de las empresas como también para externalización de estos. Por ejemplo, diferentes tipos de arquitectura redundante de UPS, como es el caso de la arquitectura serial. “Otro punto es conjugar de buena forma dispositivos en la instalación eléctrica, que nos permita tener caminos alternativos y bien distribuidos de la energía ATS, STS o PDU”, señala Vega.

En estos casos, aseguran los expertos, existe una base que es necesario observar y que está relacionada con la infraestructura en donde se encuentran operando los sistemas, las condiciones ambientales, su monitoreo y mantención.

Para Díaz, lo más importante es asesorarse por expertos en la materia antes de realizar cualquier tipo de inversión. Enfatiza que las soluciones deben ser idealmente de arquitectura modular con acoplamiento estrecho. Gracias a los servicios de preingeniería, estos factores se traducirán en tiempos más acotados de implementación y servicio posterior. “Idealmente, los equipos también deben poseer la capacidad de reportar en tiempo real su estado, para que quienes estén a cargo tomen las mejores decisiones con datos concretos y reportados a tiempo”.

De acuerdo a lo que agrega Ortúzar, es importante considerar tres características de protección para equipos de cómputo, entretenimiento o en la oficina: supresión, regulación y respaldo. De esta manera, la UPS puede soportar una descarga e irse a batería para dar tiempo a cerrar correctamente los archivos o programas, sin temor a perder la información. “Para proteger soluciones más robustas en casa, Pymes o centros de distribución, será necesario usar una UPS adecuada para los equipos que requieran protección y respaldo ante fallo eléctrico”.

Otro punto importante es asegurar la calidad de la energía que alimenta los dispositivos alojados, a través de equipos y elementos especificados que cumplan con estándares de calidad, como son supresores y acondicionadores de línea.

“La selección de las soluciones para cada aplicación deben partir desde el análisis de lo que se requiere de cada una de ellas y el nivel de criticidad que representan para la operación del negocio. De acuerdo a esto se dimensiona una solución para cada aplicación o un grupo de ellas”, explica Castro.

Actualmente hay productos disponibles que hace unos años ni siquiera eran una opción y que incluyen eficiencia, fiabilidad, escalabilidad y mucho más. “Otros aspectos corresponden al estado de la UPS, estado de carga (actual, diario, mensual, anual), estado de baterías y mantenimiento preventivo”, detalla Vega.

Años atrás era común ver el equipamiento físico crítico dispuesto en salas separadas de los centros de procesamiento de datos, lo cual se traducía en acciones más lentas en materia de control y servicio, recuerda Díaz. “Hoy, las soluciones de arquitectura modular y acoplamiento estrecho pueden convivir en un mismo espacio; simplificando estas tareas. Las soluciones de administración DCIM entregan una herramienta confiable que permite manejar con tranquilidad y seguridad las instalaciones de operación y producción”, añade.

El menor uso de energía y la huella de carbono son nuevos conceptos que en años anteriores no se contemplaban, indica Vega. “Esto nos invita a que las actuales UPS tengan una eficiencia elevada y que puedan trabajar en modo ahorro energético ESS (Energy Saver System) que permite niveles de eficiencia superiores al 99% en rango operativo habitual”.

Castro agrega que aspectos como la movilidad, redes sociales, el manejo de grandes volúmenes de datos y la entrada creciente de servicios en la nube, se ven potenciados respecto a tendencias de años anteriores. “Estas privilegiaban el equipamiento, software base y estructuras de servicios con dificultad de adaptarse a los cambios”.

Respecto al tema normativo, nuestra industria está regida no solo por regulaciones nacionales e internacionales, sino también por la evolución del mercado en lo que respecta a reglas de buena práctica. “Hoy en día, en materia de proyectos TI, se ajustan a dos grandes referentes, como son Uptime Institute e ICREA, siendo el primero de ellos el más difundido en nuestro país”, explica Díaz.

Existe una serie de normas y buenas prácticas que se pueden observar en entornos TI (ITIL, ISO, CCMI), que deben estar orientadas principalmente a la continuidad operativa y desarrollo del negocio. “Sin embargo, es necesario procurar que las normas y prácticas que se utilicen sean aplicadas de la forma más adecuada al modelo del negocio, de tal forma que no entrampe su funcionamiento, y asegure estabilidad en los servicios de TI”, concluye Castro.