Fabritsio Salazar y José Luis González.
¿Cuál es el primer paso para implementar un programa de Seguridad Eléctrica?
F. Salazar: El artículo 110.3(H) de la NFPA 70E (Edición 2012) exige explícitamente que se realice una Auditoría de Seguridad Eléctrica, que permitirá verificar que los principios y procedimientos del programa de seguridad eléctrica sean seguidos. Algunas empresas hacen auditorías de seguridad, pero están más orientadas a Higiene y Seguridad, que no toman en cuenta los riesgos específicos del ámbito eléctrico.
J.L. González: Toda empresa, tanto comercial como industrial, empresas de generación hasta grandes consumidores que trabajen con niveles de tensión entre los 50V y 800 kV, deben someterse a una auditoría externa de sus instalaciones eléctricas.
¿Reemplaza el estudio de arco eléctrico a una auditoría de seguridad eléctrica?
J.L. González: No. Son dos cosas diferentes, pero se complementan. En específico, un estudio de arc flash permite determinar las distancias seguras de trabajo y los Elementos de Protección Personal (EPP) que se necesitan. Un estudio deficiente de arco eléctrico puede resultar en la elección de un EPP insuficiente para proteger al trabajar. Este estudio es uno de los estándares requeridos por la NFPA-70E y que se revisan en el proceso de la auditoría.
¿En qué consiste la elaboración de estándares?
J.L. González: Tras la auditoría y estudios de arco eléctrico, es necesario llevar esos resultados a procedimientos y estándares de trabajo. Esto precisa ir a las prácticas de trabajo de la empresa, tomar la normativa internacional y prácticas recomendadas y elaborar elementos de guía base que definirán un programa de seguridad eléctrica. En este sentido, la NFPA 70E exige 36 estándares base, y se debe definir cuáles elaborar según la actividad de cada empresa.
F. Salazar: Además, para una empresa no especialista, el desarrollo de un estándar puede tomar uno o dos años, tratando de comprender correctamente los alcances de la norma. Ahí está el valor agregado de Comulsa y de nuestros especialistas certificados en EE.UU. en base al conocimiento de estos cuerpos normativos.
¿Qué demanda esta norma de la Alta Gerencia?
J.L. González: La implementación de un programa de Seguridad Eléctrica requiere un compromiso de la Alta Gerencia, porque es un proceso que exigirá un cambio de cultura del trabajador. De ahí también se desprende la importancia del entrenamiento y capacitación: los conocimientos, buenas prácticas y procedimientos, hay que llevarlos al trabajador. En este sentido, la norma exige que el trabajador sea calificado, es decir, que cumpla con una estructura base de entrenamiento.
Hay cambios normativos previstos para este año. ¿Es el momento de iniciar este proceso?
F. Salazar: Muchas empresas están esperando reactivamente que las actualizaciones de la Norma 4 y del Reglamento de Corrientes Fuertes se publiquen en el Diario Oficial para actuar. Resultaría más provechoso comenzar proactivamente para tener tiempo y escoger la mejor estrategia de implementación para abordar sistemáticamente una tarea que puede ser titánica. No es un trabajo de un par de semanas, ni siquiera de unos meses. De ahí la importancia del compromiso de la Alta Gerencia