Luis Ávila.
¿Por qué actualizar la Norma 4?
Aquí hay un gran propósito: mejorar los estándares de seguridad. La misión central de la SEC es velar por la seguridad y la calidad de los servicios que reciben los ciudadanos, y cuando hablamos de la Norma 4, estamos hablando principalmente de seguridad. El ámbito energético siempre implica riesgos, en especial cuando hablamos de personas que tienen un menor grado de conocimiento del mismo. Para ellos, debe haber certeza de que la industria se apega a la normativa en términos de diseño y construcción, por lo que la intención de esta actualización es entregar las bases de seguridad a las que deben ser sometidas tanto las instalaciones nuevas como aquellas que ya están en uso para que mantengan un nivel que no exponga a las personas a riesgos de accidentes.
¿Se trata de un reemplazo o de una actualización?
En la Superintendencia, lo entendemos como una actualización, porque hemos tomado una parte importante del texto original vigente, aunque en el aspecto formal, es una nueva reglamentación que se expresará a través de la actual discusión y que esperamos se materialice en un decreto. En estricto rigor, estamos frente a un reemplazo de la actual norma, pero en la práctica, estamos rescatando todo lo valioso que hemos construido, incorporando aquellos aspectos nuevos que haya que agregar.
Antes hablábamos de norma, pero ahora se habla de reglamento…
El reglamento busca ser más específico por medio de sus pliegos técnicos, los que señalan cada una de las normas sobre cómo deben ser diseñadas, construidas, fabricadas y operadas las instalaciones para que funcionen adecuadamente. Hay que tener presente que las instalaciones siempre implican a muchos actores: el consumidor final, las empresas fabricantes, los que hacen la instalación, los encargados de la mantención, los fiscalizadores, los que participan de la conexión de las instalaciones, etc. Entonces los pliegos son fundamentales para establecer los alcances y responsables de cada proceso y definir una terminología común para todos los involucrados.
También es importante tener presente que hoy en día las normativas deben ser capaces de adaptarse con mayor velocidad, considerando el creciente acceso a la información y a la tecnología, y a que los cambios que están pasando en otras partes del mundo son mucho más rápidos que antes. Los aspectos técnicos específicos experimentarán cambios significativos y continuos en el tiempo que harán necesario modificar las normas con una periodicidad mayor, pero no será necesario intervenir la totalidad de reglamento. De esta manera, si hay cambios, se incorporan o modifican pliegos técnicos específicos que permitan adaptarse al desarrollo y el avance tecnológico sin revisar toda la reglamentación.
¿Por qué es importante incorporar a la industria en el desarrollo de estos nuevos reglamentos?
Hay algo muy básico a considerar: el conocimiento no es monopolio de nadie. La visión de seguridad tiene muchos actores, como a quienes les toca fiscalizar y regular (en este caso nosotros), pero también está la visión práctica de quiénes deben ejecutar y operar. En este sentido, se deben combinar los propósitos de reducción de accidentes con la factibilidad práctica de llevar adelante las decisiones que están contenidas en las normas técnicas, las que en algunos casos deben adaptarse a la realidad de cada país y a la práctica de la industria. Ejemplo de ello es Cornelec (Corporación Chilena de Normalización Electrotécnica), cuyo aporte ha sido fundamental, porque desde sus inicios ha promovido estas actualizaciones, brindando su experiencia internacional con las normas y estándares que hoy se aplican en los países industrializados.
¿Qué valor tiene el aporte de los estándares internacionales en el nuevo reglamento?
En particular, para la actualización de la Norma 4 fue clave la incorporación y adaptación de los estándares de la IEC. La mayoría de los pliegos técnicos se basaron en estas normas y, evidentemente, hay algunas que se adaptaron más a las necesidades locales. Además, estamos dando el primer paso a nivel reglamentario de lo que debiese ser el inicio de los procesos de verificación de la conformidad de tercera parte. Es algo que siempre ha sido un anhelo del sector: poder certificar los estándares que nos hemos autoimpuesto.
¿Cuál es el rol que juegan los instaladores en este nuevo reglamento?
Los instaladores han formado parte de este proceso desde sus comienzos; se han mostrado siempre autoexigentes con el manejo del conocimiento y sin duda que quienes se están involucrando en el desarrollo específico de las instalaciones de Baja Tensión, queremos que trabajen con nosotros, promoviendo instancias de capacitación en las distintas zonas del país para difundir cuáles son los principales cambios de este nuevo reglamento. Queremos que estos cambios sean incorporados lo más rápido posible por nuestros instaladores eléctricos a lo largo de todo Chile. En este sentido, haremos un ciclo de seminarios que tiene por objetivo informar el nuevo reglamento. Un equipo de la Superintendencia estará participando en estos seminarios en distintas ciudades del país, partiendo en Santiago el 7 de abril. Vamos a invitar a los instaladores y sabemos que habrá una alta demanda de personas que quieran participar de estas capacitaciones, pues este es uno de los cambios normativos más grandes que hemos tenido en el último tiempo y debemos ser capaces de satisfacer la alta demanda de capacitación que tendremos. La seguridad no es solo para el consumidor final, sino también para los instaladores y, por eso, nuestro trabajo con ellos es tan importante.
¿Qué podemos esperar para este año en el trabajo conjunto que realiza la SEC con la industria?
Lo que viene está íntimamente ligado con la Norma 4, porque uno de los pasos más relevantes que estaremos dando es tener la posibilidad de realizar la verificación de la conformidad. Esta certificación de instalaciones requerirá un capítulo de definiciones técnicas y contaremos con actores que van a verificar esa conformidad, lo que será requisito esencial previo a la conexión de las instalaciones.