Luis Crespo.

Uno de los principales desafíos del Internet de las Cosas (IoT, por sus siglas en inglés) está en comprender cómo se unen tantos objetos dispares que hablan idiomas diferentes. El ingeniero de IoT promedio no está interesado en entrar en la codificación necesaria para dirigir estas interacciones, quiere ser capaz de sacar rápidamente datos operacionales y derivar nuevos conocimientos de forma simple. En este sentido, ya existen nuevas herramientas (como la popular “Node RED”) que están haciendo que la creación de aplicaciones IoT sea mucho más sencilla y rápida.

Por su parte, Blockchain está empezando a desempeñar un papel importante en el Internet de las Cosas por su capacidad de mejorar la seguridad, así como la de simplificar la gestión de los dispositivos. Blockchain IoT puede optimizar las cadenas de suministro mediante el seguimiento de objetos que atraviesan la cadena de suministro de exportación/importación. El sistema puede mantener registros de la aplicación de envío, la línea de crédito, los contratos y los pagos.

La tecnología Blockchain permite garantizar la trazabilidad de las certificaciones y otras informaciones sobresalientes en las cadenas de suministro. Por ejemplo, permite que cada producto físico cuente con un pasaporte digital que demuestra la autenticidad y procedencia, creando un registro auditable de la jornada detrás de todos los productos. También puede ayudar con la conformidad, permitiendo a las empresas revisar la historia del equipo o proceso en un registro indeleble.

Luego, en el aspecto legal, facilita el intercambio de esta información con los organismos reguladores o aseguradoras. Blockchain tiene el potencial de reducir considerablemente el costo y la complejidad de los negocios operativos. Es más fácil crear redes de negocios rentables donde prácticamente todo puede ser rastreados, sin necesidad de un punto central de control.

Cualquier desarrollo de IoT implica el manejo de una ingente cantidad de información, por lo que se requiere un nuevo enfoque para recopilar, analizar y derivar sentido de todos los datos. Los sistemas cognitivos de IoT ofrecen una forma de descifrar esta información y manejar eficazmente los insumos para generar insights significativos. Los sistemas programables prosperan en escenarios prescritos, utilizando datos previsibles, pero su rigidez puede limitar su utilidad al abordar la ambigüedad y la incertidumbre de los datos IoT. Sin embargo, los sistemas cognitivos no están programados explícitamente. Por el contrario, aprenden de las interacciones con la gente y de experiencias con su entorno. De esa forma, pueden mantenerse al tanto del ritmo de la complejidad, identificando correlaciones que podrían pasar desapercibidos por sistemas convencionales.

La computación cognitiva en el IoT abre un nuevo campo de oportunidades para analizar las corrientes de datos de todas fuentes y obtener conocimientos más profundos. Esta tecnología nos permitirá combinar todos los conjuntos de datos pertinentes para resolver los problemas en formas innovadores y transformacionales.