Hoy en día, la Eficiencia Energética es reconocida como un medio prioritario para el crecimiento equilibrado y sustentable del sector industrial. En los tiempos actuales, cualquier actividad económica que requiera del procesamiento y/o manufactura de materias primas, que no considere la eficiencia con la que realiza sus procesos, se encuentra condenada a no ser sustentable en el tiempo, dadas las actuales y futuras restricciones en la oferta energética mundial. Es por ello que se busca ser más eficiente en los usos de los motores eléctricos, y el desarrollo tecnológico que han experimentado estos equipos ha permitido la creación de diversas configuraciones enfocadas en dar soluciones específicas mediante su uso. De acuerdo a información de mercado, el mayor consumo de energía eléctrica en las industrias corresponde a los motores eléctricos, especialmente los que mantienen un funcionamiento constante; por ello, un motor eficiente (en el que la diferencia entre la potencia nominal en el eje del motor y la potencia absorbida por el motor sea baja), disminuye costos para las empresas. En otras palabras, un motor eficiente es capaz de transformar casi toda la energía eléctrica en energía mecánica.

Los motores rebobinados varias veces, o uno de capacidad superior a la necesaria, significan un consumo excesivo de energía eléctrica, por lo que es importante realizar un cambio de motor a tiempo y seleccionar el equipo adecuado para la operación.

Es recomendable inspeccionar todos los motores que operen por encima de 1.000 horas al año, separándolos en las siguientes categorías:

• Motores que están significativamente sobredimensionados o con baja carga, deben reemplazarse.

• Motores que están moderadamente sobredimensionados o trabajan con cargas bajas pero de forma moderada, se reemplazarán por motores eficientes -modelos de tamaño adecuado- cuando fallen.

• Motores adecuadamente dimensionados pero de eficiencia estándar, se reemplazarán por modelos eficientes cuando fallen.

La forma más sencilla de probar los motores es usar medidores de potencia directa con el motor cargado, para lo que existen muchos equipos multifuncionales bastante económicos.

Asimismo, existen diversos software gratuitos para evaluar la eficiencia de motores eléctricos y variadores de velocidad, permitiendo, por ejemplo, analizar la eficiencia y uso de electricidad anual de los motores existentes en la planta o fábrica y calcula el ahorro que puede conseguirse sustituyéndolos por modelos equivalentes de mayor eficiencia. El software da información sobre el rendimiento y precio de los nuevos motores y permite sugerir la sustitución óptima y estimar el payback de la información.

Los estudios técnicos y económicos muestran que si se analiza a 10 años, dentro de los costos totales del motor, su costo de compra representa un 1%, el de mantenimiento, un 3%; el de ingeniería y logística, un 1%, y el de la energía, un 95%. Es decir, el costo de compra del motor es poco significativo respecto al costo total de operación, por lo que al seleccionar motores eléctricos, se debe considerar, además del costo inicial de compra, el análisis económico de la operación.

Sin embargo, al igual que otros componentes, la eficiencia está directamente relacionada con su correcta aplicación, lo que se puede determinar de acuerdo a las siguientes ventajas y condiciones:

• A igual potencia, el tamaño y peso del motor eficiente son más reducidos.

• Los motores eficientes están construidos de cualquier tamaño y forma, siempre que el voltaje lo permita.

• Tiene un par de giro elevado y, según el tipo de motor, prácticamente constante.

• Su rendimiento es muy elevado (típicamente en torno al 75%, aumentando a medida que se incrementa la potencia de la máquina).

• Este tipo de motores no emite contaminantes (aunque en la generación de energía eléctrica sí se emiten contaminantes).

• En general no necesitan refrigeración ni ventilación externa; están autoventilados.

• No necesitan cajas de cambios de más de 1 velocidad.